Dr. C. Oscar Beto Alonso Chil médico, Especialista de Segundo Grado en Medicina Interna, Profesor Titular y Consultante de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana. Ostenta la condición de Profesor de Mérito.
Cosechar los excelentes resultados de trabajo que el profesor ha obtenido, ha sido el resultado de mucho esfuerzo personal y de una labor creadora, dedicada al perfeccionamiento del proceso docente educativo y al desarrollo de la Medicina como ciencia.
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Al triunfo revolucionario, en 1959 dedicó todos sus esfuerzos al desarrollo de la Medicina de estos tiempos. Es por estos motivos que se considera importante dar a conocer la historia de este profesional de la Medicina cubana, formador de las nuevas generaciones de médicos y ejemplo en la enseñanza y la investigación de la Medicina, además de su incondicionalidad y entrega al trabajo.
El Dr. Alonso Chil procede de una familia de clase media, fue el tercero de cinco hermanos, fruto de la unión de un padre de origen español, destacado trabajador dedicado al comercio y una madre de escasa instrucción y muy humilde, pero de una gran sensibilidad humana, siempre presta a ayudar a los más necesitados.
En 1968, fundó un hogar basado en el amor y solidaridad, al casarse con su esposa y madre de sus dos hijas; una de ellas siguió sus pasos en la profesión y es Médico de Familia.
El Profe, como es llamado entre sus colegas, se destacó en su vida estudiantil. Cursó entre 1935 y 1942, en la Enseñanza Primaria en la Escuela “José Martí” en Candelaria, Pinar del Río.
Posteriormente ingresa al Instituto de Segunda Enseñanza en Artemisa, donde se recibe de Bachiller en Ciencias, en 1947, año en que comienza a estudiar Medicina en la Universidad de La Habana con 17 años de edad y se gradúa de Doctor en Medicina en 1954.
Cuando aún cursaba el 5to. año de la carrera, comenzó a colaborar en la docencia de estudiantes de Medicina en la cátedra de Medicina Interna núm. 7 del Hospital Universitario “Calixto García” y una vez graduado fue designado Médico Asistente de dicha Cátedra donde impartió las prácticas a los estudiantes de Clínica Médica, hasta 1959.
Entre 1954 y 1959, laboró en el Centro Clínico Vedado como Médico Internista. Entre 1957 y 1960, trabajó en Sanidad Municipal de La Habana como médico.
El profesor, en entrevista, expresó que dentro de todas las facetas en que se desarrolló como profesional lo que más le gustaba hacer era atender a los pacientes: “Yo tuve los mejores profesores pero los que me hicieron a mí médico fueron los pacientes. Hacía visitas a personas muy pobres de La Habana, aprendí de sus padecimientos y necesidades”.
Siendo muy joven se incorporó a la formación de médicos, tarea que enfrentó con total entrega y para toda la vida, contribuyó a crear los programas docentes de las especialidades. La docencia que impartía se destacaba por su alta calidad, lo que evidencia su autopreparación constante, superación profesional, política y científico-pedagógica, que le valió el reconocimiento de dirigentes del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), de la Universidad y de las Facultades de Ciencias Médicas donde laboró, así como de sus estudiantes que lo consideran un paradigma a imitar. Revela que le gustaba mucho estar entre los jóvenes, por eso le satisfacía mucho dar clases.
Como médico cumplió funciones como jefe de Servicio de Medicina Interna en el Hospital “Dr. Enrique Cabrera”; jefe de Dpto. de Clínica; Asesoría al MINSAP por 25 años; secretario del Grupo Nacional de Medicina Interna del MINSAP; miembro de la Comisión Nacional de Asma; miembro de la Comisión del Programa de atención al diabético; miembro de la Comisión del Programa de atención al adulto mayor; formó parte de Comisión del MINSAP para la OPD 2000.
La obra del profesor es muy reconocida por colegas, estudiantes, directivos de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, donde todos coinciden en reconocer su eficiencia, capacidad de trabajo y gran prestigio entre profesores y estudiantes, siempre dispuesto a ayudar a todos los docentes que lo necesitaran; profundo conocedor de su especialidad, posee gran maestría pedagógica, guía para las nuevas generaciones.
El profesor, doctor, investigador y científico Alonso Chil sobresale por su espíritu de sacrificio y dedicación al trabajo, en lo cual se ha destacado a lo largo de su fructífera vida; dedicado gran parte de su tiempo al estudio, la investigación y la enseñanza, lo ha hecho merecedor de importantes lauros. Su obra se encuentra recogida en 5 volúmenes y numerosos artículos de obligada consulta para médicos, profesores y especialistas.
