Guitarrista Luis Manuel Molina festeja 40 años de vida artística y su 60 cumpleaños con concierto en Bellas Artes
Luis Manuel Molina, uno de los guitarristas y pedagogos de Cuba y quien te inspira con su música, recién festejó sus 40 años de vida artística y su cumpleaños 60 con un concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana.
Para varias personas Molina marcó sus vidas. En una ocasión, el compositor, cantante y guitarrista Samuel Águila dijo que le había mostrado el mundo del rock. “Molina era un profesor de esos que te abren la cabeza. Después de tocar una obra de Leo Brouwer, sacaba una guitarra eléctrica que tenía en la escuela y se ponía a tocar canciones de los Beatles”.
Y es que desde joven, Luis siempre se destacaba en la guitarra. Participó en concursos nacionales e internacionales y dirigió muchas agrupaciones que creaba cuando estudiante, así lo recuerda su amigo de años Esteban Campusanos Valdés, director de la Orquesta Juvenil de Guitarra de La Habana.
“En la vida profesional ha mantenido un alto nivel artístico como concertista y además haciendo música popular. Tuve la dicha de trabajar con él en un dúo de guitarra hace 25 años. Nos sentábamos en diversas salas de la capital y del interior del país, formando parte de la agrupación nacional de concierto, y en estos momentos, que dirijo la orquesta, tengo el honor de tocar una pieza que compuso (Divertimento, 1992) para cuatro guitarras que quedó en nuestro repertorio”, rememoró Águila.
Los años de vida artística y el desenvolvimiento en el escenario son elementos suficientes para comprobar que Molina es un apasionado de la música, de la cultura en general.
Su formación desde los inicios de la carrera fue sólida, destacándose también en la composición de repertorios, como arreglista y realizador de programas radiales. Hoy se mantiene dentro de la vanguardia artística realizando conciertos dentro y fuera del país al más alto nivel.
Carmen Collado López, directora del Coro Polifónico de La Habana, aún lo recuerda como ese estudiante del conservatorio que formó parte del coro e impresionó a todos por sus habilidades musicales. Esa noche de concierto en el Museo Nacional de Bellas Artes, ella sintió orgullo de Molina y celebró sus logros.
Hoy sigue intacto ese amor por su profesión, en sus programas radiales por CMBF, en sus interpretaciones y en su rock.
Ya Molina había dicho una vez que la guitarra es un instrumento apasionante y cautivador, hermoso y embriagador con su hechizante forma de mujer, con un timbre cálido e íntimo a la vez, que logra generalmente por su sonoridad atrapar a todo aquel que la escucha.
Pasaron los años y actualmente esa sería la misma descripción que daría si le preguntaran acerca de su apreciación personal del instrumento, porque él y la guitarra, en el escenario, se complementan y de ahí nace la música que te hace reflexionar y amar, la música que te guía en tu interior en busca de los secretos del alma, que va más allá de una simple melodía y toca el corazón, dejando siempre en ti su huella.