Coreógrafo. Formó parte del elenco del Ballet Nacional de Cuba. Y alcanzó el rango de Primer Bailarín de Cuba. Conoció sobre la danza a través de los filmes musicales.
Al terminar sus estudios secundarios, en 1959, matriculó arquitectura en la Universidad de La Habana, pero inmediatamente asistió a una audición para formar el Departamento de Danza Moderna del Teatro Nacional de Cuba, dirigido por el maestro Ramiro Guerra. Por su preparación deportiva fue aceptado y debutó en la función fundacional del Conjunto Nacional de Danza Moderna (hoy Danza Contemporánea de Cuba). Hizo los protagónicos en los ballets Mambí y Mulato, durante el inicio de la danza moderna cubana y, al mismo tiempo, matriculó en la Academia de Ballet Alicia Alonso.
Carrera artística
En 1960 pasó a integrar el elenco del Ballet Nacional de Cuba, bajo la guía de Alicia Alonso, Fernando Alonso, Azari Plisetski y otros destacados profesores, y en 1967 alcanzó el rango de Primer Bailarín en 1968. Allí permaneció hasta 1999.
Interpretó roles centrales en los ballets: El lago de los cisnes, Giselle, Coppelia, La fille mal gardée, La bella durmiente del bosque, La bayadera, Don Quijote, y en las piezas Tema y variaciones, de Balanchine; Las sílfides, de Fokine; Carmen, de Alberto Alonso; Bach X 11 = 4 X A, de José Parés y Mascarada, de Anna Leontieva.
En 1968, pasó brevemente al Ballet de Camagüey, donde preparó algunas coreografías del repertorio tradicional. De regreso a la capital es nombrado primer bailarín demi-caractere, y desde esta categoría artística creó modelos interpretativos en los roles de Mamá Simona, en La fille mal gardée, Hilarión, en Giselle, Carabosse, en La bella durmiente del bosque y el doctor Coppélius (verdadera creación), en Coppélia.
Ballet Plásmasis
Su carrera coreográfica se inició en 1970 con el ballet Plásmasis, música de S. Fernández Barroso, que obtuvo el Primer Premio en el Concurso Internacional de Ballet de Varna, Bulgaria, galardón que recibiría también en 1974 y 1976 por sus obras El río y el bosque (collage) y Paso a dos, ambas con música de Pi Mangiagalli. Por su ballet Muñecos, con composición musical de Rembert Egües, recibió en 1978 el Premio de Coreografía en el Concurso Internacional de Ballet de Japón, y el Premio "Nina Verchinina" en el Brasil, en 1984.
Fue partenaire de figuras de la talla de Alicia Alonso, Josefina Méndez, Loipa Araújo, Marta García, la italiana Carla Fracci, la rusa Ekaterina Maxímova y alternó en la escena con Vladimir Vasiliev y Paolo Bortoluzzi, luminarias mundiales.
Durante sus años de vida en la danza, ha recorrido Europa, Asia y América; ha creado obras para las estrellas Carla Fracci, Fernando Bujones, Rudolf Nureyev; y para el Gran Teatro de Varsovia, la Scalla de Milán, las Arenas de Verona, el Ballet de San Juan de Puerto Rico y la Compañía Nacional de Danza de México.
La Unión de Escritores y Artistas de Cuba le ha otorgado el Primer Premio de su Concurso de Coreografía en varias ocasiones: Rara avis, música de Hander y Marcello (1981); Después de diluvio, música de Sain-Säens; El poema del fuego, música de Sriabin (1983); y Suite Generis, música de Handel Y Haydn (1988).
Su obra en el Ballet
Otras creaciones importantes para el Ballet Nacional de Cuba son: Del XVI al XX, música de Britten (1972); Tarde en la siesta, música Ernesto Lecuona (1973); Paso a tres, música Manuel Mauri (1976); Doña Rosita, Música C. Álvarez y A escena, música Joaquín Rodrigo (1980); Pas In Excelsis Deux, música varios (1990); Mal de ángeles, un ballet sin argumento, música A. Scriabin (1994); Des-ahogo barroco, música varios (1994); ...luego existo, música I. Stravinski (1996); Yurisleidi o La muchacha de los ojos color del sueño, música de varios autores (1998), Romeo y Julieta, música S. Prokofiev y El humo y la gloria, música José María Vitier (1999).
