Chan Chan en Vietnam: Compay Segundo hace bailar en Hanoi
El Grupo de Compay Segundo armó hoy lo que contadas veces se ve en un teatro hanoyense: todo el público coreando las canciones y buena parte subido al escenario moviendo a gusto el esqueleto.
El 'culpable' de todo -que Dios lo tenga en la Gloria- fue el autor del Chan Chan... Sí, ese mismo Francisco Repilado a quien lo único que no le perdonamos es que se fuera con su música a otra parte hace 16 años.
Por suerte, Compay tuvo la póstuma cortesía de legarnos un grupo bien armadito y sabrosón al frente del cual dejó a su hijo Salvador. Y el armónico, un instrumento inventado por él y consistente en una suerte de guitarra a la cual añadió una cuerda a la que arrancaba sonidos de cencerro o campanita.
Y sucedió que muy lejos de Alto Cedro, de Marcané, de Cueto y Mayarí, el Chan Chan de aquel que nunca fue segundo de nadie desembarcó en este Vietnam tan distante del son, la guaracha y otros géneros de la música tradicional cubana.
Distante, pero no de espaldas, porque al escenario del Teatro de la Juventud, aquí en Hanoi, se subieron no sé cuántos vietnamitas cuyos movimientos de pies, hombros y caderas parecían aprendidos en el habanero barrio de Cayo Hueso.
La colonia de cubanos en la capital vietnamita no es muy grande -contados diplomáticos, cooperantes y estudiantes, no pasan de 100-, pero todos llegaron en plan de do-re-mi-fa-so-la-si y la intención de dejar algo bien claro: en casa del trompo se puede bailar, pero que nadie vaya a creerse cosas...
No, en serio, competencia no hubo. Por el contrario se armaron muchas parejas mixtas y se compartió con buenísima onda, porque en definitiva los cubanos vivimos aquí como en familia y los vietnamitas nos tratan como anh em (hermanos). Los hermanos que somos desde hace casi 60 años.
¿Y qué más decir? Recurro a una frase bastante gastadita: las palabras no pueden describir lo que pasó esta noche en Hanoi con los muchachos de Compay Segundo. Como tampoco pueden las fotos y los vídeos, porque como muchas otras cosas, estas hay que vivirlas...
Máximo Francisco Repilado Muñoz
músico, cantante, compositor, artes, tresero, clarinetista
Compay Segundo fue el trovador más viejo y famoso del mundo. Guitarrista, clarinetista y compositor. Músico de larga trayectoria y compositor con más de cien creaciones musicales entre las que se destacan los sones Sarandonga, La Calabaza, el Chan Chan y Saludo Compay. Tenía el aroma seco y agradable de lo antiguo. Heredó el saber hacer de los trovadores tradicionales de Santiago de Cuba, cuna del son y del bolero. Poseía la mirada de un joven en plena pubertad, pero con el saber estar de lo pasado por la vida.