Changa Mederos, lanzador zurdo, con récords de 17 temporadas invicto, así como el que más bateadores retiró por la vía de los strikes, con 208,y ponchar a 20 jugadores en un juego frente a Camagüey. Inauguró el club de los 100 ponches en Cuba.
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Nace en la barriada de Arroyo Apolo en La Habana, le gustó la pelota desde muy pequeño; al principio la jugó a las "cuatro esquinas" y pronto lo hizo "al duro" en equipos formados por muchachos del barrio, llegando a destacarse de tal forma que en 1958, con sólo 13 años, integró como jardinero central el equipo Cubanitos (cantera infantil de los Cubans Sugar Kings) que viajó a Nicaragua para una confrontación internacional.
Aconsejado por el padre Santiago Mederos Rosario, que era el primer fans del y con el asesoramiento del veterano receptor profesional Gilberto "Chino" Valdivia, "Changa" se dedicó al box y en 1964 ya participaba en la I Serie Nacional de Béisbol, perdía un posible buen jardinero, pues al muchacho le gustaba batear y lo hacía bien, pero a cambio ganó un tirador que haría historia con los equipos de la capital y de la selección nacional, cuya franela vistió en cinco Campeonatos del Mundo, dos Juegos Panamericanos y dos Juegos Centroamericanos y del Caribe, así como en otros eventos internacionales por invitación.
Calidad, caballerosidad y amor sin límites a la causa de Industriales, La Habana y Occidentales, y sobre todo a la selección nacional marcaron la carrera del astro habanero, usando el número 32 en el uniforme. Bateaba y fildeaba bien, pero los que más le gustaba era pitchear, labor en la que desarrolló una de las mejores curvas hacia abajo del Béisbol cubano y una velocidad que oscilaba las 90 millas.
Muerte de Changa
En la madrugada del 10 de diciembre de 1979, en la intersección de Carretera del Lucero y la Calzada de Managua sufre un trágico accidente, del cual no se pudo recuperar muriendo el 15 de diciembre de 1979, con solo 34 años.
Gran Lanzador
Con la prematura desaparición física, la pelota revolucionaria perdió al mejor lanzador zurdo que había pasado por las series nacionales hasta ese momento. Entre los lanzadores zurdos fue el que más victorias alcanzadó en una temporada, 17 y el que más bateadores retiró por la vía de los Strikes, 208. Ambas cifras fueron registradas en la campaña de 1968-1969.En esa propia cita, se convirtió en el primer monticulista en ponchar a 20 jugadores en un desafío, hazaña que rubricó frente al equipo de Camagüey, el 30 de enero de 1969.
En 1968, había ganado ocho partidos por la vía de la lechada, guarismo que le permite compartir la primacía para un certamen con el villaclareño Carlos Gálvez y el santiaguero Norge Luis Vera.
Además, este serpentinero capitalino de gran curva fue el primer zurdo que acumuló cien triunfos e inauguró el club de los mil ponches en los campeonatos nacionales. Este último hecho se concretó el 8 de marzo de 1975, tras dejar con el madero en el hombro a Walfrido Ruiz, en el Estadio Latinoamericano.
Tres décadas después del fallecimiento, Changa Mederos ocupa la quinta plaza histórica en lechadas propinadas 41, el sexto peldaño en promedio de carreras limpias 1,97 y el décimo en promedio de ganados y perdidos 647, debido a las 123 sonrisas que esbozó ante 67 fracasos.
El expediente internacional de Changa se incluyen cinco campeonatos mundiales, dos Juegos Centroamericanos y del Caribe y los Panamericanos en Ciudad de México en 1975. Todavía se comentan los 21 ponches que le recetó a los mexicanos en los Centrocaribes de 1970 y el liderato en promedio de efectividad 0,00 en la justa del orbe de 1971, cuando fue escogido como el zurdo del Todos Estrellas.
Quería ser Jardinero
El baseball cubano perdía un posible buen jardinero, pues al muchacho le gustaba batear y lo hacía bien, pero a cambio ganó un lanzador que haría historia con los equipos de la capital y de la selección nacional, cuya franela vistió en cinco Campeonatos del Mundo, dos Juegos Panamericanos y dos Centroamericanos, así como en otros eventos internacionales por invitación.
El zurdo capitalino fue el primer lanzador en arribar a 1000 ponches en Series Nacionales, se puede decir que frente a las 123 victorias sufrió 67 reveses, ponchó a 1 420 adversarios de los 6 604 bateadores enfrentados oficialmente; dejó envidiable promedio de 1,97 carreras limpias por juego de nueve entradas.
