Recibe Liuba María Hevia el premio especial La Bella Cubana
La importante cantautora Liuba María Hevia ha sido la merecedora del Premio Especial La Bella Cubana, otorgado anualmente por el Comité Provincial de la Uneac en Matanzas a mujeres con un significativo aporte a la música en el país.
Alfonso Llorens, vicepresidente de la Uneac yumurina, declaró que esta guitarrista, compositora e intérprete, quien forma parte del Movimiento de la Nueva Trova, «tiene una obra muy singular que destaca, entre otras virtudes, por el lirismo y la dimensión humana de sus canciones, por la fusión de los géneros musicales y sus propuestas dedicadas al público infantil».
El Premio Especial La Bella Cubana ha sido conferido en anteriores ocasiones a figuras emblemáticas como Celina González, Omara Portuondo, Argelia Fragoso, Miriam Ramos, Tomasita Quiala, Agneris Cánovas e Ivette Cepeda.
A Liuba María Hevia se le entregará de manera oficial este reconocimiento en una gala artística, el próximo 11 de diciembre, en la sala de conciertos José White, de Matanzas, donde se develará asimismo el ganador del Premio White, concedido igualmente por la Uneac yumurina, en este caso a personalidades de la música nacidas o residentes en este territorio.
Según precisó Alfonso Llores, hay siete creadores matanceros nominados al Premio White. Entre estos se hallan Enrique Pérez Mesa (director de la Orquesta Sinfónica Nacional), María Victoria Oliver (investigadora, musicóloga y profesora), Raúl Valdés Lima (guitarrista, productor musical, arreglista y compositor) y Abel Rodríguez (guitarrista, tresero y director musical).
Marisel Pillo (guitarrista y especialista de música), Vicente Hernández (guitarrista y compositor) y Rodolfo Horta (trompetista, profesor y director de Atenas Brass Ensemble) se encuentran asimismo entre los nominados, los cuales se seleccionaron a partir de propuestas de instituciones culturales y órganos de prensa locales.
Liuba María Hevia
guitarrista, música, compositora, intérprete, artes
Guitarrista, compositora e intérprete. Mantiene un permanente ascenso, a partir no solo de su talento artístico sino también de una sensibilidad raigal y un elevado respeto por sus destinatarios. Su obra, también para “adultos”, transita con igual éxito por la canción trovadoresca, la guajira, la habanera, el tango o el folklore latinoamericano, así como las acertadas versiones de grandes clásicos latinoamericanos. Logra una comunicación muy especial con los niños. Asciende hasta ellos, y desde ellos ofrece un quehacer imprescindible a nuestra cultura.