Omara Portuondo y la Orquesta Failde le cantarán a La Habana
Luego de los meses de confinamiento, no hay mejor regalo para la hermosa ciudad de La Habana, en su cumpleaños 501, que un concierto de la excelsa Omara Portuondo.
Programado para el próximo 15 de noviembre a las cinco de la tarde en el Teatro Nacional de Cuba, la Diva del Buena Vista Social Club, se hará acompañar de la también Premio Excelencias, Orquesta “Miguel Failde.
El encuentro servirá también para, a petición de la Portuondo, celebrar las 9 décadas de vida del virtuoso artista visual Alfredo Sosabravo, Premio Nacional de Artes Plásticas.
Asimismo, el espectáculo será propicio para la entrega oficial de la declaratoria de La Habana como “Ciudad Creativa”, condición otorgada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el ámbito de la música.
Otra motivación especial para este concierto son las actuales nominaciones al Premio “Grammy Latino” de la Portuondo por el disco "Mariposas", de Bis Music, y la de la joven agrupación por el fonograma “Failde con Tumbao”, producido por el sello Egrem.
Según los organizadores, el propósito es mostrar al público parte del repertorio que la Diva cubana asumiera en el concierto online efectuado en el Teatro Sauto, de Matanzas, el pasado mes de octubre de este año.
Como invitados estarán Haydée Milanés y la compañía Verdarte.
Este concierto está auspiciado por el Instituto Cubano de la Música, RTV Comercial, la Dirección Provincial de Cultura de La Habana, y el Centro Provincial del Carnaval.
Omara Portuondo Peláez
cantante, arte
Hay algo de cinematográfico en la historia de Omara Portuondo. Hija de una mujer de familia española y bien que abandonó su círculo social para casarse con un bello jugador negro del equipo nacional cubano de béisbol —lo que la llevó a tener que ocultar en público este enlace, pues los matrimonios mixtos no estaban nada bien vistos en Cuba en aquella época—, Omara entró en contacto con la música ya en su más tierna infancia. Como en cualquier otro hogar cubano, la futura cantante y sus hermanos crecieron rodeados de la música que, a falta de gramófono, entonaban sus padres.