Locutor, narrador deportivo de la radio y la televisión cubanas. Destacado periodista y escritor. Premio Nacional de Televisión.
Eddy en la finca El Cafetal, en Tamarindo, Morón, Ciego de Ávila. Desde muy joven sintió afición por los deportes, especialmente por la natación y el béisbol, el cual practicó durante su paso por el colegio Los Maristas. Jugó casi todas las posiciones: catcher, short stop, pitcher, jardinero, fildeador y bateador.
Se inició en la radio cuando tenía apenas catorce años de edad, en el noticiero deportivo de la emisora CMJH La Voz de la RCA Víctor, en su ciudad natal. Allí se desempeñó como redactor y locutor.
Sus inquietudes artísticas lo impulsaron a evaluarse en el Colegio de Locutores de Camagüey, lo que resultó un intento fallido pues no venció el examen. El 31 de diciembre de 1948, con solo 19 años, llegó a la Habana, en compañía de su madre. Allí tuvo que realizar diferentes trabajos para ganar el sustento. Una vez en la capital se presentó a un examen convocado por el Ministerio de Comunicaciones y obtuvo el título de locutor.
Ya como profesional, comenzó de locutor suplente de comerciales entre innings en los juegos de pelota que se trasmitían por CMBZ Radio Salas y CMBQ Radio Continental. Se le abrieron nuevas posibilidades un día de 1949 en el estadio de El Cerro, actualmente Estadio Latinoamericano, cuando Manolo de la Reguera pudo constatar sus habilidades para el ejercicio de la locución. Después pasó por Radio Continental, Cadena Roja, Radio Lavín, Radio Cadena Habana, el Circuito Nacional Cubano y Radio Rebelde.
Incursionó en la prensa plana como periodista. Algunas de las publicaciones en las que aparecieron sus escritos son: las Revistas Bohemia, Revista de Avance (1955-1959) y Cuba; los semanarios LPV, Vamos (de Guanabacoa), El Deporte: derecho del pueblo; y los periódicos Revolución, Hoy, Granma y Juventud Rebelde. En este último escribió desde 1966 hasta 1973 la columna Antena que incluía análisis, reflexiones y anécdotas; y fungió como jefe de la página deportiva.
Su nombre se inscribe entre los grandes de la narración deportiva cubana desde mediados de la década de los 50, cuando ya había tenido memorables apariciones también en la televisión. Fue locutor de noticieros, de programas musicales y narrador de novelas.
En los primeros meses después del triunfo de la Revolución, fue el presentador de las figuras emblemáticas del nuevo gobierno; así, participó en recorridos por Norte y Suramérica, como parte de la delegación que acompañaba al Presidente Osvaldo Dorticós, al Canciller Raúl Roa y al Comandante en Jefe Fidel Castro.
Participó en la fundación del Frente Independiente de Emisoras Libres (FIEL) que durante un tiempo fue reconocido como el rector de la radio y la televisión cubanas, hasta que en noviembre de 1960 se asignó el control de las trasmisiones a una Oficina de Radiodifusión, anexa al Ministerio de Comunicaciones. Asimismo estuvo presente en los acontecimientos sociales y políticos más importantes de la época; por ejemplo, la firma de la Ley de Reforma Agraria (17 de mayo de 1959), ocasión en la que compartió los micrófonos de Radio Rebelde con el veterano Jorge Enrique Mendoza Reboredo. Ambos tuvieron a su cargo la presentación y lectura de todos los artículos de la Ley que puso fin al latifundio en Cuba. Esta histórica transmisión se realizó desde la caseta original de Radio Rebelde en el pico de la Plata.
Como periodista reportó cuatro conferencias de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) y dos asambleas generales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Otro hito que marca su carrera como locutor es haber sido fundador del Noticiero Nacional de Televisión, trasmitido por primera vez el 2 de noviembre de 1961, y que ha sido considerado, desde su creación, una prueba de fuego para los profesionales del sector en la Isla. Durante muchos años, Martin hizo la locución de las dos emisiones del noticiario junto a Manolo Ortega, otro grande de la locución cubana.
También en 1961, se desempeñó como narrador del Primer Campeonato Nacional de Béisbol entre la Región Oriental y Occidental, trasmitido a través de la CMQ. En la Primera Serie Nacional (1962) trabajó con Rubén Rodríguez y Rafael Gavilán, hasta que en la segunda serie, se unió a Juan Antonio (Bobby) Salamanca, su compañero inolvidable, con el que conformara una pareja irrepetible en la narración deportiva cubana. Entre los momentos más memorables protagonizados por esta pareja de profesionales se encuentra el mundial de Béisbol de Cartagena (1970), cuando narraron el intenso partido jugado por Cuba frente a los Estados Unidos de América. Otro compañero con el que compartió la cámara y el micrófono durante 35 años fue Héctor Rodríguez, una de las figuras más populares del género hasta la actualidad.
