Academia de la Historia de Cuba lamenta fallecimiento del académico Guillermo Jiménez Soler
Con profundo dolor la Academia de la Historia de Cuba anunció la pérdida de uno de sus más destacados miembros.
Guillermo Jiménez Soler ingresó en esta institución, en el año 2012, al considerar sus miembros, por unanimidad, que su destacada obra lo hacía merecedor de esta condición. Sus libros
Las empresas de Cuba 1958, editado en el 2000, y con tres reediciones (2002, 2005, 2009), y Los propietarios de Cuba 1958, Premio de la Crítica en 2007, editado en el 2006 y reimpreso en dos ocasiones (2007 y 2008), constituyen obras de imprescindible consulta por la información que contienen, por el riguroso método empleado, por la riqueza de fuentes documentales procesada durante años de trabajo dedicado y por la ética contenida en sus análisis.
Las anteriores consideraciones colocan al académico Guillermo Jiménez Soler como un destacado historiador que honró la profesión dignificando este oficio.
Es de lamentar que deja inconclusas tres obras: Historia de las comidas en Cuba, El capitalismo en Cuba y Cronología socioeconómica de Cuba 1492-1958.
Jiménez era graduado de las carreras de Derecho y de Historia. Trabajos suyos se encuentran en publicaciones como Revista Bimestre Cubana, Catauro y Revolución y Cultura.
La Academia desea destacar la vida y la ética del sobresaliente miembro que fue, para todos, ejemplo de civismo revolucionario. Nacido en La Habana el 22 de agosto de 1936, a los 16 años, y desde el mismo momento de producirse el golpe de estado de Fulgencio Batista el 10 de marzo de 1952, inicia su historial revolucionario dentro de las filas de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). Subdirector del periódico Alma Mater, participa en el atentado al vocero de la juventud batistiana Luis Manuel Martínez el 29 de abril de 1956. En este encuentro es gravemente herido.
Guillermo Jiménez forma parte de los fundadores del Directorio Revolucionario, bajo la dirección de José Antonio Echevarría.
Participó en numerosas acciones clandestinas. Tras la muerte de José Antonio y de Fructuoso Rodríguez, máximos dirigentes del Directorio, la organización pasó a ser dirigida por Faure Chomon, integrando “Jimenito” –como se le conocía- el Ejecutivo Nacional.
Entre las estrategias definidas por la nueva dirección estuvo la apertura del II Frente Nacional del Escambray, efectuada en octubre de 1957. Este frente sería reforzado con la expedición que arribó, cerca de Nuevitas, Camagüey, en febrero de 1958, entre cuyos integrantes se encontraban Faure Chomon y Guillermo Jiménez, así como otros miembros de la directiva del Directorio. Dividida en dos partes, una se quedó en el Escambray y otra marchó a La Habana. A “Jimenito” le fue encomendada esta última misión: reactivar la lucha clandestina en la capital.
Al triunfo de la revolución recibió el grado de Comandante y se destacó por su incansable e inteligente trabajo en la defensa de la revolución. Dirigió el periódico Combate, Órgano del Directorio Revolucionario 13 de marzo y, al fundarse el Ministerio del Interior, fue nombrado Director de Análisis e Información.
Con posterioridad se desempeñó como director de empresa y funcionario del Banco Nacional de Cuba. Fue fundador del Partido Comunista de Cuba y activo militante hasta su muerte.
La Academia de la Historia de Cuba pierde a uno de sus colegas más queridos; los historiadores a un compañero que honro la profesión; los amigos, al tertuliano encantador; y Cuba, a un hombre que contribuyó a su historia haciéndola y escribiéndola.