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Reaparece Mara Roque en la revista Ruta 10 de la televisión cubana

Mara Roque, una figura destacada en el mundo del periodismo científico y medioambiental en Cuba, ha dejado una huella indeleble en la industria de los medios de comunicación. Su historia es una prueba viviente de cómo el interés y la pasión pueden llevar a una persona a desempeñar un papel fundamental en la divulgación de la ciencia.

A pesar de su prominente carrera en el periodismo científico, los comienzos de Mara en las pantallas de televisión no estaban necesariamente vinculados a esta rama de la profesión. Desde una edad temprana, Mara demostró un interés apasionado por su entorno y un deseo inquebrantable de participar en lo que la rodeaba.

A los 14 años, Mara comenzó a presentar el popular programa «Para Bailar», un espacio televisivo de frecuencia semanal donde jóvenes talentosos demostraban sus habilidades de baile. Este programa no solo marcó el inicio de su carrera en los medios, sino que también la llevó a trabajar junto a un elenco de locutores que se convertirían en nombres conocidos en la industria.

Sin embargo, Mara tenía claros sus objetivos y, a pesar de estar involucrada en varias actividades, siempre se esforzó por cumplir con excelencia en cada una de ellas. A pesar de su éxito en la televisión, decidió estudiar bioquímica en la Universidad de La Habana, una elección que sorprendió a muchos, ya que también había considerado arquitectura y periodismo.

Su compromiso con la excelencia la llevó a graduarse de la universidad y a trabajar en el Centro de Inmunoensayo y más tarde en el Hospital Hermanos Ameijeiras. Fue en este último lugar donde el director y asesor de televisión, Vicente González Castro, la invitó a regresar a los medios para iniciar un programa de divulgación científica.

Así nació el noticiero científico «Estación 500», donde Mara Roque combinó su sólida formación científica con su pasión por el arte y la comunicación, acercando la ciencia al público de una manera accesible y amena.

Posteriormente, Mara se unió al programa «Hoy mismo», donde presentó una sección dedicada a la ciencia durante diez minutos de lunes a viernes. Este espacio se expandió con el tiempo, convirtiéndose en una transmisión de una hora y media los sábados. Durante 27 años, este programa, renombrado como «Antena», se convirtió en el referente de la divulgación científica en la televisión cubana, y Mara Roque dejó su marca única como presentadora.

Su dedicación y pasión por la ciencia la llevaron a recibir el premio anual por la obra de Toda la Vida en el concurso de Periodismo Científico Giraldo Caballero en 2020.

El período en que Mara Roque dejó de aparecer en la televisión dejó a muchos de sus admiradores preguntándose sobre su paradero y actividades actuales.

Durante ese tiempo de pausa en su presencia en la televisión, Mara continuó trabajando en el ámbito de los medios y la ciencia, lo que no era ampliamente conocido por el público. Aunque «Antena» se encontraba en un receso, Mara Roque no se retiró de su pasión por la ciencia ni de la comunicación.

Su regreso a la pantalla con programas como «Asombroso» y su participación en «Ruta 10» permitieron que sus seguidores la volvieran a ver y disfrutar de su carismática y amena presentación. Esta información sobre su regreso a la televisión habría sido un alivio para sus admiradores, quienes seguramente habían extrañado su estilo único y su capacidad para hacer que la ciencia resultara fascinante.

Mara Roque no solo es una pionera del periodismo científico en Cuba, sino también una de las pocas mujeres que ha conquistado la difícil tarea de enamorar al público a través de la ciencia.

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Mara Roque González


presentadora, ciencia, bioquímica, periodismo científico