Araceli García-Carranza Bassetti destacada bibliógrafa recibe la Orden Carlos Juan Finlay
A la doctora Araceli García Carranza Bassetti le fue conferida la Orden "Carlos Juan Finlay", que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, en justo reconocimiento a su fecunda trayectoria en el campo de la investigación científica y cultural, y especialmente, en el de la investigación bibliográfica. Tanto es así, que ha sido considerada por expertos internacionales como una de las mejores bibliógrafas de Iberoamérica.
Araceli es doctora en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana, profesora titular adjunta de nuestro máximo centro de educación superior, miembro del Tribunal de Categorías Científicas del Ministerio de Cultura, jefa de Investigación de la Biblioteca Nacional de Cuba «José Martí», verdadera catedral de la cultura cubana y universal, y jefa de redacción de la Revista de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, su emblemático medio de prensa.
La doctora García-Carranza es miembro titular de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI), y miembro ilustre de la sexagenaria Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), entre otras organizaciones nacionales y foráneas.
Ha sido la bibliógrafa de figuras legendarias de la cultura nacional e internacional, así como de las publicaciones locales del Siglo XIX insular: la Revista Bimestre Cubana y La Gaceta de Cuba.
Por otra parte, la distinguida intelectual habanera ha dado a la estampa varios libros y artículos periodísticos en revistas cubanas y extranjeras, que constituyen aportes básicos al desarrollo de la cultura caribeña e iberoamericana.
Las valiosas contribuciones de la eminente bibliógrafa e investigadora devienen fuente de consulta y orientación en la labor de investigadores, docentes y estudiantes, quienes —en todo momento— han encontrado en ella apoyo, estímulo y ayuda especializada.
Ha dicho: "Es un reconocimiento que nunca soñé […]. Ha sido totalmente inesperado […]. Me siento muy orgullosa de haber tenido el inmenso privilegio de haber recibido la Orden Carlos Juan Finlay; lauro que me obliga —mucho más— a entregar lo mejor del intelecto y el espíritu a favor de la ciencia y la cultura cubanas.