Ponchó a 21 Mexicanos en los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe
Otra de las grandes demostraciones de Changa tuvo lugar en los XI Centroamericanos con sede en Panamá. 1970 al ponchar a 21 mexicanos, marca vigente aún. Eran días en los cuales se hallaba en gran forma, al extremo de que un año antes, en casa, le recetó 20 ponches a Camagüey, propinando en total 208 en toda la contienda para establecer un record que duró 32 años.
Fue por entonces que, de visita en el Estadio Latinoamericano, Whitey Ford, un estelarísimo pitcher zurdo de los Yankees de Nueva York, declaró que Changa lo tenía todo para triunfar en lo que los americanos llaman el Big Show, y hacía alusión Ford al parecido del cubano con el pequeño Bobby Shanz, también zurdo, un consistente abridor que los Yankees obtuvieron del Filadelfia para utilizarlo como relevista en los momentos difíciles.
Oferta de los buscadores de talentos
En los los centromericanos los buscadores de talento le ofrecieron a Changa $170,000 para lanzar en Grandes Ligas, el cual rechazó.Recibió muchas ofertas, pero se mantuvo firme como buen cubano, nunca traicionó los principios de la Revolución.
Debut en Series Nacionales
Debuta en la III Serie Nacional de Béisbol en 1964, temporada en la que exhibe credenciales como lanzador vistiendo las franelas del conjunto Occidentales junto a destacadas figuras de la época como el inicialista Pedro Chávez, el camarero Félix Isasi, el jardinero Rigoberto Rosique y los también serpentineros Isidro Borrego y Maximiliano Reyes, entre otros.
En los 16 torneos internacionales en los cuales tomó parte (5 Campeonatos Mundiales, 2 justas panamericanas e igual cantidad de Centroamericanos y otros topes y series del Caribe) triunfó en 28 partidos y sólo cayó en 6; le anotaron 23 carreras limpias, estrucó a 165 rivales y regaló 61 boletos, para un excelente promedio de 1.39. Brilló en los XI Juegos regionales de Panamá – 1970, en especial en el choque ante los mexicanos, equipo al que sacó 21 outs por la vía de los strikes.
Llegar hasta donde llegó, le costó mucho, tuvo que trabajar incansablemente para vencer el descontrol inicial y de él se decía, al igual que se dijo del inmenso Conrado Marrero, el Guajiro de Laberinto, que si pasaban del tercer inning ya no tendrían problemas, por ser este primer tercio del partido donde mayores dificultades solían afrontar con el control.
Una vez que entraban en caja, era muy difícil meterlos en aprietos. El ejemplo de Changa, y los resultados, deben servir de acicate a la gran cantidad de lanzadores que pueden tirar por arriba de 90 millas pero no han aprendido a tirar strikes, y mucho menos a poner la bola donde de verdad le duele al bateador.
Fue un excelente compañero, respetuoso y amable para con todos, dentro y fuera del terreno, lo que un colega llamó con acierto "un caballero" en toda la línea. Cuidaba con esmero la apariencia personal y antes de salir al terreno lustraba los spikes, de manera que no desentonaran con el impecable uniforme, siempre limpio, siempre bien cuidado. En los días de mayor esplendor, cuando resultaba virtualmente imposible pegarle a la endemoniada curva, desechó jugosas ofertas del profesionalismo porque, amante de su familia y de su patria, prestó oídos sordos a ofertas tentadoras para otros. Hoy, el terreno número Uno de la Ciudad Deportiva, se honra al llevar su nombre: Santiago Changa Mederos.
Hoy este virtuoso de la lomita, quien fue elegido entre los 100 mejores atletas del Siglo XX vive en el corazón de todos los cubanos amantes del béisbol. La diminuta figura y grandeza deportiva de Changa se multiplican en la pléyade de jóvenes que desean ser como él: pequeños gigantes del box.
Numeritos de Interés
En 15 campañas obtuvo los siguientes resultados:
Ofensiva: En 438 veces al bate conectó 72 hits, 7 dobles, ningún triple, 3 jonrones, anotó 33 carreras, para un average de 164, robó una base, fue cogido en una oportunidad, impulsó 34 carreras, recibió 66 bases y se ponchó 51 veces. Defensiva: Participó en 254 juegos, en 1628,2 entradas, sacó 36 outs, realizó 360 asistencias, cometió 23 errores, para un average de 945.
Pitcheo: Juegos lanzados 253, iniciados 220, completos 106, relevados 33, ganados 123, perdidos 67, dio 41 lechadas, salvó 6 partidos, tiró 1628,2 entradas, enfrentó a 5822 bateadores, le conectaron 1149 hits, para un promedio de 197. Ponchó a 1420 hombres, regaló 633 bases por bolas, de ellas 32 intencionales. Le dieron 149 dobles, 31 triples y 44 jonrones. Cometió 4 balks, 55 wild pitching y propinó 41 pelotazos.
