Raúl Guinovart Díaz es el decano de la Facultad de Matemática y Compu.tación de la Universidad de La Habana. Licenciado en Educación en la especialidad de Matemática de la promoción de 1984, Guinovart siempre tuvo siempre inclinación por la enseñanza. La Matemática es su lenguaje preferido y lo hace a través de un gráfico, una curva, un algoritmo. Raúl Guinovart Díaz se siente cómodo en ese ámbito que le posibilita, sobre bases científicas, realizar predicciones y pronósticos.
Ginovart concitó la atención de muchos cubanos cuando expuso los posibles estimados de evolución de la COVID-19 en Cuba, a partir de modelos matemáticos que se expresaban en curvas, expresión de cantidades de posibles casos en el país en el transcurso de las siguientes semanas. Aunque el cumplimiento de los estimados más o menos favorables, dependían de numerosos factores sociales, difíciles de predecir, la vida ha venido confirmando estos pronósticos.
Hijo de una familia humilde y numerosa, reconoce que todos sus conocimientos los adquirió en la escuela a través de sus profesores, incluso su gusto por las matemáticas. Nació en el Vedado, nadó en el Malecón, crió palomas, empinó papalotes y chiringas y durante los carnavales construyó carriolas y chivichanas. Jugaba con los adultos del barrio a las damas, el parchís y el ajedrez, le gustaban las estadísticas que había en ellos. Y tenía la cualidad de inventar muchos pasatiempos de mesas con papeles y cartones
Raúl estudió en el preuniversitario Saúl Delgado, del Vedado. Era un alumno normal que sacaba buenas notas y tenía cierta habilidad para las matemáticas. Por esa época se estaban solicitando maestros para la enseñanza media y media superior y aunque algunos no querían el se interesó y así accedió a estudiar en la Universidad Pedagógica de La Habana.
Entre los años 1982 y 1984 formó parte del Destacamento Pedagógico Internacionalista “Che Guevara” y junto a un grupo de compañeros fue a Angola a dar clases. Allí vivió experiencias increíbles. Fue un trabajo complejo y motivador. Terminó los estudios universitarios en 1984.
En los años 90 del pasado siglo, Raúl Guinovart ejercía su profesión en el Instituto Superior Pedagógico “Enrique José Varona” hoy Universidad de Ciencias Pedagógicas en Ciudad Libertad, en el municipio de Marianao. Un concurso de oposición lo llevó a presentarse en la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana para formar parte de su plantilla de profesores.
Había varios competidores con mucha experiencia, pero no se desesperó y se preparó bien, y así ganó la plaza.
“La Colina es un lugar especial para la ciencia en Cuba en todas las áreas. Los profesores, los investigadores y, sobre todo los estudiantes, son geniales. Trabajar aquí fue un sueño que tuve y lo pude cumplir”, ha expresado.
En 1993 hizo una maestría en Matemática en la Universidad de La Habana y luego un doctorado.
Desde el año 1996 trabaja como profesor de la Facultad y en el 2013 asume la función de Decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana pero aún así sigue dando clases a los estudiantes del curso regular diurno y en ocasiones, a los de postgrado. Así ha impartido Topología para la carrera de Matemática y Análisis Matemático en la Facultad de Física.
Trasmitir el amor por la matemática requiere mucha dedicación y Raúl Guinovart es consciente de ello.
La matemática, señala el especialista, “educa el pensamiento lógico y la intuición. Además, es el lenguaje de la ciencia; ella subyace en la raíz de todos los problemas. Tiene un sentido práctico, estético y sirve para explicar los fenómenos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento”. De igual forma, “puede anteponerse a lo que va a suceder, ayuda a predecir, a estimar y mejorar los procesos productivos y de los servicios, haciéndolos más eficientes. Contribuye a develar patrones y a establecer relaciones que no son evidentes”.
Los graduados de esta profesión pueden formar parte de equipos multidisciplinarios en los centros de investigaciones y resolver problemas simulando situaciones que ayuden a decidir la mejor forma de proceder.
A raíz de la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2, los científicos cubanos han tenido un papel protagónico. Raúl Guinovart, junto a otros colegas estuvieron involucrados en la creación de un modelo matemático que reflejaba cuándo sería y cómo iba a comportarse el pico de la enfermedad en la Isla.
En relación a los modelos matemáticos utilizados para ser aplicados en esta enfermedad, Raúl Guinovart advierte que estos pueden ser modificados en dependencia de la actitud de las personas. Por eso es que tienen un rango de validez muy relativo, ellos orientan y ayudan a tomar decisiones para mejorar los resultados que se quieren.
El Dr. Raúl Guinovart siempre ha pasado inadvertido entre la gente de su barrio, por lo que salir en la televisión explicando los resultados obtenidos con el modelo creado lo puso en la mira de todos. Ahora hay muchos profesores trabajando en modelos y el análisis de diferentes problemáticas que puedan aparecer, como cuántas camas hospitalarias nos harían falta si aparecen nuevos casos, cómo rotar al personal médico, que efectividad han tenido diferentes medicamentos o tratamientos. Existen diferentes teorías matemáticas y en ellas participan varios grupos de colegas con muy buenos resultados.
Tiene experiencia científica teórica, ha trabajado con amigos en un grupo de investigación de Modelación de Materiales Compuestos, lo ha hecho por más de 25 años, publicando artículos científicos y ha ganado varios premios de la Academia de Ciencias de Cuba.
Esta labor forma, obliga a pensar en un problema a todas horas, a mirarlo desde diferentes puntos de vista, a no dejarte llevar por las emociones y a desconfiar de tu trabajo hasta que logras una respuesta que puedas probar con alguna teoría matemática.
Raúl Guinovart tiene como proyectos encaminar la carrera de Ciencias de Datos y el Laboratorio de analítica de datos que quieren abrir en la Facultad de Matemática y Computación.
Además, continuar la investigación en temas de salud y el desarrollo de modelos matemáticos y seguir la línea de materiales compuestos que ha trabajado durante años.
No obstante, ahora todo es más complejo para él. Acostumbrado al anonimato que le daba su profesión, ha tenido que aprender a convivir con el reconocimiento colectivo.
“La investigación fue algo que siempre hice sin que la gente lo notara. Los artículos los disfrutaba en silencio y con pocos amigos. Cuando terminaba de escribir uno, ahí estaba el otro esperando.
“En estos momentos, las personas se fijan en lo que haces, algunos te aplauden y otros te cuestionan. Sobre todo, hay quien espera que les des alguna idea de lo que pasará y buenas noticias. Ayer era invisible y hoy hablo con ministros y mucha gente importante. En verdad me asusta y no paro de trabajar. Espero que esto pase, con la pandemia.
Raúl Ginovart tiene un hijo, matemático, graduado de esta Facultad, que en este momento está haciendo un doctorado en el exterior, están su esposa y él solos. La esposa le ayuda muchísimo, no de ahora, porque ser decano de una Facultad lleva mucho sacrificio y trabajo, y ella le apoya mucho, ella también tiene su responsabilidad, es jefa de departamento, es bioestadística, trabaja en la Facultad del Calixto García, es una profesional.