Antonio Lorenzo Luaces Iraola

Antonio Lorenzo Luaces Iraola
Fallecimiento:  
21
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4
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1875

Coronel del Ejército Libertador cubano incorporado el 11 de mayo de 1869 al mando del mayor general Ignacio Agramonte y Loynaz.

Nacido en Camagüey en la casa marcada con el número 8 de la calle de San Francisco, hoy Luaces No. 55.

Al concluir la Guerra de Secesión Norteamericana, donde participó, ostentaba el grado de coronel; había adquirido experiencia militar y se había convertido en un defensor del Abolicionismo. Pasó a Francia en 1865, a perfeccionar sus conocimientos de Medicina en París.

El inicio de la revolución en Cuba, el 10 de octubre de 1868, le sorprendió en Cádiz, España, adonde había arribado con un grupo de amigos para cooperar con el movimiento que destronó a Isabel II. De dicha ciudad se dirigió a Gibraltar, y de allí a los Estados Unidos.

En Nueva York se alistó en la expedición que organizaba el Ingeniero Francisco Javier de Cisneros quien la condujo a bordo del vapor Perrit, mandada militarmente por el general Thomas Jordan, y desembarcó el 11 de mayo de 1869 en la Bahía de Nipe.

Poco después del desembarco pasó a territorio camagüeyano, donde se incorporó a las fuerzas al mando del mayor general Ignacio Agramonte y Loynaz, quien anotó en la hoja de servicios de Luaces: Valor a toda prueba.

Realizó sus primeros estudios en la ciudad natal y, con posterioridad, sus padres, que disfrutaban de una posición económica desahogada, lo enviaron a Estados Unidos, con el fin de que estudiara Medicina y Cirugía. En aquella nación se graduó de médico y, al estallar la Guerra de Secesión, se incorporó al ejército antiesclavista del Norte en cuyo Cuerpo de Sanidad prestó sus primeros servicios.

Como militar participó en el Rescate de Sanguily, El Salado, Jacinto, Loma de Vapor, Buey Sabana, Sao de Lázaro, La Soledad de Pacheco, Cocal, Fiel Olimpo y Jimagüayú, donde cayó el mayor general Ignacio Agramonte.

Luaces además de combatir, prestaba sus servicios como médico cuando las circunstancias lo requerían, y procuraba aliviar a heridos y enfermos con los escasos recursos con que contaba la Sanidad Militar del Ejército Libertador. A las órdenes del general Máximo Gómez continuó demostrando su valor en el combate.

En 1875, el coronel Luaces quedó en territorio camagüeyano a las órdenes del general de brigada Henrry Reeve, El Inglesito, y el 17 de abril del propio año; cuando se encontraban acampados en La Crimea, fueron asaltados por la tristemente célebre Guerrilla de los Doce Apóstoles que capturó a Luaces y a un soldado nombrado Manuel Carmenates.

Ambos fueron conducidos a Puerto Príncipe donde fueron juzgados por un consejo de guerra que lo condenó a muerte, el 21 de abril se cumplió la sentencia. Poco antes de ser fusilado. Luaces exclamó: Nada es mejor ni más digno que morir por la patria.