Brenda Navarrete. Es una jazzista cubana, cantante, percusionista, compositora y bailarina, que ha integrado agrupaciones como el proyecto comunitario folclórico Alafia, la Jazz Band, Obiní Batá e Interactivo. Graduada del Conservatorio Amadeo Roldán en La Habana, Cuba en 2009.
Con una base sólida de influencias de jazz latino y afrocubana, Brenda ha extendido sus alas a la música contemporánea del mundo. Un profesional intransigente, que infunde pasión, habilidades extrañas, originalidad musical y energía implacable en cada proyecto y actuación.
Desde sus inicios en la Escuela Primaria Manuel Saumell de Música a los 9 años, Brenda Navarrete se fijó en la percusión y en una carrera musical. Se graduó en el Conservatorio de Música de Cuba Amadeo Roldán en 2009, obteniendo acreditaciones como instrumentista, ensayista e instructor de percusión.
En 2010, Brenda Navarrete ganó un concurso nacional durante la prestigiosa Fiesta del Tambor de Cuba, ganando el primer premio en la categoría de tambores de Bata, así como para la mejor interpretación de una artista femenina.
Trabajando con una gran cantidad de reconocidos artistas, entre ellos el grupo de percusión afrocubana, Obini Bata, el músico de jazz Joaquín Betancourt, Alain Pérez, Munir Hossn y como cantante de la aclamada banda internacional Interactivo, dirigida por Roberto Carcasses, Brenda ha dejado su marca como un consumado cantante, percusionista, compositor y arreglista.
Las habilidades de la percusión primero le ganaron un contrato del endoso del artista en 2013 con la compañía canadiense Sabian, uniéndose a su lista de algunos de los percusionistas más talentosos del mundo. En marzo de 2016, fue apoyada por Gon Bops, uno de los más antiguos y respetados fabricantes de instrumentos latinos en el mundo.
El currículum de Brenda incluye colaboraciones con la élite musical de Cuba. Ha tocado en las grabaciones de muchos artistas cubanos notables, recientemente invitado en Batá y voz en Contumbao álbum del pianista y compositor cubano-canadiense Hilario Duran.
En marzo de 2017, firmó un contrato de grabación con Alma Record, con sede en Toronto, y el primer fonograma de la percusionista, es una propuesta “sui géneris” en la que dialogan los ritmos cubanos de matriz africana con el jazz, el son y la rumba. La placa ofrece una visión contemporánea a géneros y estilos musicales que trascienden en el tiempo sin descuidar la exquisitez y legitimidad del sonido puro y auténtico.