Roberto Carcassés es un hijo de gato que caza ratón. Su padre, Bobby Carcassés, es un pionero del afrojazz en Cuba. Su música está llena de influencias paternas, aunque "Robertico" siguió su propio camino. Cuando se habla en Cuba de la música hecha en los últimos años hay que mencionar a Interactivo, el proyecto fundado en 2001 por él y grandes talentos de la Isla. Francis del Río, Yusa, William Vivanco, Telmary  y muchos más han aportado, bajo el concepto de la timba-funk, a la construcción de este espacio. 

Interactivo se presentará en Madrid el día 31 de agosto, pero este será un simple concierto: Roberto Carcassés, su líder, se establecerá en la capital española, según revela en entrevista con DIARIO DE CUBA.

La sala madrileña Galileo acogerá lo que Carcassés describe como "el primer concierto de Interactivo en la diáspora".

"Pienso quedarme un tiempo por España. Quiero regresar a Cuba cada vez que quiera y pueda, pero me quedaré a vivir un rato fuera", explica.

¿Por qué exactamente ahora? 

Son muchas las razones. A mí me afecta todo lo que pasa en Cuba como a cualquier otro cubano. Cuba está, como diríamos, en candela. Lleva muchos años en candela. Voy a descansar un poco de la candela todo el tiempo. 

Usted es un músico que siempre ha mantenido una posición crítica frente al Gobierno. ¿Ha sufrido algún acto de represión?

No he tenido represión directa de la Seguridad del Estado, pero sí he sido censurado. De alguna manera, me siento censurado y reprimido en Cuba.

El éxodo que ha vivido Cuba ha tenido una alta composición de artistas. ¿Cree que el ambiente cultural cubano se ha degradado con ello?

El ambiente cultural en Cuba se ha degradado. Lo que pasa es que, como Cuba es una Isla de tanto talento, siempre va a seguir saliendo gente que va hacer cosas interesantes. Pero sí siento que se ha degradado muchísimo. Los teatros más importantes de Cuba están cerrados ahora mismo. Se siente la presión sobre los artistas y sobre los músicos. Se siente de verdad la presión sobre lo que tú dices, lo que no dices, lo que haces, lo que dejas de hacer y se ha intensificado en los últimos años. Es burdo y feo; ya no se puede ni decir la palabra "libertad". Si dices "libertad" estás sujeto a que te censuren. Entonces, imagínate que no puedas ni decir esa palabra.

Sin embargo el Gobierno sigue haciendo festivales y eventos...

Yo pienso que el Gobierno es algo muy abstracto y las personas que tienen que ver con el Gobierno en Cuba, o que tienen que ver con el Estado somos todos. Todo el mundo tiene que pasar por el Estado, porque el Estado lo controla todo. Entonces, yo estoy abierto a trabajar con quien sea, siempre y cuando nadie me diga lo que tengo que decir y lo que tengo que hacer. Pienso que dentro del mismo Gobierno en Cuba también hay gente que puede tener una visión diferente de lo que puede ser Cuba y yo no me puedo cerrar a eso. Yo no puedo decir, "este sí, este no, tú que trabajas con el Gobierno, tú que no trabajas". Tú no puedes delimitar eso en Cuba porque todos tenemos que trabajar. Por ejemplo, para entrar en Cuba tiene que ser a través del Estado o para salir, para cualquier cosa que quieras hacer allá adentro. Eso es algo con lo que no estoy de acuerdo, pero yo no voy a dejar de ir a Cuba, de intentar ir a Cuba porque tengo a mis padres en Cuba, porque Cuba es mi país. Hay muchos hermanos míos cubanos, que no pueden volver a Cuba, cosa con la que no estoy de acuerdo.

¿Algún consejo para alguien que quiera dedicarse a la música en Cuba?

Mi consejo es que sean consecuentes. El consejo que le puedo dar a un músico es que la música es una forma de vida. Yo veo la música y la relaciono con la religión. Para mí la música es como mi religión, lo que me une a las demás personas, por donde yo me expreso, por donde yo soy. Es un camino infinito que nunca se acaba, un camino de aprendizaje. Y es lindo por eso, porque no está todo descubierto. No hay una verdad absoluta de nadie. Siempre hay algo que te sorprende y que te salva.