Liderazgos en Series Selectivas
Fue líder en varias Series Selectivas, entre ellas se encuentran:
Serie de los 10 Millones en 1970. 9 juegos completos con el Habana, empatado con Roberto Valdés, de Orientales y Alfredo García, de Matanzas. Lechadas: 7.
I Serie en 1975, con el Habana. 10 juegos completos y 119,2 entradas lanzadas.
IV Selectiva 1978, con el Habana, 7 y 2.
Liderazgos en Series Nacionales
Líder en juegos iniciados: VIII Serie (1969, Habana), con 25; completos (IX-1970, Industriales),13; ganados (VIII-1969, Habana), 17; lechadas propinadas (VII-1968, Industriales), 8, y (VIII-1969, Habana), 6; entradas lanzadas )IX-1970, Industriales), 136,2, y (XIV-1975, Agricultores), 91,2; ponches (VIII-1969, Habana), 208; (IX-1970, Industriales), 143, y (XIV-1975, Agricultores), 92.
Verdugo de Azucareros
Coincidió el despunte de Changa Mederos con la consolidación de Azucareros, equipo que entre 1968 y 1972 se adjudicó tres títulos y dos terceros lugares en la pelota cubana.
Frente a este aguerrido plantel que representaba a la antigua provincia de Las Villas, el estelar lanzador del llamado brazo equivocado se lució de forma muy especial, pues los venció en 14 oportunidades, mientras cayó solamente en tres ocasiones.
Incluso, Changa llegó a eslabonar una cadena de nueve éxitos consecutivos a costa de los dulcísimos, antes de perder, 1-5 frente al relevista [[Andrés Leyva], conocido como el Curro el 23 de marzo de 1971.
Modelo de pelotero
Más allá de la rivalidad existente en el terreno entre Azucareros e Industriales, uno de los baluartes de aquel conjunto que defendía los colores del centro del país, Rolando Macías, conserva gratos recuerdos del desaparecido astro del montículo:
La primera vez que hice el equipo Cuba fue al mundial de República Dominicana, en 1969. Allí tuve la oportunidad de compartir el cuarto con él, Laffita, Huelga y Curro Pérez.
Después, en el mundial que se celebró aquí en Cuba, en 1971, volvimos a ser compañeros de cuarto. Recuerdo que cada vez que íbamos a salir al terreno llamaba por teléfono a su señora.
Vestía el uniforme de forma impecable. Sus spikes siempre estaban limpios. También en eso fue un modelo, concluye Macías.
Pelotero cubano, considerado entre los mejores lanzadores zurdos de su país de todos los tiempos.
Desde pequeño se interesó por el béisbol, que comenzó a practicar a los ocho años de edad en el complejo deportivo de Arroyo Naranjo, La Habana. Uno de sus primeros entrenadores fue el ex jugador profesional Ernesto (Chico) Morillas, muy conocedor de ese deporte.
Al principio, Mederos jugaba en los jardines y alternaba como lanzador, posición que más le interesó, aunque era un buen bateador y fildeador. A los trece años tomó parte en su primer evento internacional -un torneo escolar que se realizó en Managua, Nicaragua- como patrullero central.
Debutó en 1964 en la tercera Serie Nacional de Béisbol, como lanzador del equipo Occidentales, que contaba entonces con estrellas como el inicialista Pedro Chávez.
A pesar de que prometía mucho, Changa Mederos afrontó dificultades con su control, por lo cual no tuvo un inicio impresionante en el béisbol, al punto de que, en tres campañas, ganó un encuentro y perdió cinco, con 42 bases por bolas en 52 entradas.
Solo su constancia, entrega y disciplina en cada jornada de entrenamiento, hicieron que Mederos mejorara este importante indicador. En la Serie Nacional de 1967 se convirtió en el lanzador de mejores resultados del equipo Industriales, con trece victorias y solo cinco fracasos, y un impresionante promedio de 1,47 de carreras limpias por juego de nueve entradas (PCL). En los tres años posteriores (incluido un torneo especial denominado Serie de los Diez Millones, celebrado en 1970) archivó cincuenta y dos triunfos con veinte reveses. Catorce de esos triunfos los consiguió sobre otro de los grandes equipos de la pelota cubana, el de Azucareros. Así llegó a ganar un puesto entre los pitchers del equipo nacional para los compromisos internacionales de importancia.
En 1969 Changa Mederos tuvo una temporada memorable, que comenzó el día 30 de enero, cuando propinó, vistiendo el uniforme del equipo Habana, veinte ponches al de Camagüey, cifra a la cual ningún otro serpentinero cubano se ha acercado. Ese año sacó por la vía de strikes a 208 rivales, estableciendo una marca que se mantuvo vigente durante treinta y dos años -el mismo número que usaba en su uniforme. Además, ganó diecisiete encuentros. Un año antes, se había impuesto en ocho partidos por la vía de la «lechada».
