Concierto y Exposición: Eusebio Leal in Memoriam
La buena música, esa que emana del corazón para generar y transmitir sentimientos o emociones que inciten al mejoramiento humano, era una de las pasiones de Eusebio Leal Spengler. Por tal motivo, a pocas horas de que su eterna enamorada – La Habana – celebre en su nombre el aniversario 501 de su fundación, la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís acogió el concierto “Eusebio Leal in memoriam”.
La iniciativa que tuvo lugar este 13 de noviembre a las 7 de la noche, fue liderada por José María Vitier, además de reunir en la prestigiosa sala de conciertos a otros grandes exponentes de la música cubana: Amaury Pérez, Bárbara Llanes, Niurka González, Javier Cantillo y Abel Acosta.
“Sirvan este concierto y exposición como amoroso homenaje nuestro y de sus queridos amigos artistas que nos acompañan… para entregarle música y belleza a quien nos incitó a soñar y amar nuestra ciudad en cuerpo, y sobre todo, en alma”, auguraban José María Vitier y su esposa Silvia Rodríguez, en las palabras concebidas para el programa del concierto.
En un primer momento, Magda Resik Aguirre, Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, recordó la importancia que Leal concedía a la belleza y al arte, condiciones que reúne la emblemática Basílica para que el pueblo cubano pueda disfrutar de ambas. Sentenció, asimismo, que el Historiador de la Ciudad simboliza algo que muy bien definió Cintio Vitier: el ser cubano. Eso era Leal, un auténtico cubano.
“Padecemos de una orfandad de Leal – afirmó – pero su presencia está en su legado y en todo lo que nos brindó, los que nos enseñó; por eso siempre estará entre nosotros”.
Para José María Vitier no era fácil describir lo que se siente tocar en la Basílica sin Eusebio sentado en el público presidiendo y auspiciando todo con su presencia e iluminando también este lugar. El pianista recordó cómo en uno de los últimos encuentros con el Historiador, Leal dedicó hermosos minutos a hablar del futuro de la ciudad, de los proyectos, del destino… “Hoy no tenemos su presencia física pero no vamos a dejar que el recuerdo y legado de Eusebio quede en el pasado. Ese es el único homenaje que él aceptaría”, sentenció.
Ocho temas de la autoría del prestigio compositor y pianista cubano colmaron de música y recuerdos la velada, realizada cumpliendo con las medidas higiénico sanitarias que impone la situación epidemiológica actual.
Los estrenos “Ofrenda”, interpretado junto al violín de Javier Cantillo, y “Yo te amo ciudad”, en la hermosa voz de Bárbara Llanes, fueron unas de las sorpresas de la cita musical.
“La labor de Eusebio Leal – apuntan también las palabras del programa –, al frente de las tareas titánicas de la reconstrucción de nuestra Habana Vieja, merece un lugar entre las grandes gestas cubanas. Junto a la imponente vastedad de sus logros en el rescate medioambiental y arquitectónico, que no cesan de asombrarnos, admiramos aun más la profundidad de refundación espiritual que late en cada espacio rescatado de la desidia y el olvido. Su obra sobrepasó el poner piedra sobre piedra, reedificar templos o palacios, plantar jardines y recuperar vetustas plazas; y alcanzó el sueño de vivificar la ciudad y hacerlo con el imperativo del rigor, el fervor, e incluso, el primor, que se pone solo en las esencias más amadas”.
“Eusebio supo interpretar las señales de la ciudad desde su historia, sus perfiles barrocos, su crisol de etnias, su devenir ecléctico, al restituir la dignidad olvidada de los oficios primigenios, el sentido original de los nombres de cada calle, y hacerlo también con la mirada del artista, que tuvo la capacidad de ver lo que fue y adivinar lo que aun no existe: la ciudad cifrada en metáforas que son la clave de su resistencia y su futuro.
“Contemplar la epopeya de Eusebio en el rescate de nuestra Habana ha sido como ver despertar una ciudad dormida, para lograr, paradójicamente, que podamos seguir soñando con ella y en ella. Por eso merece un lugar junto a los fundadores espirituales de la patria- asegura el artista refiriéndose a las características del lugar donde reposarán las cenizas del eterno Historiador de la Ciudad de La Habana”, sentencian Jose María Vitier y Silvia Rodríguez Rivero.
Después del concierto – otro homenaje a Leal – fue inaugurada en la Galería Carmen Montilla, justo frente a la Basílica, la muestra “Complicidades” de la propia Silvia Rodríguez Rivero.
Justo cuando La Habana está a punto de cumplir 501 años llegan estos dos primeros regalos que se traducen también en un tributo a quien es el eterno defensor, admirador, amante de sus calles, muros y adoquines: Eusebio Leal Spengler.
Eusebio Leal Spengler
historiador, arqueólogo, profesor de mérito, promotor cultural, comunicador
Doctor en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana. Máster en Estudios sobre América Latina, el Caribe y Cuba. Especialista en Ciencias Arqueológicas, miembro de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias en el 2019. Ha cursado estudios de post-grado en Italia sobre restauración de Centros Históricos por beca conferida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Italiana. Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la IV, V y VI Legislatura. Embajador de Buena Voluntad de la Organización de las Naciones Unidas.
José María Vitier García-Marrúz
músico, compositor, director de orquesta, pianista, artes
Tecladista y compositor, fundador del grupo Síntesis, ha compuesto música para teatro, cine y televisión. Junto a su hermano Sergio ha creado la banda sonora de seriales para la televisión entre los que se encuentran: En silencio ha tenido que ser, La frontera del deber y muchos otros. Nace en La Habana, es hijo de los destacados poetas Cintio Vitier y Fina García Marruz.
Silvia Rodríguez Rivero
poeta, guionista, investigadora, artes, pintora, directora artística, productora discográfica, licenciada en economía