Es dueño de la gran colección de arte moderno y contemporáneo que recaló en Toledo y Cuenca, España, entre 2019 y 2020. Fue amigo de artistas, banqueros y ‘celebrities’ en el Nueva York de los años setenta y ochenta. Pasó cuatro años en detención preventiva; probó su inocencia; y fue liberado a la conclusión de su juicio. Renació.
Nacido en Cuba, Polo y su familia, que había hecho un gran capital con la construcción de tanques para refinerías de petróleo, puentes, ingenios azucareros y destilerías, huyeron de la Cuba castrista. La vida llevó a Roberto Polo a Lima, Miami, Nueva York, Massachusetts, Washington D.C., París, Bruselas y ahora Toledo, España.
Su biografía es fascinante, se parece a uno de esos gráficos de empresa con sus picos y sus simas. Se formó en la prestigiosa Corcoran School of Art de Washington D.C.; pintó, lo dejó, volvió a pintar; dirigió la galería de arte del grupo Rizzoli en Nueva York, donde organizó exposiciones como Fashion as Fantasy, donde por vez primera la moda es tratada como expresión artística, o las dedicadas a Erté y Alphonse Mucha; fundó una empresa que manejaba las inversiones de importantes personas, Private Asset Management Group; creó colecciones de arte francés de los siglos XVII al XX, de arte moderno y contemporáneo, y de gemas y joyas, consideradas las más importantes del siglo XX.
Por sus múltiples vidas navegando a través de los mares ignotos de la historia del arte, identificando, investigando y arrojando luz sobre artistas, movimientos y épocas fundamentales que habían caído injustamente en el olvido, Roberto Polo fue bautizado como “El Ojo” por el periódico francés Le Figaro en 2004.
Las colecciones de Roberto Polo, compuestas por obras de las bellas artes, de las artes aplicadas, piedras preciosas y joyas históricas, que abarcan cinco siglos y diversos continentes, han sido calificadas de “antológicas” por la prensa internacional especializada. En 2011, la editorial Frances Lincoln Limited de Londres publicó Roberto Polo. The Eye, un libro muy premiado que analiza la evolución visual del coleccionista.
Roberto Polo nació en La Habana, Cuba, su familia es de origen español, italiano y francés. Es artista plástico, historiador y coleccionista de arte, filósofo, filántropo y connoisseur. Uno de sus ilustres antepasados, José Castro González, intelectual, compositor y director de orquesta gallego, fue condecorado por Charles Gounod y Ambroise Thomas en la Exposición Universal de París de 1889.
Roberto Polo fue reconocido como un “prodigio del arte” a los 14 años por el estado de Virginia y obtuvo numerosas becas por méritos, entre ellas las de la Pan American Union, la Ford Foundation y todos los centros de estudios superiores a los que asistió. Estudió bellas artes, historia del arte y filosofía en la Corcoran School of Art y en la American University de Washington D.C., así como en la Columbia University Graduate School de Nueva York. Fue diplomado por las tres instituciones mencionadas.
En 1967 y 1969, una sala que hizo época, la Jefferson Place Gallery de Washington D.C., presentó la obra de Roberto Polo en exposiciones individuales. Otros artistas representados por esta galería fueron Thomas Downing, Morris Louis, Howard Mehring, Kenneth Noland y Gene Davis, quien describió a Roberto Polo como “la estrella emergente del arte estadounidense”.
Años después, Roberto Polo celebraría muestras individuales en las galerías Enrico Navarra de París, Dante Vecchiato de Padua y Vicenza y Ramis Barquet de Nueva York. Adquirieron obra suya museos como el Newark Museum, la Corcoran Gallery of Art y la National Collection of Fine Arts de la Smithsonian Institution de Washington D.C.
Roberto Polo tuvo un papel crucial en la creación del departamento de Fine Art Investment Services de Citibank N.A. de Nueva York, el primero en su género en la historia del sector bancario. Dirigió tres importantes galerías: Jacob Frères Limited en Nueva York, Galerie Historismus en París y Roberto Polo Gallery en Bruselas.
Como filántropo, no solamente patrocina a artistas de diferentes expresiones sino que además es mecenas y donante de multitud de instituciones culturales, entre ellas: Musée du Louvre; Musée des Arts Décoratifs y La Maison Européenne de la Photographie de París; The New Art Gallery de Walsall; Carnegie Museum of Art de Pittsburgh; The Nelson-Atkins Museum of Art de Kansas City; Musées royaux d’Art et d’Histoire de Belgique, Flagey, Théâtre Royal de la Monnaie y Musée Horta de Bruselas; Museo Nacional de Gdańsk; Museo de la Historia de los Judíos Polacos de Varsovia; Philadelphia Museum of Art; Minneapolis Institute of Arts; Musée Condé, Château de Chantilly; Victoria and Albert Museum de Londres; Save Venice Organization Inc. y The Metropolitan Museum of Art de Nueva York, donde su nombre está tallado en piedra.
Algunas de las numerosas menciones honoríficas que le han sido otorgadas son: Commandeur de l’Ordre des Arts et Lettres de la République Française (París, 1988); Premio Capital Arte al Mecenazgo Internacional (Madrid, 2016), y Premio Fuera de Serie, Personaje del Año, categoría Filantropía, (Madrid, 2017).
Kathryn Hiesinger, conservadora jefe de artes decorativas europeas del Philadelphia Museum of Art, ha dicho de él: “Roberto Polo es un coleccionista brillante y enigmático, un gigante del universo artístico. Está enamorado del arte y es un figura de culto”.