Los sucesos del Cerro Pelado, cuando Cuba sufrió los obstáculos impuestos por los E.U.A. para evitar su participación en los X Juegos Centroamericanos y del Caribe, en San Juan, Puerto Rico (1966), constituyeron una prueba de fuego en su carrera. En esa ocasión fue el único narrador y comentarista deportivo que integró la delegación, que finalmente ganó el primer lugar en el certamen.
A través de las frecuencias de Radio Progreso, y bajo la dirección de José Antonio Caiñas Sierra, narró los acontecimientos primero a bordo de la embarcación y luego desde el terreno de competencia. Según algunos especialistas, esta fue la fecha en que la emisora alcanzó los mayores índices de sintonía. El control maestro de la cadena nacional recibía la narración vía telefónica desde San Juan y la enviaba hacia los centros transmisores, a la vez que ofrecía esta señal a otros departamentos que la grababan para su utilización en noticieros de la radio y la televisión, y de referencia para los periódicos y revistas.
A lo largo de su carrera como locutor y narrador deportivo alcanzó la impresionante cifra de 45 Series Nacionales de Béisbol, numerosos Juegos Mundiales, 7 Juegos Olímpicos (de Munich a Atenas), 9 Centroamericanos y 11 Panamericanos. Inicialmente, las narraciones de estos eventos deportivos internacionales eran trasmitidas exclusivamente por radio, pero durante los Panamericanos de México 1975, Eddy Martin inauguró las transmisiones televisivas desde el exterior. Una de sus últimas coberturas internacionales fue en marzo de 2006, durante el Primer Clásico Mundial de Béisbol en Puerto Rico y San Diego, Estados Unidos, donde el equipo cubano obtuvo la segunda posición.
Eddy Martin refirió que entre las emociones más grandes de su vida se encontraba el haber narrado desde Baikonur para la televisión cubana, el vuelo espacial de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), tripulado por Yury Romanenko y el cubano Arnaldo Tamayo, en 1980.
Otros espacios de la televisión por los que se le recuerda son A Jugar y la Revista de la Mañana.
Asistió a la fundación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER). Desde la inauguración de la emisora Habana Radio, se dedicó a escribir crónicas que contaron con la aceptación y la admiración de sus oyentes.
Es considerado hijo ilustre de Tamarindo, su pueblo natal; razón por la cual los jóvenes del Club de Computación y Electrónica del municipio Florencia han realizado una multimedia que recoge la vida y obra de este destacado narrador deportivo, en la que se incluyen testimonios de pobladores de la localidad y una galería de imágenes donadas por sus hijos que muestra gran parte de su vida. También cuenta con cartas inéditas escritas por su puño y letra durante las dos ocasiones que estuvo en prisión, en los tiempos de la dictadura de Fulgencio Batista.
Por su consagración al trabajo recibió innumerables lauros, entre ellos: Premio de Periodismo José Martí a la Obra de toda la Vida, Premio Nacional de Televisión, Distinción por la Cultura Nacional, Réplica del Machete de Máximo Gómez, Medalla 40 aniversario de las FAR, condición de Artista de Mérito de la Radio y la Televisión, Medalla de la Asociación Mundial de la Prensa Deportiva, Trofeo Sport and Media del Comité Olímpico Cubano y el título de Héroe Nacional del Trabajo, que le entregó personalmente Fidel Castro.
Profesional de formación autodidacta, aún desprovisto de título universitario, fue maestro de varias generaciones de periodistas y narradores deportivos. Dedicó dos décadas de su vida a la enseñanza. Impartió varios cursos y conferencias en la Universidad de La Habana y de Santiago de Cuba; y en otros centros de altos estudios en el extranjero. Además, fue integrante del Tribunal Nacional de Evaluación de Narradores Deportivos, y Jurado del Festival Nacional de la Radio Cubana desde sus inicios.
La XIV Feria Internacional del Libro de La Habana fue el escenario en el que aparecieron dos de sus libros: Béisbol para niñas y niños, que contiene los conocimientos elementales del juego, y Memoria a mis setenta y..., un anecdotario personal. Otro texto publicado es Por las rutas del Olimpo, en el que reseñó las actuaciones de Alberto Juantorena, doble titular olímpico en Montreal 1976, y el tricampeón olímpico y mundial, Teófilo Stevenson.
Falleció a los 77 años de edad, en La Habana, a mediados de agosto de 2006, a causa de las lesiones sufridas en un accidente de tránsito ocurrido el 21 de julio. Fue sepultado en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en el Cementerio de Colón. Hasta la actualidad se le recuerda como “el decano de las narraciones deportivas” de Cuba.