Omara Portuondo, una diva para siempre
Si un calificativo hace justicia a Omara Portuondo es el de diva, no importan los retos que se plantee, siempre es capaz de superarlos, y su extensa y aplaudida obra son la mejor prueba.
La Portuondo no está ceñida a estereotipos, puede arrancar aplausos en los más exigentes auditorios del mundo, pero también compartir la magia de su voz con sus más sencillos seguidores, haciendo de cada momento algo único, memorable y emotivo.
Los giros de la vida, apostando por aquello de que cada situación tiene su razón, la llevaron el pasado sábado en la noche a su lugar de origen, la barriada habanera de Cayo Hueso, donde comenzó la leyenda hace 87 años.
El pretexto fue la presentación de su más reciente fonograma, titulado Omara Siempre, una entrega de duetos en circulación desde mayo acuñada por la casa discográfica Egrem.
Sin embargo “La novia del feeling”, como también se conoce a la estrella del Buena Vista Social Club, rompió con el guión establecido en correspondencia con el álbum y regaló al público un exquisito repertorio que en su voz ha hecho de la canción cubana una expresión de talla universal.
Entre bromas y recuerdos de la infancia, Omara arrancó con Noche cubana, canción que lleva el crédito del legendario compositor César Portillo de Luz, un tema que marcó época y la carrera de sus autores Orlando Fierro (letra) y Bobby Collazo (música).
Le siguieron clásicos como Lágrimas negras, de Miguel Matamoros; Adiós, felicidad, de Ela O’Farrill; de Ramón Espígul; Tal vez, de Juan Formell; 20 años, de Guillermina Aramburu y María Teresa Vera; y La era está pariendo un corazón, de Silvio Rodríguez, entre otras.
Curiosamente del disco Omara Siempre la artista solo interpretó Sábanas Blancas, canción del cantautor Gerardo Alfonso.
La diva cubana mostró en cada momento ser dueña a plenitud de los giros de un repertorio tan variado, también del talento y carisma que la han convertido en una artista universal.
El público coreó cada una de los temas, algunos sugeridos a la artista que no puso reparos al pedido de sus más fieles admiradores, creando así un ambiente de complicidad, casi mágico, a lo largo de dos horas sobre el escenario.
Amigas, ícono de la canción cubana compuesta por Alberto Vera, fue la elección de la diva para poner punto final al concierto, un clásico que originalmente interpretó junto a Elena Burke y Moraima Secada, sus compañeras en el legendario cuarteto Las D’Aida.
El concierto de Omara Portuondo en su barrio natal es el primero de una serie dirigida a promocionar su nuevo disco y celebrar los 500 años de fundada La Habana.
Fuente: Cubarte
Omara Portuondo Peláez
cantante, arte
Hay algo de cinematográfico en la historia de Omara Portuondo. Hija de una mujer de familia española y bien que abandonó su círculo social para casarse con un bello jugador negro del equipo nacional cubano de béisbol —lo que la llevó a tener que ocultar en público este enlace, pues los matrimonios mixtos no estaban nada bien vistos en Cuba en aquella época—, Omara entró en contacto con la música ya en su más tierna infancia. Como en cualquier otro hogar cubano, la futura cantante y sus hermanos crecieron rodeados de la música que, a falta de gramófono, entonaban sus padres.