Profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Presidenta de la Cátedra de Radio del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.
En conversación con Ana Teresa esta comenta: "Yo me crié en un pueblito de campo, en Rancho Veloz -Villa Clara- que me enseñó las más imprescindibles esencias de la vida; y luego me mudé a Sagua la Grande. Conservo los más preciosos recuerdos de mi infancia, jugaba en una zanja para traer peces a mi casa –imaginarán las reacciones-, jugué a las bolas, también a las casitas. Ah, daba pan mojado de comer a las gallinas, hacía burbujas con detergente y tallos de las matas de fruta bomba. Algunas noches hasta improvisaba un teatro para el barrio. En fin, una infancia linda, feliz, y como la de cualquiera de mi generación. Una infancia que ojalá se hubiera extendido a hoy, una infancia que quisiera que muchos niños tuvieran, por pura, por verdadera”.
"Siempre he tenido buenos amigos, desde aquellos primeros años. Hoy recuerdo el nombre de cada uno, increíble, pero es así. Mi vida ha estado marcada por dos personas, principalmente: mi mamá y mi abuela Gude, grandes guerreras. Y de mi padre, heredé el espíritu soñador siempre. Todos ellos hicieron de mí una mujer de bien, al menos en mi opinión”.
Ana Teresa quiso ser periodista cuando ocurrió la invasión a Panamá, mientras cursaba el preuniversitario.
Estudió en la entonces Facultad de Periodismo en la década de los 90. Se graduó en 1995 y fue a trabajar en Radio Rebelde, su mejor escuela, su mejor espacio de realización, el lugar donde más ha aprendido, el lugar de donde nunca se ha podido desprender.
Como reportera cumplió los más grandes sueños y realizaciones. Un día, entendió que debía dejar espacio en el periodismo diario a sus alumnos ya graduados. Mucho le enorgullece ver a los jóvenes cambiarle el rostro a nuestros medios, aún cuando falte mucho todavía. Entonces, terminó el doctorado en Ciencias de la Comunicación Social, precisamente con una tesis de Radio, una propuesta teórico metodológica para la producción de ideologías desde el discurso radiofónico, y también hizo la tesis de Maestría en Bibliotecología y Ciencias de la Información con una propuesta para el manejo de archivos sonoros. O sea, la Radio está en todo lo investigativo que ha hecho.
La radio es parte de ella. Por trabajar en ella mide cada segundo, qué cabe en un minuto y eso la hace asumir la manera de vivir de una manera muy particular.
Ana Teresa es una mujer de la radio, ella oía radio desde muy pequeña, escuchaba primero la CMHW y después Radio Sagua. Comenzó en esa emisora la radio, en un noticiero juvenil del que guarda muchos recuerdos.
Lleva más de 20 años amaneciendo en el programa –Haciendo Radio- de la emisora nacional de radio Radio Rebelde.
Ella se ha ganado el prestigio y el respeto en sus compañeros y en el todavía más escurridizo aprecio de las audiencias. Ana Beresa Badía puede sentirse honrada de haber ganado los dos. A su labor cotidiana y profunda en los medios, y en la redes digitales, une su prestigio académico y el valor de su magisterio. Con ese aval se ha colocado entre las más importantes voces de la transformación de la prensa y la comunicación en Cuba.