Changa Mederos reunía excelentes condiciones deportivas. Sus lanzamientos en curvas eran tan impresionantes, que se los llamaba “endemoniados”. En una oportunidad, mientras bateaba uno de los más grandes sluggers de la pelota cubana, Antonio Muñoz, Mederos le tiró una curva que lo hizo arrojarse al suelo por creer que la bola le iba a golpear en la cabeza, pero el lanzamiento cayó en el centro del home para el tercer strike. La selecta curva de Mederos era una de las mejores vistas en cualquier liga de béisbol del mundo. También cruzaba con una recta rápida, muchas veces por encima de las 90 millas, lo que lo hacía un pitcher muy difícil de batear. Un caballero en el diamante, tuvo como línea de conducta el respeto a sus adversarios y a las decisiones arbitrales.
Changa Mederos fue el primer pitcher zurdo en llegar a cien triunfos en Series Nacionales, y tuvo el privilegio de ser el primero en llegar a mil ponches, cifra que alcanzó el 8 de marzo de 1975, cuando dejó en el home plate a otro lanzador, Walfrido Ruiz, en el Estadio Latinoamericano. Había endosado su primer ponche, diez años atrás, al camagüeyano Miguel Cuevas, el 18 de febrero de 1965. Cuevas, por su parte, fue el pelotero que mejor bateó a Changa de por vida.
Intervino en cinco Campeonatos Mundiales (República Dominicana, 1969; Colombia, 1970; Cuba, 1971; Nicaragua, 1972, y Colombia, 1976), de los cuales ganó cinco, perdió solo uno y tuvo un excelente promedio de 0,98. Tomó parte también en los Juegos Deportivos Panamericanos de México (1975), con 1,38 de promedio de carreras limpias PCL. En dos Juegos Centroamericanos y del Caribe (Panamá, 1970, y Colombia, 1978) archivó 2-0 con 2,70 de PCL.
En los XI Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Panamá, Mederos ponchó a veintiún bateadores de México, lo que significó que solo siete rivales escaparan de los strikes del estelar lanzador cubano. En el Campeonato Mundial de 1971, en La Habana, lideró el importantísimo promedio de carreras limpias con 0,00, lo que le valió ser considerado el mejor pitcher zurdo de la lid, y por tanto seleccionado para integrar el equipo Todos Estrellas.
En quince Series Nacionales, Changa Mederos legó impresionantes cifras, que lo distinguen como uno de los mejores pitchers históricos de Cuba. Abrió 220 juegos, de los que completó 106, con 123 éxitos y 67 derrotas. Tiró 41 partidos de nueve ceros y salvó el juego en seis oportunidades, cuando actuó como relevista para preservar una ventaja. Trabajó en 1 628 y dos tercios de innings, en los cuales solo permitió 356 carreras limpias, lo que le hizo terminar con un envidiable 1,97 promedio de efectividad. Toleró 1 149 hits, entre ellos 149 dobles, 31 triples y 44 jonrones; ponchó a 1 420 bateadores rivales, y solo le batearon para un paupérrimo 197 de average. Cometió cuatro balks (movimientos ilegales a la hora de lanzar), tiró 55 wilds (envíos que se escapan al receptor) y propinó 41 pelotazos.
Por entonces no existía la categoría de bateador designado, por lo que el lanzador tenía que ir al cajón de bateo. Changa solo compiló para 164 (72 indiscutibles en 438 turnos) con siete dobles y tres cuadrangulares, 34 carreras impulsadas, 33 anotadas, 66 bases por bolas y 51 ponches. Entre sus registros más importantes en Series Nacionales sobresalen tres liderazgos en ponches (1969, 1970 y 1975) y los ya mencionados diecisiete juegos ganados en 1969, aunque nunca tuvo el privilegio de ser líder en promedio de carreras limpias por juego de nueve entradas.
Santiago Mederos fue uno de los mejores lanzadores zurdos de Cuba en el último medio siglo. Sentó cátedra defendiendo la chamarreta del equipo Cuba, y, dentro de las fronteras, las de Industriales, Occidentales y Habana, equipos en los cuales militó en tres lustros de actuación.
Changa sufrió un accidente de tránsito el 10 de diciembre de 1979 y, a pesar del esfuerzo médico, falleció cinco días después, a la edad de treinta y cuatro años. Sus restos mortales fueron sepultados en el cementerio de Calabazar, su municipio natal, pero desde 2007 descansan en la Necrópolis Cristóbal Colón. Su muerte fue una pérdida irreparable para el deporte en Cuba.
Santiago Changa Mederos fue elegido, con justeza, entre los cien mejores atletas del siglo xx en su país.