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Compañía infantil La Colmenita en el documental Luces y Duendes

Luces y duendes es un documental sobre la compañía de teatro infantil “La Colmenita” de Cuba, que se fundó en los años más oscuros del periodo especial del país.

El documental está avalado por los testimonios de sus fundadores, así como artistas de la talla de Silvio Rodríguez, Omara Portuondo, Kcho. Ellos son ejemplo de que cómo con amor se puede salvar la niñez.

La cinta sobre la compañía cubana de teatro infantil «la Colmenita» ya está disponible en la web de forma gratuita y sin la necesidad de generar un usuario. A partir de ahora «Luces y duendes» se podrá disfrutar ingresando al portal www.lapalabradoc.com

«Luces y duendes», dirigido por la directora del portal Luciana Mazza Toimil, trata sobre la compañía de teatro infantil cubana “La Colmenita”, la cual nació en plena época de período especial de ese país.

El documental cuenta con la presencia de Carlos Alberto Cremata (fundador de La Colmenita), Silvio Rodríguez, Omara Portuondo y Eusebio Leal entre otros.
Fue estrenado en 2017 en el cine Gaumont y a su vez obtuvo varios reconocimientos internacionales.

Para disfrutar de este documental visite https://youtu.be/nCfE3mE219A

Medios Lentos.com

Carlos Alberto Cremata Malberti


director artístico, guionista, director, teatro, artes, escénicas, colmenita


Silvio Rodríguez Domínguez


músico, poeta, compositor, trovador, productor, artes

Nació en San Antonio de los Baños, provincia La Habana, Cuba. Su padre fue Dagoberto Rodríguez Ortega, natural de Vereda Nueva que de niño fue obrero agrícola; en la 2da Guerra Mundial talló diamantes y después fue tapicero y ebanista. Su madre es Argelia Domínguez León, hija de una familia de 11 hermanos, algunos de ellos obreros de la industria tabaquera y casi todos con vocación musical.


Omara Portuondo Peláez


cantante, arte

Hay algo de cinematográfico en la historia de Omara Portuondo. Hija de una mujer de familia española y bien que abandonó su círculo social para casarse con un bello jugador negro del equipo nacional cubano de béisbol —lo que la llevó a tener que ocultar en público este enlace, pues los matrimonios mixtos no estaban nada bien vistos en Cuba en aquella época—, Omara entró en contacto con la música ya en su más tierna infancia. Como en cualquier otro hogar cubano, la futura cantante y sus hermanos crecieron rodeados de la música que, a falta de gramófono, entonaban sus padres.