Realizan honras fúnebres a la monja Hilda Alonso en Miami
La Ermita de la Caridad del Cobre comenzó este martes la despedida a la monja cubana Hilda Alonso en honras fúnebres que fueron transmitidas en directo por Facebook. Alonso falleció el pasado 5 de julio a los 101 años de edad y era "una de las religiosas más importantes del exilio cubano de todos los tiempos".
"Pedimos al Señor que la acoja por todas las obras de Sor Hilda, que son bastantes, que perdone sus faltas y que la misericordia del Señor lleve a nuestra hermana hacia el banquete celestial", dijo un sacerdote en la ceremonia.
"Sor Hilda, insigne Hija de la Caridad. Educadora de generaciones. Madre de los pobres y protectora de perseguidos. Fundadora y sierva fiel. Toda Cuba, con sus dos pulmones en la Isla y en la diáspora, te agradecen y bendicen por tu centenaria y fecunda vida consagrada al Señor, a la Virgen, a la Iglesia y a Cuba. Que Ellos te reciban con la Corona de la Vida. Sor Hilda, ruega por Cuba y por su Iglesia. Amén", dijo el activista católico Dagoberto Valdés Álvarez.
Hilda Alonso Llevada nació el 10 de febrero de 1921 en San Juan y Martínez, Pinar del Río, hija de Ramón y Catalina. Estudió en el Colegio La Inmaculada hasta el bachillerato y, en 1946, obtuvo un doctorado en educación de la Universidad de La Habana, reseñó el diario local The Miami Herald.
En 1946 ingresó a la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, donde dio sus primeros votos en 1951. Hasta 1959 fue líder de La Inmaculada, sede también de las Hijas de la Caridad en Cuba.
En La Inmaculada, una de las escuelas católicas icónicas de Cuba, la hermana Hilda abogó firmemente por la educación de los niños cubanos y abrió las puertas a niñas cuyos padres no podían pagar la matrícula.
"Era una mujer de carácter fuerte que siendo bajita y delgada te miraba cuando hacías algo mal y temblabas. Sin embargo, en toda mi vida que estuve a su lado, nunca la escuché levantar la voz. Hablaba en voz baja, pero de una manera poderosa, con dulzura y una gran fe en Dios", dijo Zizi Careaga, presidenta de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio de la Inmaculada de Miami. Entre 1960 y 1961, la Hermana Hilda se desempeñó como directora del Colegio de Belén en Santiago de Cuba, "cargo que se detuvo repentinamente durante la campaña antirreligiosa del gobierno comunista en ascenso, que confiscó las escuelas católicas y otras instituciones de la Iglesia. La intolerancia religiosa obligó al exilio a unas 200 monjas que componían la orden", apuntó la citada fuente.
Hilda Alonso primero se exilió a Puerto Rico, donde fue directora del Colegio La Milagrosa, en la ciudad de Ponce, y superiora de la Casa de Estudios, residencia de estudiantes de la Universidad Católica de Ponce. En 1965 fue nombrada supervisora de los centros educativos Head Star en la Diócesis de Ponce y administradora provincial de la Provincia de las Hijas de la Caridad en Puerto Rico.
"En 1981, la hermana Hilda regresó definitivamente a Miami y dirigió el programa de educación religiosa en la Parroquia de San Vicente de Paúl. Para entonces el apostolado de las Hijas de la Caridad se había extendido a la Iglesia San Juan Bosco de la Pequeña Habana, donde atendía a ancianos, niños y refugiados del Mariel", señaló The Miami Herald.
Hilda Alonso estuvo activa hasta su jubilación en 2014, a la edad de 93 años, por motivos de salud. "Supervisaba la recogida y envío de contenedores con alimentos, medicinas y otros víveres a las misiones de Haití y Cuba. En 2016 celebró 70 años de vida religiosa".
La misa fúnebre será este miércoles a las 9:30 a.m. seguido del entierro en el cementerio de Nuestra Señora de la Merced, agregó el medio local de Miami.