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Los 72 de Sara González en voces de la Academia Mariana de Gonitch

El X Concurso de la Canción Política Sara González se celebra hoy 13 de julio de forma virtual desde la sala Covarrubias del Teatro Nacional, en homenaje a los aniversarios 70 del natalicio de la trovadora cubana.

El maestro Hugo Oslé, director de la Academia de Canto Mariana de Gonitch, que auspicia el evento, informó que se podrán escuchar obras emblemáticas como Su nombre es pueblo, Plegaria a un labrador, Girón, la Victoria, entre otras.

Sara siempre estuvo al lado de nuestros jóvenes artistas y apoyó la desinteresada voluntad de mejorar el arte de cantar en la comunidad, resaltó el fundador del Concurso de la Canción Política que lleva el nombre de la inolvidable artista.

El jurado, presidido por el músico Emilio Vega, otorgará un Gran Premio, Primer, Segundo y Tercer lugares a los mejores intérpretes.

Un hombre se levanta/ tempra­no en la mañana… cantaba Sara en off, como portada sonora de unas aventuras televisivas, una suer­te de Silvio, más grave… (aunque bien oído se nota que tampoco era el timbre del cantautor). Cuando poco después, ella se “descubrió” en la pequeña pantalla, muchos conocieron a la intérprete: Sara González (1951-2012). Gorda, desaliñada, con unos dientes poderosos que parecían devorar el micrófono, y sobre todo, una personalidad escénica que remo­vía el estudio; una voz matizada, potente y muy bella; era la an­tidiva; exactamente lo contra­rio a la imagen que teníamos en esos años de la “estrella”. Era un nuevo concepto de la intérprete —que en otras latitudes habían personificado, por ejemplo, Janis Joplin o Mama Cass Elliot—, una visión, una versión radicalmente distinta del canto.

Integrante del Grupo de Ex­perimentación Sonora del Icaic primero, después acompañada por el grupo Guaicán, ella supo hacernos vibrar, temblar, inte­riorizar hasta la emoción (pro­funda, nada circunstancial) todo lo que cantó, desde piezas lati­noamericanas o de sus compañe­ros Silvio, Pablo, Noel, Amaury, Eduardo Ramos, hasta algunas propias que ya empezaba a com­poner. Entre esos primeros tra­bajos estuvo un excelente disco que no era, como la mayoría de las óperas primas, personal, sino musicalizaciones de textos mar­tianos, auspiciado por Casa de las Américas.

Sara fue protagonista de un tipo de canción épica, de multi­tudes, en la que sentó cátedra. Tras escucharla en La victoria, Su nombre es pueblo, A los que luchan toda la vida, ¿Qué dice usted?, y tantas más de ese cor­te, no se conciben otros intér­pretes para esas piezas.

Pero hay otra Sara —inti­mista, lírica, personal— que no entusiasma menos. Justamente por esa línea se encaminaron sus úl­timos CD, que hicieron recorri­dos por la autoría femenina en la canción cubana, desde María Teresa Vera hasta Lázara Riba­davia.

Escucharla vocalizando Monte adentro (Pepe Ordaz), De otra manera (Vicente Feliú), Cantando al amor (suya), o los boleros de Marta Valdés, es casi tan rico como verla “soneando” (de lo cual da fe su CD Son de ayer y de hoy, cálido homenaje a sus —y nuestros— caros maes­tros en esa línea) o electrizán­donos con sus cantares políti­cos, pues cualquiera que fuera el género, siempre logró comu­nicar toda su ternura y belle­za interior, y constituyeron sus mayores victorias.

Radio Reloj, Trabajadores

Sara Rosa González Gómez


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Compositora, cantante y guitarrista. Fundadora del Movimiento de la Nueva Trova. Con unas cualidades vocales excepcionales Nació en el barrio habanero de Cayo Hueso, su padre fue tabaquero y su madre costurera; ambos poseían un alto sentido de la cubanía y de la justicia, así como un enorme gusto por la música y el baile, todas esas cosas le fueron transmitidas a la pequeña Sara. Según sus propias palabras “para que dejara trabajar a sus padres”, su primera compañera de juegos fue una radio, lo que reafirmó su afición por la música.