Su participación en eventos, tanto nacionales como internacionales, muestran los éxitos de sus resultados. Su valiosa contribución en Tribunales de Exámenes de Primer y Segundo Grados de Especialidades Médicas, ha contribuido a elevar la calidad de los egresados, lo que enaltece su autoridad científica. Sin embargo, lo que más sobresale de su historia es su sencillez, humildad y sensibilidad, que lo convierten en una gloria de la Medicina Cubana.
Al cierre de esta Semblanza, conocimos la triste noticia de su fallecimiento a finales de 2021. Avatares imponderables de la vida, que, no obstante, a pesar de su avanzada edad, nos sorprendió. Sin embargo, su quehacer profesional es tan importante que solo podemos decirle que bien conocido sus saberes científicos, nos toca ahora preservar su memoria y su legado. Su deceso no entraña un final porque su obra amerita la continuidad que es la mejor forma de seguir sus enseñanzas, porque sus indudables méritos profesionales, dentro de las Ciencias Médicas hacen realidad el precepto de José Martí: “La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.
Autor de más de 20 artículos publicados en Revistas cubanas e internacionales de Medicina, donde se destacó su defensa a ultranza del método clínico y la necesidad de su aprendizaje y aplicación en el diagnóstico de las enfermedades.
Perteneció a numerosas Sociedades Científicas como: Miembro Titular de la Sociedad Cubana de Medicina Interna; Socio Fundador de la Sociedad Cubana de Educación en Ciencias de la Salud; la Sociedad Internacional de Medicina Interna (ISIM); la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna (SOLAMI); la Asociación Cubana de las Naciones Unidas (ACNU) y la Asociación Centroamericana y del Caribe de Medicina Interna (AMICAC).
En su aval científico cabe destacar la tutoría de más de 50 trabajos de Terminación de la Residencia en Medicina Interna, tesis de maestrías y grados científicos, labor que desarrolló con esa humildad que lo caracterizaba y ese trato amable, cordial sin desdeñar el rigor en el trabajo.
En algunas de las importantes epidemias de Dengue, Neuropatía epidémica, el Programa materno sobre la atención de las embarazadas con afecciones crónicas, se destacó su trabajo de Asesor en el Ministerio de Salud Pública desde 1967 como secretario del grupo Nacional de Medicina Interna.
Recibió importantes condecoraciones como: Medalla Manuel (Piti) Fajardo en 1982, Medalla José Tey en 1989, Medalla Frank País en 1992, Profesor de Mérito ISCM-H en 2003, Héroe de todos los días de la OPS, Sello Conmemorativo de la Sociedad Cubana de Naciones Unidas y la Distinción del Escudo de Pinar del Río en 2010.
Otras Distinciones:
Distinción por la Educación Cubana. 1983.
Vanguardia Nacional de la Salud 1990-1995.
Trabajador Ejemplar. Hospital Enrique Cabrera. 1964 y 1973.
Distinción Educador Ejemplar. 1995.
Premio Anual del Colegio Médico Nacional al mejor trabajo Científico publicado en revistas. 1956 .
Desarrollo de la Docencia en la Facultad Santiago de Cuba ISCM-SC 1997.
Cuadro Destacado de la Universidad Médica de la Habana. 1999-2000.
Premio Anual de Salud por la Excelencia en el Trabajo durante 1999. MINSAP.
Miembro Fundador del Complejo Geronto- Geriátrico en el 12 Aniversario de su Fundación Hospital Doc. C.Q. 10 de Octubre. 2000.
Facultad Ciencias Médicas de Cienfuegos 20 años de la Docencia Médica Superior. 2000.
Miembro Fundador del Hospital «Enrique Cabrera ” 2001.
Reconocimiento del Ministerio de Salud Pública por su integración durante los 50 años de graduado a la salud del pueblo.
Miembro de Honor del Tribunal Permanente de Ciencias Médicas, enero 2011.
Sello Conmemorativo 60 Aniversario de la ACNU.
Homenaje de Reconocimiento a los médicos graduados antes de 1959.
Sólo la COVID-19 hubiese podido detenerlo. No lo logró la disminución de la visión y la audición, ni los años vividos, que acompañó de un bastón para continuar la docencia en el Hospital Clínico Quirúrgico 10 de Octubre. Ese centro de salud le devolvió los cuidados y devoción que alguna vez el profe Alonso enseñó. Fueron sus discípulos sus últimos médicos, que se unen al dolor de toda la Sociedad Cubana de Medicina Interna y las Sociedades de Latinoamérica.
Padre ejemplar, fundador de una hermosa familia, paradigma de varias generaciones, hombre culto, defensor de la necesidad de integrar las artes y las ciencias, internista brillante.
Despedimos al querido profesor Alonso Chil con profundo pesar y le confirmamos un sitio entre los imprescindibles, esos que con sabiduría y tesón han forjado la historia y los logros de la salud pública en Cuba. ¡Descanse en paz, maestro, la obra de su vida le otorga ese derecho!