Aleida March de la Torre

Aleida March de la Torre
Nacimiento:  
1936

Mujer cubana conocida principalmente por haber sido la segunda esposa de Ernesto Che Guevara. Preside el Centro de Estudios Che Guevara y es la titular de los derechos de autor de los escritos de éste, entre ellos varios textos aún inéditos.

Aleida March nació y creció en una finca de 20 hectáreas en Manicaragua, propiedad de su padre, en la zona rural de Santa Clara. Integraba una familia de campesinos blancos pobres, socialmente levemente diferenciados de los guajiros, o campesinos negros, más pobres aún.

De joven fue a estudiar Pedagogía a la Universidad de Santa Clara. Comenzó a interesarse por la política cuando Fidel Castro llevó adelante el ataque al Cuartel Moncada en 1953. Se vinculó e ingresó en el Movimiento 26 de Julio, a partir de 1956.

Iniciada la guerra civil en 1957 Aleida militó en la clandestinidad activamente para el M-26-7 como mensajera del responsable de Villa Clara, con fama de audaz y valiente. No tenía miedo a nada. Era muy abnegada, seria, soltera y no tenía afición a las fiestas.

Las ideas de Aleida, como muchos de los militantes del M-26-7 "del llano" estaban marcadas por su oposición frontal a la dictadura de Fulgencio Batista y el deseo de establecer una democracia liberal

Conoció al Che Guevara en plena guerra civil cuando este llegó con la Columna Ocho a combatir a la región, en octubre de 1958. Se enamoraron en ese momento y comenzaron a convivir.

Poco después de caída la dictadura de Batista Aleida March y Ernesto Guevara se casaron el 9 de junio de 1959, en La Habana.

Juntos tuvieron cuatro hijos:

Aleida Guevara March, Camilo Guevara March, Celia Guevara March y Ernesto Guevara March.

Aleida March en la actualidad preside el Centro de Estudios Che Guevara, ubicado en la casa que compartieron en La Habana.

Cuarenta años después de la muerte del Che en Bolivia y alentada por sus hijos, Aleida se decidió a contar secretos guardados celosamente; no son políticos ni pretenden cambiar la biografía del Che, pero descubren al mito en su intimidad.