Actriz de teatro, cine y televisión. Premio Nacional de Teatro. Hilda Oates, el Sol negro de la escena cubana -como una vez la catalogó el etnólogo Rogelio Martínez Furé. Hilda será recordada por muchos por su papel en la antológica obra María Antonia, de Eugenio Hernández Espinosa; así como por sus incursiones en las películas cubanas Cecilia (Humberto Solás), Maluala(Sergio Giral), Habanera(Pastor Vega), y Patakín (Manuel Octavio Gómez). Simpática, elegante, jovial y de potente voz, según atestiguan quienes la conocieron.
Nació en Guanabacoa, La Habana. Inició sus estudios en la Escuela de Arte Dramático Florencio de La Colina y Aranguren. El cambio socio-político de 1959 que significó la Revolución Cubana le permitió dejar de ser empleada doméstica y convertirse en actriz.
Cursó tres intensos años en la Academia Municipal de Artes Dramáticas donde recibió clases de los destacados profesores Mario Rodríguez Alemán, Roberto Garriga, José Antonio Escarpanter y, simultáneamente, trabajó en el Teatro de Muñecos de La Habana, bajo la dirección de Roberto Fernández, experiencia que le permitió aprender las técnicas de animación de muñecos y tener su primer contacto con el teatro para los pequeños.
Al cierre de la Academia Municipal ingresó en las filas del Conjunto Dramático Nacional lo cual le permitió continuar su superación dado que esta agrupación propiciaba el desarrollo artístico de sus miembros mediante seminarios y talleres. Allí recibió clases de Pierre Chaussat y de la gran actriz española Adela Escartín, una de las grandes de la escena cubana de los cincuenta y sesenta.
Desde los años sesenta, Hilda desplegó un intenso trabajo desde las filas de diversas instituciones teatrales tales como el Conjunto Dramático Nacional, el Taller Dramático, el Grupo Ocuje, el Teatro Popular Latinoamericano, el Teatro Político Bertolt Brecht, Teatro Estudio y Teatro Irrumpe. Su labor la convirtió en un pilar de los grupos Ocuje y Teatro Irrumpe, ambos liderados por el gran director Roberto Blanco.
Ha actuado en importantes puestas en escena bajo la dirección de los más destacados teatristas cubanos como Vicente Revuelta, Raquel Revuelta, Berta Martínez, Roberto Blanco, Nelson Dorr, Héctor Quintero, José Antonio Rodríguez y Armando Suárez del Villar. Su repertorio abarca obras de dramaturgos cubanos y extranjeros. Entre ellas destacan la antológica María Antonia, de Eugenio Hernández Espinosa, donde encarnó a la humilde mujer negra de la era republicana que se enfrentaba a dioses y hombres y asumía su destino, primera vez que un personaje femenino negro alcanzaba talla trágica; Electra Garrigó y Dos viejos pánicos de Virgilio Piñera; Santa Camila de La Habana Vieja, de José Ramón Brene; Réquiem por Yarini, de Carlos Felipe; Lumumba o Una temporada en el Congo, de Aimé Cesaire; Ocuje dice a Martí y De los días de la guerra, con textos de José Martí; Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba, Yerma y Mariana Pineda, de Federico García Lorca, en las estupendas puestas en escena de Berta Martínez y Roberto Blanco; títulos antológicos de la escena cubana de los ochenta como Perla Marina y Un sueño feliz, de Abilio Estévez; y todavía ahora, a sus ochenta años, Las lamentaciones de Obba Yurú, uno de los textos más recientes y hermosos de Eugenio Hernández Espinosa que en su versión espectacular contó con un equipo de lujo: la dirección coreográfica de Santiago Alfonso y los diseños escénicos de Eduardo Arrocha.
Ha trabajado también en el cine cubano en filmes como Cecilia (1982), Maluala (1972), Habanera, y Patakín (1972), así como en las series televisivas Las honradas y El año que viene. Se ha presentado en teatros de México, Venezuela, Colombia, Guadalupe, Estados Unidos de América, Canadá, España, Rusia, Bulgaria, Francia y Portugal. En el verano del año 2000 participó en el espectáculo Lady Salsa, en el Festival de Edimburgo, Gran Bretaña y poco después realizó una gira europea con Tocoro, espectáculo dramático-musical bajo la dirección del gran bailarín Carlos Acosta.
Ha recibido varios reconocimientos a su trabajo como el Premio de Actuación Femenina en el Concurso Nacional de Teatro (1980); Premio de Actuación Femenina en los Festivales Internacionales de Teatro de La Habana correspondientes a los años 1984 y 1989. También posee la Distinción por la Cultura Nacional y la Medalla Alejo Carpentier del Consejo de Estado de la República de Cuba. En el 2004 le fue conferido el Premio Nacional de Teatro.