Urbano González Basanta

Urbano González
Foto
Cubadebate
El Guajiro de Catalina de Güines
Nacimiento:  
25
/
5
/
1939
Fallecimiento:  
4
/
12
/
2021

Deportista cubano, en la especilidad de pelota. Acumuló más veces consecutivas al bate sin poncharse y además posee la mayor cantidad de comparecencias al cajón de bateo sin poncharse. Por su trayectoria deportiva es considerado una Gloria deportiva cubana.

Cuando se habla de los hombres de mayor tacto de la pelota cubana, siempre sale a relucir el nombre de Urbano González. No es para menos, el Guajiro de Catalina de Güines como se le conocía se ponchó apenas 67 veces en 2 684 veces al bate en 13 Series Nacionales. Era tan difícil poncharlo que los pitcher contrarios se lo tomaban en serio.

Natural de Catalina de Güines, actual provincia de Mayabeque. Su padre lo enseñó a batear desde niño, según contó el mismo en una entrevista. Debutó como pelotero a los 17 años con el equipo de Catalina en Liga Nacional Amateur, adscripta a la Unión Atlética Amateurs de Cuba.

Igualmente, participó en las reconocidas ex Ligas de Pedro Betancourt, en Matanzas; la Liga de Quivicán y su similar en La Salud, en la antigua provincia cubana de La Habana, hasta el comienzo de las Series Nacionales, el 14 de enero de 1962.

En la Primera Serie Nacional fue un puntal en la victoria del equipo de Occidentales pues encabezó los apartados de hits, carreras anotadas y bateó para 328 en una época en que la pelota no botaba y los averages eran muy bajos.

Fue capaz, no sólo de ejercitar los músculos al máximo, sino que contó con una prodigiosa vista que pudo ser derrotada sólo 67 veces en 13 temporadas y que fue el legado de una brillante carrera por las Series Nacionales aficionadas.

Urbano lanzaba a la derecha y bateaba a la zurda. Ocupó las posiciones de segunda y tercera base.

A partir de la primera Serie Nacional Urbano González estableció un récord no roto hasta el momento por ningún pelotero cubano: pues se coronóe campeón en cinco campeonatos consecutivos. En 1962 con Occidentales y del 1963 a 1966 con la novena de Industriales.

De acuerdo con estadísticas de la Federación Cubana, Urbano se ponchó solo 67 veces en 2864 veces al bate, para un promedio de un ponche por 47,3 visitas al home plate y 0.08 por encuentros jugados.

Urbano es el pelotero cubano que acumula más veces consecutivas al bate sin poncharse (190). También posee la mayor cantidad de comparecencias al cajón de bateo (217) sin abanicar la brisa y jugó 50 partidos consecutivos sin llegar al tercer strike.

Urbano González dejó una seguidilla de hazañas relacionadas con el tacto que nadie ha conseguido siquiera emular: 190 veces consecutivas al bate sin poncharse; mayor cantidad de comparecencias sin ser estrucado, 217 y 50 partidos seguidos sin que ningún lanzador contrario lo pudiera retirar por la vía de los strikes.

Todas estas hazañas las realizó de un golpe. Comenzó esta epopeya el 24 de marzo de 1968, cuando vestía la chamarreta azul de los Industriales y la terminó con el uniforme marrón de La Habana, el 8 de febrero de 1969.

Inició la cadena contra el lanzador Pedro Pérez, de Pinar del Río, y la finalizó contra Manuel Hurtado, de Industriales.

En toda la trayectoria, Urbano fue un pelotero sencillo, que se desenvolvió como un terremoto dentro del diamante y como un caballero fuera del terreno.

Participó en la I Serie Nacional de Béisbol de 1962 con Occidentales y luego vistió con más frecuencia el uniforme de Industriales, así también como el del Habana y Constructores.

La calidad de su juego le llevó a vestir la camiseta del equipo Cuba, con el cual se coronó en cuatro Campeonatos Mundiales (1961, 1970, 1971 y 1972), dos Juegos Panamericanos (1963 y 1971) y tres Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de 1966, 1970 y 1974.

Una anécdota de Urbano González que refleja su brillantez como jugador de tacto fue lo acontecido durante la III Serie Nacional, cuando vestía la chamarreta de Industriales. Esa temporada el Guajiro de Catalina de Güines se la había pasado casi completa lesionado. Sin embargo, durante el juego de las estrellas, casi sin poder caminar fue colocado como primer bate del equipo occidentales y le sonó un soberano lineazo que casi le arranca la cabeza, nada menos que al estelar lanzador oriental Manuel Alarcón.

El retiro oficial del ídolo de Catalina de Güines se produjo el 22 de marzo de 1975 tras haberse inmortalizado en los campeonatos de Cuba como el rey del tacto.

Murió en su natal Catalina de Güines a los 82 años.