Prestigioso especialista en Ginecología y Obstetricia, Roque Roque Frías nació en el poblado de Guara, Melena del Sur, provincia La Habana (hoy Mayabeque). «Roque Roque», como acostumbraban llamarle cariñosamente, se graduó de Doctor en Medicina en abril de 1962.
Había comenzado a estudiar la carrera antes del triunfo revolucionario del 1ro. de enero del 1959 y tuvo que interrumpir los estudios por el cierre de la Universidad de La Habana, en 1956, durante el régimen de Batista.
Una vez graduado, fue designado a cumplir el Servicio Médico Rural en el Hospital “Emilio Bárcenas”, Mayarí Arriba, antigua provincia de Oriente. Posteriormente, es ubicado en el Hospital Rural de “La Pimienta” y luego, por necesidades del servicio, fue trasladado al Hospital General de Niquero en funciones de director del mismo.
Hablar de «Roque Roque», significa hablar del maestro, del ginecobstetra, del salubrista, del jaranero criollo que, con su cubanía sin igual, su eterna sonrisa y jovialidad, transmitía optimismo y confianza en todo momento.
Culminó esa etapa de trabajo como Coordinador del Servicio Médico Rural en Manzanillo, Campechuela y Niquero, localidades pertenecientes entonces a la Región de Manzanillo de la Provincia Oriente Sur, antigua Provincia de Oriente.
Al llamado de desarrollar la docencia médica en Santiago de Cuba, capital provincial, el Dr. Roque se incorporó como el primer residente de Obstetricia y Ginecología en Santiago de Cuba. Al unísono fungía como subdirector de Asistencia Médica del actual Hospital Materno Norte “Tamara Bunke” de dicha ciudad.
Culminó la especialización en la maternidad del Hospital General Universitario “Calixto García”. Ya como especialista en Obstetricia y Ginecología, fue nombrado subdirector del Hospital Materno “Eusebio Hernández Pérez” (Maternidad Obrera). Sus dotes organizativas, sensibilidad humana, sentido de pertenencia y convicciones éticas, morales, profesionales, docentes, investigativas y patrióticas, mantenidas por sus más de ocho décadas de vida, convergieron para que asumiera la responsabilidad de Director de la anteriormente referida institución, hasta que el entonces Ministro de Salud Pública, Dr. Helidoro Martínez Junco, le instó a asumir la Dirección Regional de Salud de Centro Habana, (municipios Centro Habana y Habana Vieja) y, posteriormente, fue nombrado Director de la Dirección Regional de Salud de Marianao, integrada por los (actuales municipios de Marianao, La Lisa y Playa).
Culminada su labor como Director Regional, apoyando siempre la especialidad estudiada, fue designado Jefe Provincial de Obstetricia y Ginecología de la antigua Provincia La Habana (actuales provincias La Habana, Mayabeque y Artemisa). Fue luego, con mayor experiencia y experticia como salubrista, designado Director del entonces Hospital Ginecobstétrico “Clodomira Acosta”, originalmente Clínica Privada “Cardona” fundada en la década del 40 (actualmente sede del Instituto de Hematología e Inmunología “Doctor José Manuel Ballester Santovenia”.
Regresó más tarde al Hospital Materno “Eusebio Hernández” donde se desempeñó en varias responsabilidades como subdirector de la institución y jefe del servicio de Obstetricia, entre otras. Al desaparecer el Instituto de Desarrollo de la Salud (IDS), en 1986, y crearse en la edificación que ocupaba la institución un Hospital Materno Infantil perteneciente al complejo docente-asistencial-investigativo del Hospital “Julio Trigo” del municipio Arroyo Naranjo, es nombrado jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Ciencias Médicas “Julio Trigo” de la actual Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Al unísono fungía como responsable docente del Materno Infantil. Sería ubicado más tarde en el actual Hospital General Docente “Enrique Cabrera”, conocido como Hospital Nacional de Alta Habana, donde laboró hasta su partida física, este 1ro. de enero de 2023.
En esa institución asumió las responsabilidades de subdirector del área Materno Infantil, jefe del Servicio de Obstetricia y, además, jefe del Departamento Docente de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Ciencias Médicas “Enrique Cabrera”, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana y colaborador de los Servicios Médicos del MININT.
Fue ferviente defensor del Método Clínico, que él llamó «el corazón de la Medicina» y que «debía ser elemento central y primario en la formación del médico”.
Especialista de Primer y Segundo Grado en Obstetricia y Ginecología, Profesor Auxiliar con más de 52 años en la docencia, Profesor Consultante, Máster en Atención Integral a la Mujer, Diplomado en Educación Médica Superior, Miembro de Honor de la Sociedad Cubana de Obstetricia y Ginecología, el profesor Roque Roque Frías, durante su fructífera existencia, recibió múltiples distinciones,
Miembro de Tribunales de examen de especialización y autor de varios libros sobre su especialidad y publicaciones en revistas cubanas y extranjeras.
Sus participaciones en eventos nacionales y foráneos, en cursos impartidos dentro y fuera de Cuba, así como su actuar consecuente con sus ideales, lo hacen acreedor de una extensa y brillante hoja de vida, digna de ser conocida en profundidad por las actuales y futuras generaciones de ginecobstetras, salubristas y alumnos de Medicina.
Acompañaba al Profesor Roque Roque Frías una personalidad sui generis al que amigos personales y exalumnos le atribuían una mezcla de humor fino y un sabor muy criollo y popular de entender nuestro mundo actual.
Fue Roque Roque de las personas que con el brillo de los ojos transmitían fuerzas para luchar por alcanzar lo que se anhela, lo que provocaba una fuerte conexión con todo aquel que se le acercara virtual o personalmente, fueran pacientes, estudiantes, colegas, amigos.
Roque Roque militó en el bando de los optimistas, de los que piensan y actúan como Don Quijote con su adarga al brazo, de los que intuyen, presienten, creen que todo puede ser posible.
[Tomado de las Notas Biográficas del doctor Roque Roque Frías presentadas por el doctor Luis Suárez Rosas a partir del artículo “Aportes de la silla a la Medicina” de la autoría de José Antonio de la Osa, disponible en su versión original en el periódico Granma, así como del cuento “El tipo que creía en el Sol” de Héctor Zumbado Argueta, disponible en su versión original en La Jiribilla].