Periodista, poeta, político y profesor cubano. Desarrolló el periodismo de investigación y revolucionario. Es considerado uno de los grandes del periodismo de la Isla durante el siglo xx.
Nació en el poblado de Alquízar, provincia de La Habana, el 22 de febrero de 1909. Culminó los primeros niveles de enseñanza en su pueblo natal y el bachillerato la ciudad de La Habana. Impartió docencia en los colegios La Salle, Candler College y el Instituto Número 1 de La Habana. En 1935 fue profesor de Historia de la Universidad Popular José Martí, creada por Julio Antonio Mella y, en 1960, de la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling
Enrique de la Osa está catalogado como uno de los grandes periodistas cubanos del siglo xx; sobre todo, por su labor de periodismo de investigación en la sección “en Cuba”, de la revista Bohemia. Publicó su primer trabajo periodístico a los 17 años en la revista El Estudiante, titulado “Una semblanza de Trostky”.
Ya en su primer texto publicado evidenciaba su afiliación política, la cual marcaría toda su trayectoria profesional. Su periodismo puede considerarse revolucionario, desde el punto de vista formal y desde la ideología que defendía. De la Osa sabía reconocer la importancia de divulgar los preceptos partidistas, pues ideaba y ponía en marcha un órgano de prensa para cada iniciativa política.
En 1938 fue el director técnico del periódico Patria, órgano del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico). Dos años más tarde, 1940, obtuvo un premio periodístico por el centenario del Archivo Nacional de Cuba.
Su vocación de justicia lo llevó a crear la sección obrera del periódico Unión Nacionalista. Trabajó en el semanario Futuro, el cual tuvo relación con la revista Joven Cuba, creada por Antonio Guiteras. Por esa etapa, fungió como redactor de la sección internacional de la revista Grafos y laboró en el periódico Oriente, de Santiago de Cuba.
Su perspectiva de la realidad cubana y sus dotes periodísticas, le permitieron dejar importantes crónicas de la época, imprescindibles para el estudio de la historia del momento; en especial, de la Revolución del 30 y la lucha contra el gobierno de Gerardo Machado.
Además, fue corrector de estilo de El Mundo y colaborador de otras publicaciones cubanas y extrajeras como América Libre, Orto, Aurora, La Prensa, Luz, Amauta (Perú) y Claridad (Argentina).
En 1943 junto con Carlos Lechuga creó la sección “en Cuba”, de la revista Bohemia, la cual le diera trascendencia en las páginas del periodismo cubano. Esta sección de periodismo de investigación marcó pautas en la forma de la información de actualidad de aquel entonces, influenciado en gran medida por las normas del estilo informativo de la escuela norteamericana, caracterizado por la casi nula adjetivación. La sección “en Cuba” sirvió de tribuna para denunciar la corrupción de los gobiernos de Ramón Grau San Martín, Carlos Prío Socarrás y Fulgencio Batista. Asimismo, brindó la más genuina mezcla entre literatura e investigación periodística. En ella colaboraron, bajo seudónimos, relevantes plumas de la época. La información política y social alcanzó una altura expresiva y una profundidad analítica nunca antes conocida. Esta sección estuvo orientada formal y conceptualmente por De la Osa. Aplicar técnicas literarias en el tratamiento de lo noticioso, la convirtió en una voz de vanguardia renovadora y el uso de minúsculas en el nombre de la sección revela su vocación vanguardista.
Desde la lucha en la clandestinidad, en la década del 50, dirigió dos números de la revista Alma Mater, que publicó la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), en aquellos tiempos de conflictos políticos e insurrecciones. De la Osa le hizo la última entrevista que ofreció Antonio Guiteras y exaltó la obra del primer poeta proletario cubano: Regino Pedroso.
Después del triunfo de la Revolución de 1959, Enrique de la Osa dirigió Bohemia de 1960 a 1971, una de las revistas más antiguas de América Latina, y el periódico Revolución de 1963 a 1965.
Demostró tener amplios conocimientos de los géneros periodísticos, pues durante toda su carrera cultivó con éxito la crónica, el reportaje, la nota informativa y la entrevista. Abordó una amplia paleta de temas, que oscilaban entre lo histórico, político y artístico. Usó el sobrenombre Enrique Delahoza.
Por la obra de la vida recibió, en 1992, el Premio Nacional de Periodismo José Martí, que otorga la Unión de Periodistas de Cuba.
Además de periodista, se inició como poeta, en la corriente vanguardista cubana, y sus primeros poemas aparecieron en 1927 en el Suplemento Literario del Diario de la Marina, espacio reactivado por José Antonio Fernández de Castro. Por ello, está considerado entre los iniciadores de ese movimiento artístico en la Isla. En sus creaciones líricas incorporó el tema social, a partir de la experimentación formal y estética de la vanguardia.
