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Yalil Guerra funda la Guerra String Orchestra en Los Ángeles

Con la misión de difundir joyas de la música clásica, así como composiciones de iberoamericanos, el cubano Yalil Guerra Soto cumple el sueño de crear la GSO-Guerra String Orchestra. El debut será con un concierto en la Iglesia Católica St. Andrew, en Pasadena, del condado Los Ángeles, California, el 6 de mayo a las 7:30 p.m.

“Mi alma vive de la música”, reveló Yalil Guerra en una entrevista con Diario de las Américas. Este proyecto, destacó, no tiene precedentes en la ciudad, y busca presentar repertorios de música propios y de otros compositores de habla hispana, “algo tan necesario en una ciudad donde hay tantos millones de hispanoparlantes”.

Según añadió, “es de vital importancia que se conozca y escuche la música de nuestros compositores iberoamericanos, tenemos mucho de ofrecer y poseemos un arcoíris infinito de posibilidades, casi desconocidas por muchos”.

En torno a las razones por las cuales decidió crear este conjunto musical, detalló que “la idea de crear una orquesta de cuerdas viene rondando mi cabeza hace algunos años. Es un formato instrumental al cual le he escrito mucha música y, además, abunda mucho repertorio. Este tipo de grupo puede servir de base para futuras expansiones, incluyendo solistas invitados, o agregando instrumentos de viento madera, viento, metal, además de percusiones, convirtiéndola así en una orquesta de cámara. Digamos que es una plataforma cómoda para crecer y volar alto”.

La orquesta cuenta con prestigiosos músicos de la ciudad, que han unido fuerzas junto a Guerra para llevar repertorios musicales interesantes a la audiencia angelina.

“Tiene unos 13 músicos en total y esa será la base, quizás pueda crecer, si el presupuesto me lo permite, y confío en que eso suceda, pues soy muy optimista en todo lo que hago”, comentó el compositor, director de orquesta y ganador del Grammy Latino.

Sobre la proyección de la orquesta, señaló que piensa realizar unos cuatro conciertos al año en la ciudad de Los Ángeles, “aunque quisiera llevar el proyecto a otras ciudades como Miami, Nueva York y a donde se abran las puertas”.

“El objetivo principal de la orquesta es ser ‘libre’ musicalmente hablando, poder interpretar, programar, grabar lo que estime conveniente, sin tener a nadie controlando o dictando que hago o dejo de hacer. Ser independiente y buscar ese mundo libre es mi mejor deseo. También este proyecto debe servir de laboratorio musical para buscar sonoridades, colores y formas a proyectos creativos que están por venir”, aseveró Guerra.

Vale destacar que entre sus planes está “estrenar la música de mis alumnos de composición y la obra de compositores iberoamericanos, pues tenemos mucho que ofrecer al mundo y poco se conoce de estos repertorios por público no especializado”.

A propósito de los más jóvenes, admitió que, “sin entrar en polémica, vivimos en un mundo en donde la música que embrutece, sí, embrutece, es de la que se habla en todas partes. Los nuevos ídolos son venerados por las masas, esas masas populares son entretenidas desde arriba, como marionetas sin darse cuenta, y a quienes mueven los hilos les conviene entretener con lo menos productivo para la sociedad, así mantienen el nivel cultural bajo, que no es igual al nivel académico”.

Como amplió, “el acercamiento de las nuevas generaciones a esta música tiene que venir de arriba hacia abajo: de gobierno a pueblo; de abuelos a nietos; del profesor al alumno; de los medios de comunicación a los dispositivos electrónicos. Pero, ¿qué recibimos? Si sabes la respuesta, entonces, ya sabemos qué hay que cambiar. Como educador, me preocupo de enseñarle a mis estudiantes lo mejor de la música y también lo peor de ella, así ellos saben qué es una cosa y la otra”.

El cambio, opinó, “viene de nuestro corazón, no desde afuera. Hay que remover las piedras del camino, pero si no podemos por fuerzas mayores, entonces hay que labrar una ruta, aunque sea pequeña, pero que sea lo suficientemente larga para conectar nuestras almas con algo sublime y hermoso, la música”.

Reconoció además que “el mayor reto de la música clásica en estos tiempos es lograr la financiación de proyectos, llámense estos: conciertos o grabaciones.

Más allá de obtener ingresos, Yalil Guerra busca esa satisfacción profesional que bien conocen los artistas. “Hay misiones en la vida que no se pagan con dinero. El dinero no alimenta mi alma. Mi alma vive de la música. La música es mi vida”, aseguró.

“La GSO surge de manera independiente, de esos chispazos de energía o arranques súbitos pero meditados que me ocurren. He tenido siempre el apoyo de Dios, que siempre ha sabido iluminar y depositar en mi mente ideas, me ha hecho imaginar cosas y yo sólo las escucho, pienso y las ejecuto”, subrayó Guerra sobre un proyecto “100% de esfuerzo personal”.

También aprovechó la ocasión para agradecer a esas “personas que me apoyan, además del público que compra las entradas para asistir a este evento, esta es mi mayor satisfacción”.

El concierto de debut de la orquesta se titula Old Havana y combina una exquisita selección de clásicos universales como Johann Sebastian Bach y Felix Mendelssohn, además de piezas de los compositores cubanos Aurelio de la Vega y el propio Yalil Guerra.

"Quiero agradecer a mis patrocinadores: Café La Llave, Sigue Corporation, Paul Diaz Insurance, El Sabor de Yamila Cuban Food y Mike Ferrer. También a todos aquellos que han comprado los tickets", escribió el músico en sus redes sociales.

Diario de las Américas

Yalil Guerra Soto


músico, compositor, guitarrista