Rafael de la Torre, músico cubano radicado en Buenos Aires, falleció por Covid-19
El jueves 29 de abril en horas de la mañana falleció en Buenos Aires Rafael de la Torre, músico nacido en Camagüey, Cuba, pero radicado en la ciudad en 1993.
El cantante y maestro de cantantes, de 70 años, llevaba varias semanas internado por Covid-19. Ante los primeros síntomas de la enfermedad, De la Torre había suspendido un show presencial, que debía realizar el 1° de abril, con uno de sus diversos proyectos acompañado por músicos locales entre el son cubano, el bolero y el ska.
Rafa de la Torre Guerrero, músico, musicólogo y melómano se había formado inicialmente en solfeo, teoría y violín en el conservatorio de González Allué, de Cuba. “Yo me quería parecer a Ringo Starr, pero lo único que tenía a favor era la nariz. Me gustaba la batería; me fugaba de las clases de violín y me iba a las de percusión. Llegué a tocar con un grupo versiones de temas de la época, como “Viento dile a la lluvia”, de Los Gatos... Mi generación, la del cincuenta, está permeada por Bob Dylan, Beatles, Rolling y, al mismo tiempo, por Ñico Saquito, José Antonio Méndez”, contó años atrás en una entrevista.
En los últimos tiempos, De la Torre había formado un nuevo grupo para explorar la fusión entre música cubana y ska jamaiquino, con la que se venía presentando en paralelo con otros ensambles de son y boleros.
El músico confesó más de una vez haber llegado a la Argentina por influencia de Fito Páez. “En 1993 estaba en casa de Silvio Rodríguez para su cumpleaños y Fito Páez me preguntó un poco en broma por qué no iba a la Argentina –contó en una entrevista con el diario La Nación-. Y quién te dice que no haya sido eso una especie de lucecita: al poco tiempo vine de gira. Llegué el 19 de diciembre de 1993 y en siete días recorrí Córdoba, El Bolsón, San Martín de los Andes... Solo, con la guitarra. Regresé en junio del otro año y entonces ya conocí a mi mujer, Patricia. Luego llegó Santiaguito, que dice yo y, luego, dice io, y cayate y, luego, caiate. Es así, Buenos Aires te atrapa”.
En la capital de Argentina Rafael se integró a la escena musical cubana y caribeña de Buenos Aires, nunca dejó de apelar a sus dotes histriónicas para acompañar al certero cantante capaz de entonar sones y boleros como piezas de contenido social.
Una vez allí supo desplegar su música tanto en modo cantautor -solo a guitarra y voz o en formato de dúo y trío- como plegarse a formaciones más numerosas y rítmicas.
Sobre el carácter de sus presentaciones solistas dijo sin dejar de apelar a la ironía: "Mezclo anécdotas, textos de Oliverio Girondo, canciones de Silvio Rodríguez, Noel Nicola y Augusto Blanca, hago un homenaje a la trova tradicional cubana y también canto temas míos, para poder desarrollar el concepto de la diversión higiénica".
Pero, además, la versatilidad y el talento del instrumentista e intérprete también le permitió, por ejemplo, ser parte del disco “Colores” (2019), en el que cantó sobre la base musical armada por los Hermida, Juanjo pianista de jazz y Julián guitarrista de tango.