Dibujante y caricaturista en su inicio de vida periodística. Colaboró y trabajó a partir de entonces en El Mundo, Alma Máter, El País, La Semana y La Calle. Ganó renombre por una caricatura que le hizo a Batista, vestido de rumbera, y en cuyo pie decía "Amalia Batista, Amalia Mayombe, que tiene esta negra que mata los hombres".
Tuvo la oportunidad —y la intención— de ser testigo muy cercano de los principales hechos políticos y revolucionarios ocurridos durante su existencia, que se extendió a lo largo del siglo XX, y reprodujo en sus crónicas, con singular estilo, las desventuras de la etapa llamada republicana.
Escribió en Prensa Libre la popular sección Babel. Conductor de un programa de televisión por el Canal 2. Mantuvo en Bohemia la sección titulada En Zafarrancho. También la publicó en Juventud Rebelde. Muchas de sus crónicas fueron publicadas en un libro bajo el título de Fabulario. Fue victima de una severa golpiza durante la tiranía de Batista.
En el Colegio Santo Tomás realizó los primeros estudios. Con posterioridad ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde se graduó de Bachiller.
Dio sus primeros pasos en el periodismo con algunas colaboraciones que vieron la luz en La Semana en 1926. En la Universidad de la Habana cursó estudios de ingeniería civil, arquitectura y doctorado en ciencias físicas matemáticas, sin llegar a culminarlos. Por este tiempo también asistió a clases, de modo irregular, en la Academia de Pintura San Alejandro. Alrededor de 1930, siendo estudiante universitario, se desempeñó como director artístico de Alma Mater.
Estuvo vinculado al Directorio Estudiantil Universitario (DEU), que combatía la dictadura de Gerardo Machado. Poco después pasó a trabajar en los talleres de impresión de El Mundo, así como de El País algo más tarde, donde realizó las funciones de dibujante, orlista, letrista, caricaturista, retocador de fotos y redactor de pies de grabado.
En 1936 se incorporó al Frente Nacional Antifascista también y en 1941 ingresó como redactor y comentarista político en el diario Prensa Libre, donde creó la famosa sección "Babel", que se caracterizó por sus agudas críticas. En la revista Bohemia se hizo cargo también por esta época de una sección que tituló "Babelgrama".
Estuvo vinculado a los gobiernos auténticos de Grau y de Prío, se opuso resueltamente al golpe de estado que encabezó Batista en marzo de 1952.
Debido a sus constantes acusaciones al nuevo régimen a través de artículos periodísticos, en el mes de agosto fue sacado de su casa, una noche, y golpeado brutalmente por agentes del cuerpo policiaco vestidos de civil, hecho que conmovió a la opinión pública nacional. Poco después marchó al exilio y se estableció en Miami.
Al promulgarse la Ley de Amnistía, a principios de 1955, regresó a Cuba y continuó sus labores periodísticas, así como su actitud oposicionista, ahora vinculado al Movimiento 26 de Julio. Por tal motivo fue detenido e interrogado en varias ocasiones.
En 1958 apareció en la cadena televisiva del Canal 2 como comentarista político. Durante este período colaboró además en El Mundo, Labor, El País, Karikato y Zig-Zag.
Después del triunfo revolucionario creó en Bohemia la sección "En Zafarrancho", que escribió durante muchos años. También dio vida en el periódico Juventud Rebelde a la sección "Fabulario", con el objetivo de mostrar la corrupción imperante durante la seudorrepública.
En cumplimiento de misiones periodísticas recorrió diversos países. En 1974 ingresó en el Partido Comunista de Cuba. Entre otros reconocimientos, recibió la Distinción por la Cultura Nacional, la Orden Félix Elmuza, la Medalla Raúl Gómez García, la Medalla Conmemorativa XX Aniversario del Moncada y la Orden Alfredo López por mantenerse más de veinticinco años en la labor periodística Jorge Domingo Cuadriello
Premios y distinciones
Ordenes
Félix Elmuza.
Alfredo López por sus veinticinco años en la labor periodística Jorge Domingo Cuadriello.
Medallas
Distinción por la Cultura Nacional.
Raúl Gómez García.
Conmemorativa XX Aniversario del Moncada.
Algunos intentaron criticarle su forma de escribir tildándole de vulgar. Pero dejemos que sea el propio Mario quien les responda:
Se nos ha censurado, peor, condenado, de ordinarios y chabacanos. Impotente para discrepar en el fondo, no por falta de ganas, desliza la discusión hacia la forma. Cuando el pueblo dijo que «Batista echó un pie» decía una verdad que no contemplaba la modosa expresión de «que se fue». Cuando dice que Batista, el 13 de marzo de 1957, «tenía una cagazón de argolla» expresa que tenía algo más que un miedo insuperable. No hay otra manera de decir aquel estado de ánimo.
Falleció el 2 de agosto de 1983 a consecuencia de una hepatitis.