Una importante fase de su carrera coreográfica consistió en la creación de obras compuestas para Alicia Alonso. Creó especialmente para ese rtepertorio: Nos veremos ayer noche, Margarita; con banda sonora de H. Sauget (1971); Mujer, con música collage (1974); La Péri, música J.F. Burmüller (1976); Canción para la extraña flor, música A. Scriabin (1977); Ad Limitum, con música Sergio Vitier, coreografía creada especialmente para el encuentro en la escena de la Alonso y el bailarín español Antonio Gades (1978); Roberto el diablo, música G. Mayerbeer (1980); Lucrecia Borgia, música Bela Bartok-Rembert Egües (1981); La diva, música F. Guerrero (1982); La saeta dorada, música de varios compositores (1984), La viuda alegre, música F. Léhar (1986); Azor, música A. Vitali (1990); Poema del amor y del mar música E. Chausoson para la Alonso y el gran bailarín ruso Rudolf Nureyev (1990); Las cuatro estaciones, música A. Vivaldi (1993) e In the middle of the subset, con música de Ernesto Lecuona (1995).
Otras creaciones mundiales suyas son: La dama de las camelias, para Carla Fracci y el Teatro San Carlo de Nápoles (1982); Intermezzo per l amore, La Calinda (1989) y El fantasma de la ópera (1997) ,para el Ballet Concierto de Puerto Rico; Memorias de la señora de las camelias, para Carla Fracci y el Teatro Sixtina de Roma (1992); Cristóforo Colombo, para el Teatro de la Scala de Milán (1992); Sueño de una noche de verano, para el Ballet del Teatro Romano de Verona (1995); Cartas para el Teatro Nacional de Santiago de los Caballeros; y el montaje de Cascanueces para la escuela de Ballet de Norma García y la Escuela de Mme. M. Corbett, ambos en Santo Domingo, República Dominicana (1999).
Coreógrafo
En 1970, creó su Ópera prima: Plásmasis, y obtuvo con ella el primer premio de coreografía en el V Concurso Internacional de Ballet de Varna, Bulgaria. Su carrera en el campo de la creación contempla más de ochenta obras para el Ballet Nacional de Cuba, y para otras instituciones danzarias y teatrales en Cuba y el extranjero. Se pudieran mencionar: Tarde en la siesta, El río y el bosque, Muñecos, Rara avis y Después del diluvio. Mientras fue coreógrafo residente del Ballet Nacional de Cuba, simultaneó su trabajo con los de profesor y coreógrafo de la Escuela Nacional de Ballet, además de realizar las coreografías de piezas teatrales, musicales, filmes y actos políticos. Coreografías para el Ballet Nacional de Cuba:
1970 Plásmasis
1971 Nos veremos ayer noche, Margarita
1973 Tarde en la siesta El río y el bosque La bella cubana
1975 Paso a dos
1976 La péri
1977 Canción para la extraña flor
1978 Muñecos Ad Limitum Rara avis
1980 Roberto el Diablo A escena
1981 Después del diluvio
1982 La diva
1983 El poema del fuego
1986 La viuda alegre
1988 Suite generis
1989 Intermezzo per l’amore
1990 Poema del amor y del mar
1993 Las cuatro estaciones (el otoño)
1994 Mal de ángeles, un ballet sin argumento Des-ahogo barroco
Cultura, deporte e identidad
Otra vez la Plaza de la Revolución fue testigo de una nueva página de la Revolución. Ella, cuál si no, acogió la apertura de la I Olimpiada Nacional del Deporte Cubano. Y como no podría ser otro el escenario, cultura e identidad presidieron la ceremonia inaugural de la magna fiesta del músculo. "Fue un recorrido a través de la historia de Cuba, de su deporte y sus Luchas independentistas. Comenzó con los Indios y el Juego de Batos y pasó por la llegada de los Colonizadores españoles, el arribo de los Negros africanos, las manifestaciones deportivas en el país en el siglo XIX, la Seudorrepública, etapa en la que se destacaron tres grandes momentos en el Ajedrez, la Esgrima y el Boxeo", dijo en exclusiva a Granma, Alberto Méndez, director general de la ceremonia inaugural.