La revista ATUEI, fundada por De la Osa en 1927 y coeditada junto a Francisco Masiques, es uno de los exponentes de las revistas de la vanguardia en la Isla, pero, con beligerancia política. Desde su título puede apreciarse su espíritu trasgresor, por ejemplo, en el uso de las mayúsculas y el diseño.
ATUEI defendió la ideología de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) y pretendió ser el órgano del Sindicato de Trabajadores Intelectuales y Artistas de Cuba, pero la creación de este sindicato se frustró. Solo salieron seis números.
Su actividad periodística estuvo acompañada de su acción revolucionaria. Desde joven, De la Osa se vinculó a los movimientos de izquierda de la Isla y conoció y laboró junto a personalidades como Rubén Martínez Villena, Antonio Guiteras, Raúl Roa y Julio Antonio Mella. Estuvo incluido en el llamado proceso comunista de 1927. Durante la dictadura de Gerardo Machado, participó en las manifestaciones contrarias a ese gobierno. En agosto de 1928 es detenido y procesado por escribir y publicar Dictador sí, dictador, en el cual acusaba al presidente. Los cargos que se le impugnaron fueron por injuria a Machado.
El resto de ese año, lo pasó en exilio, primero, en Nueva York, donde desempeñó diferentes oficios, y después en México. En Estados Unidos se incorporó a la Asociación de Nuevos Emigrados Revolucionarios Cubanos (ANERC). Después pasó a México y allí escribió en Cuba Libre, publicación creada por Mella. Junto a Eduardo Chibás fundó la Unión Cívica de Exiliados Cubanos y dirigió el periódico Libertad.
En 1930 regresó de forma clandestina a Cuba para participar con el Directorio Estudiantil Revolucionario (DEU) en acciones revolucionarias. Al año siguiente, fue capturado por la policía y sufrió prisión en el Castillo del Príncipe y en el Presidio Modelo de Nueva Gerona, en la actual Isla de la Juventud. Un tiempo más tarde integró, junto a Julio Antonio Mella, la organización Defensa Obrera Internacional. Trabajó estrechamente con Antonio Guiteras, y en 1934 estuvo como delegado personal de este activista político en Oriente. De la Osa participó en la huelga general de marzo de 1935. Ese mismo año, se incorporó al Partido Aprista Cubano y encabezó su órgano de prensa, el semanario Futuro.
En 1952 fundó la organización insurreccional Acción Libertadora, que operaba en la clandestinidad. Para ello, concibió y encabezó la realización del tabloide Choque, órgano de Acción Libertadora. Además, fungió como jefe nacional de propaganda.
Avanzado el gobierno de Fulgencio Batista, luego del golpe de Estado del 10 de Marzo de 1952, desintegrada Acción Libertadora, se unió a los empujes del Movimiento Revolucionario 26 de Julio y el Movimiento de Resistencia Cívica. Asimismo, cooperó con el Directorio Revolucionario en actividades políticas y de agitación. En julio de 1953, fue detenido por exaltar en un trabajo periodístico a los asaltantes del cuartel Moncada.
Desde la Sierra Maestra, Fidel Castro le envió un mensaje en 1957 en el cual le decía que leía con verdadera avidez la sección “en Cuba” y le agradeció su labor divulgativa en días tan críticos como los que vivía la nación.
Murió en La Habana el 14 de junio de 1997.
Bibliografía Activa
Crónica del año 33, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1989.
«El más leído de Cuba», Bohemia: 18-21, La Habana, noviembre de 1998.
En Cuba. Primer Tiempo. 1947-1948, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2004.
En Cuba. Segundo Tiempo. 1948-1852, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2006.
En Cuba. Tercer Tiempo. 1952-1954, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2007.
Bibliografía pasiva
ANÓNIMO: «Nota sobre el fallecimiento de Enrique de la Osa a la edad de 87 años», Granma: 1, La Habana, 15 junio de 1996.
BÁEZ, LUIS: «Entrevista a Enrique de la Osa», Granma: 4-5, La Habana, 15 de junio de 1996.
COLECTIVO DE AUTORES: Diccionario de la Literatura Cubana, Instituto de Literatura y Lingüística, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 1984.
COLECTIVO DE AUTORES: Historia de la Literatura Cubana. La literatura cubana entre 1899 y 1958. La República, Instituto de Literatura y Lingüística, Ed. Letras Cubanas, La Habana, 2006.
SEXTO, LUIS: «Réquiem por Enrique de la Osa», Bohemia, 88, La Habana, 1996.
TOLEDO, PEDRO DE [seudónimo de José Antonio Fernández de Castro]: «Delahoza», Diario de la Marina, La Habana, 8 de abril de 1928.