Falleció la destacada profesora y salubrista Lic. María del Carmen Amaro Cano
En la tarde del 19 de agosto de 2024 falleció en La Habana la Lic. María del Carmen Amaro Cano a los 82 años de edad.
La profesora María del Carmen Amaro Cano era enfermera especializada en educación, Licenciada en Ciencias Políticas, Maestra en Ciencias Históricas, especialista en Bioética, Profesora Auxiliar y Consultante de la Facultad de Ciencias Médicas “Calixto García” de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana (UCMH), presidenta de la Cátedra de Bioética de la propia facultad, miembro de la Comisión Nacional de Ética Médica y vicepresidenta de la Sociedad Cubana de Historia de la Medicina.
Fue, además, autora de numerosas publicaciones científicas.
Natural de la provincia de Matanzas, nació el 10 de julio de 1942. Su primera profesión fue maestra, que ejerció con apenas 14 años y simultaneó ese trabajo con sus estudios de bachillerato. Al triunfo de la Revolución en 1959, pudo trasladarse a La Habana a estudiar enfermería en la Escuela de Enfermeras “América Arias”, donde se graduó en 1962.
Esta notable salubrista y enfermera de Cuba, de una proverbial modestia, consecuente hasta el final con sus ideas y compromisos sociales, portadora de profundos sentimientos éticos, verbo delicado y respetuoso, valentía sin límites, singular capacidad empática; martiana sincera y real, enemiga del egoísmo y la indiferencia, amante y defensora a ultranza de la Historia de la Salud Pública de Cuba y de las mujeres y hombres que han dedicado sus vidas a esta noble causa, amiga y hermana siempre, que responde al nombre de María del Carmen Amaro Cano y que en un momento de su valiosa existencia se definió a sí misma de la siguiente manera: «Solo soy alguien que ama con pasión la profesión que elegí por mi vocación de cuidar. Aunque lamentablemente solo pude ejercerla 9 años, en mi temprana juventud, cuando dejé de ejercerla no fue por mi deseo, sino por cumplir con el compromiso social que me hizo estudiar otras carreras. Pero siempre le he seguido siendo fiel a esa profesión que tanto me ha aportado, especialmente me enseñó a ponerme en lugar del otro y tratar a los demás como me gusta ser tratada», ocupa por derecho propio un lugar destacado en la Historia de la Salud Pública de Cuba.