Subrayó que fueron más de 2 000 participantes, a los que por supuesto se sumaron también como protagonistas, 30 000 espectadores. Méndez, quien ha conducido por tres años consecutivos los actos del Primero de Mayo, expresó que intervinieron en la velada las Escuelas de Arte; el Ballet; la Danza; el Folklórico; variedades y Circo; un grupo considerable de atletas que competieron en la Olimpiada, que rebasaron los 800; la Banda del Estado Mayor, con el maestro Ney Milanés al frente. También citó a Cantorías Infantiles, con más de 800 voces, y Alina Orraca en la dirección; Sonata Habaneras, con el maestro Jesús Ortega; el Coro Nacional; Lizt Alfonso con la compañía profesional y la escuela; dos grupos folklóricos: JJ y Raíces Profundas; Pancho Amat; Rumores del Hórmigo, y el Grupo Moncada.
El Circo
Espectáculo deslumbrante, por lo creativo y la belleza de los diseños de vestuario, confeccionados por artífices de Tecnoescena, fascina a niños y adultos, quienes quedan admirados desde el desfile inicial de los artistas, en una coreografía que resume técnicas milenarias circenses en fusión con las Artes escénicas, en magistral simbiosis de iniciativa y fantasía, a lo cual ha contribuido un entrenamiento integral de todo el elenco del Circo Nacional de Cuba.
Tal suceso ocurre en la carpa Trompoloco con el estreno mundial de Aladino y la lámpara maravillosa, con idea original, guión, dirección general y artística de Alberto Méndez, Premio Nacional de Danza y uno de los maestros de la escena cubana Aladino... constituye una de las propuestas más relevantes, por su ingeniosidad y carácter multidisciplinario, pues aborda códigos del gran musical, con coreografías interpretadas por el ballet del Teatro América imbricadas a números propios del Circo Nacional como malabarismo, acrobacia, contorsionismo, magia y participación de los legendarios payasos. La alegoría que envuelve la historia de Aladino y el genio de la lámpara queda inscrita en el decursar de la trama, en la cual las escenas son concatenadas por los viajes del personaje central por diversos países y tiempos, desde navegar en una piragua, por aguas de la América prehispánica, hasta montar en lomo de elefante y recorrer la India, con su riqueza artística y mitológica.
Sobrevuela océanos a bordo de su alfombra y llega a zonas de eterno invierno en los polos, en una concepción de impresionante belleza y colorido.
Filmes
Alicia. ICAIC, Cuba, 1968.
Nos veremos ayer noche, Margarita. ICAIC, Cuba, 1972.
Plásmasis. ICAIC, Cuba, 1974.
La péri. ICAIC, Cuba, 1978.
Un hombre de éxito. ICAIC, Cuba, 198?
Videos y DVD
Paso a tres. ICRT, Cuba, 1976.
Muñecos, ICRT, Cuba, 1978.
La péri. TVE, España, 1985.
Vals. TVE, España, 1985.
La fille mal gardée. ICRT, Cuba, 198?
Rara Avis. TVE, España, 1993.
Premios y reconocimientos recibidos
Entre los reconocimientos acumulados en su currículo se encuentran: el Premio Nacional de Danza (), Premio Anual del Gran Teatro de La Habana (1994), la Distinción por la Cultura Nacional otorgada por el Ministerio de Cultura de Cuba (1981), Orden Félix Varela de Primer Grado (1999), otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cubay varios primeros premios de coreografía de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), y de otros concursos en Japón y Bulgaria.
Alberto Mendez y Abel Prieto
Ha sido también coreógrafo invitado de importantes compañías, entre ellas: Ballet del Gran Teatro de Varsovia (1980); Ballet de la Opera de Budapest (1981); Festival Internacional Cervantino, Guanajuato, México (1982); Ballet del Rhin, Francia (1982); Ballet Nacional de Panamá (1982); Ballet Clásico de España (1983); Ballet de San Juan, Puerto Rico (1984); Ballet de la Fundación "Teresa Carreño", Venezuela (1985); Ballet de Opera de Roma (1987); Ballet Concierto, Puerto Rico (1988-1999); Compañía Nacional de Danza de México (1988-1989); Ballet Juvenil de Caracas (1993); Ballet de Cali, Colombia (1994, 1995 y 1998); Teatro Nacional de Santo Domingo y el Gran Teatro del Cibao, Santiago de los Caballeros, República Dominicana (1999).
Alberto Méndez está reconocido como uno de los creadores más importantes de la Escuela Cubana de Ballet y como coreógrafo del Ballet contemporáneo a nivel internacional.