Poeta, actriz de teatro y revolucionaria cubana a favor de la causa mambisa. Prima de don José Joaquín de Agüero y Agüero. Protectora fiel de lo mejor de nuestras letras. Colaboró en diversas publicaciones literarias de la época, como Brisas de Cuba y El Fígaro, entre otras.
Comenzó a escribir desde muy joven: su primer poema fue “Una Noche de Luna”, publicado en 1847. A los quince años publicó un poema en El Fanal. Poco antes del levantamiento del 4 de julio de 1851, escribió el soneto "A los camagüeyanos al entregarles su Bandera", que envió junto con la bandera mambisa al grupo de conspiradores que acaudillaba en Puerto Príncipe, Camagüey, a su primo don José Joaquín de Agüero y Agüero. Estos versos tienen indudable valor como documento histórico. Ese día, 4 de julio de 1851, se levantó en armas con los demás insurrectos, hecha la Proclamación de Independencia de Cuba.
Posteriormente, fue sentenciada a destierro de Cuba, pena que le fue conmutada por la de destierro de Camagüey, y aplazada, quedando, entre tanto, bajo arresto y la responsabilidad de su progenitor. Su poema "A la muerte de Joaquín de Agüero" alcanzó gran popularidad entre los cubanos independentistas. Confiscados todos los bienes a su familia, se trasladó a La Habana en 1859, donde cumple la sentencia de destierro y debuta, al año siguiente como actriz dramática, en el Liceo Artístico y Literario. Se casó en 1860 con don José Desiderio de Poo y Álvarez, con quien tuvo cinco hijos.
Actuó como protagonista en los dramas La trenza de sus cabellos y Borrascas del corazón, de Rodríguez Rubí, representados en el Liceo de La Habana. En el Liceo de Guanabacoa y en la Sociedad del Pilar trabajó también como actriz y como declamadora. Continuó sus actividades en pro de la Independencia de Cuba, junto con todos sus hijos, y los del primer matrimonio de don José de Poo. En 1898 muere su esposo a causa de gravísimas heridas ocasionadas por una bomba, lo cual dejó a la poetisa sumida en la más profunda agonía. Doña Martina enmudeció casi absolutamente, y al año siguiente, murió sumida en la más irremediable tristeza. Colaboró en Brisas de Cuba, El Fígaro, La Familia, La Ilustración Cubana, Álbum cubano de lo bueno y lo bello, El Hogar, Cuba y América, entre otras publicaciones. En Enero de 1866 improvisó un soneto al Liceo de Guanabacoa, que había premiado su mérito artístico con una pluma de oro.
Obra lírica
“A Manuel de Nápoles y Fajardo”, 1855.
“El viajero”, 1865.
“El numen”, 1848.
“Desaliento”, 1852.
“El amor”, 1860.
“Improvisación al pasar el entierro de don José de la Luz y Caballero”, 1862.
“Lucrecia”, 1878.
“El león y el esclavo”, 1878.
“A Italia”, 1883.
“Al Bélico”, 1883.
“A María de la Concepción Chacón y Calderón”, 1883.
“El Camagüey y la Habana”.