Pedro Fariñas es un auténtico rumbero. Siempre ha vivido entre tambores e instrumentos de percusión, y entre fiestas afrocubanas: un ambiente de clima emocional de la rumba, una fiesta callejera de solar de gente con pocos recursos económicos que quiere divertirse. En el año 2014 junto a otros destacados del género fue nominado como Rumbero Mayor.
Fariñas cuenta: "En mi casa éramos pobres y la comida escaseaba. Entonces yo me iba a los bembé, donde se podía comer diversos tipos de dulces, refrescos, aguardiente, harina de maíz, cake..."
Fariñas nace en el centro mismo de la rumba, en los alrededores de la Timba, exactamente en el Callejón del barrio Pelusa, frente a la estación de ómnibus nacionales. Pelusa formaba un triángulo con el callejón Méndez, donde está la plaza de la Revolución y la periferia del Cementerio Colón. "Este triángulo era el gran centro de la rumba capitalina. Allí acudían todos los grandes de la música de tambores que llegaban de todas las zonas rumberas: Salguera, Virulilla, Juan Bosco, Chavalonga, Macho, Boncó, Primitivo Rodríguez Cú, toda la cofradía de abakuá de Matanzas, de los Muñequitos, la familia Chappottin, en fin toda la flor y nata timbera".
Aquellas rumbas eran peligrosas, sonaban con mucha vida. "En la rumba que no hay broncas, no es rumba auténtica -asegura Fariñas-, en la controversia se forma la rivalidad a través de las puyas. El aguardiente, el ritmo frenético, lleva a un éxtasis sin medida. La policía aparecía y ponía orden en la situación. Habían policías muy connotados por su violencia: Fantasmita, Garrido y Piñeiro (apodos de dichos personajes)".
Fariñas alcanzó gran experiencia en tocar todo tipo de rumbas, con sus diversas variantes como el Yambú ó la Columbia, también tocada en los bembé, fiestas de congo y rumbas de cajón muerto.
"Los inicios de las rumba -dice- era con medios humildes ya que era música de pobres. Dos cajones de bacalao, una caña brava dos cucharas y un par de claves. Con estos elementos se conseguía una música muy rica, con ritmo muy emblemático, expresivo y versátil. Estos músicos recurren a una extensa gama de toques, para lograr la calidad tímbrica esencial".
Los cajones de bacalao o de velas eran muy valiosos para requintar: término que designa un instrumento de sonido agudo, como la familia de los clarinetes. Las cucharas y las claves ocupan otro plano tímbrico, que va desarrollando figuraciones rítmicas constantes; estructuras con impulsos cortos. A veces se usan también unas sonajas (una especie de maraquitas) que están hechas de hojalata y metal, también usadas en la música bantú, el requintador se las coloca en las muñecas.
Toda rumba comienza con una parte de canto de carácter expositivo, de propuesta, seguido de otra parte donde interviene el coro. Más tarde se interrumpe la rumba con la intervención de los espectadores y de los integrantes, en un baile muy característico, solo cuando la rumba es de la modalidad Columbia. Estos tres actos de la rumba tienen un desarrollo propio, cuyas variantes determinan modalidades diferentes del mismo complejo folklórico que es la rumba.
Podemos encontrar tres variantes de la rumba:
-El Yambú, es un rito lento, donde los bailadores adoptan una actitud de ancianidad, mostrando una dificultad en los movimientos. Es una canto corto al que le precede un tarareo llamado Diana y sirve para la preparación de la entrada del coro.
-En el Guaguancó el ritmo es más figurativo y más rápido. Los pasos son más desarticulados y la pareja inicia un juego de atracción y repulsión.
-La Columbia tiene un baile, unos gestos y unas posturas muy miméticas: se imita a un cojo, a un epiléptico, se gesticula como torear, pescar, disparar, etc.
Fariñas alcanzó un gran dominio en los toques de las Fiestas de Congo, también llamada música de palo; donde se emplean dos cajones o tres tumbadoras y una guataca azadón. En la fiesta se come cake y ajiaco, y se toma aguardiente. El palo puede durar hasta tres días, entonces se asa un cerdo o un ternero. En muchas ocasiones la extinción de la fiesta provoca broncas a machetazos, algo muy primitivo.
Fariña a los 15 años se rayó en congo, coronó el muerto. Es hijo de 7 rayos en congo, es abakuá (barundi en potencia). En congo es 7 rayos brillumba, gajo musundi. Es omoa añá, juramento hecho en un tambor de ceremonia, autorizado a tocar tambores de fundamento.
Con varias producciones; junto a Merceditas Valdés grabó Congas y Comparsas y Babalú. Junto a Ángel González (Conjunto Folklórico Nacional), Alfredo Lafita y Luís Crespo, editó con Envidia, la producción Ecué Tumba (amigo tumbador) "Buenavista en Guaguancó", donde se incluían diferentes géneros de rumba: Guaguancó, Columbia, Yambú, Abakuá ..
Fariñas viajó con la rumba Canadá, Venezuela y Colombia y en su carrera ha hecho varias incursiones en diversas películas. Destaca su actuación en el filme "Maria Antonia", y en documentales tales como: "¿Quién Baila Aquí?" junto a Yoruba Andabo, "Yo amo A María" y "Maldito Solar", recibiendo varios premios por sus intervenciones.
Fariñas es maestro de rumba y percusión en varias escuelas, pertenece a Percuba y además es miembro de la UNEAC. Con este aval Fariñas queda situado entre los grandes de la rumba.
Agrupaciones:
-Los Muñequitos de Matanzas
-Rumboleros
-Ventú Rumbero
-Yoruba Andabo
-Écue Tumba
Composiciones:
Discografia:
-"Fariñas el Rumbero" (Envidia A70 7124)
Filmografia:
-"¿Quién Baila aquí?"
-"Yo Amo a María"
-"Maldito Solar"