Entrevistador por excelencia y hombre de la radio fundamentalmente. Fundador de Radio Habana Cuba. Fue director de Radio Taino.
En Ciego de Ávila hizo radio por primera vez a los nueve años, porque su padre “tenía una visión muy grande de lo que era la radiodifusión y la radio comercial de la época y le compró una planta de radio a su nené como el que le compra a su hijo un tren eléctrico”. Así, poco a poco, le fue entrando el bichito de la radio.
Como entrevistador se inició en 1959 y, sin saberlo, se adentró en aquel mundo que como el mismo dijo, “no conozco porque es siempre nuevo”. Pocos años pasarían para que dominara el oficio que le permitió hacerse amigo de sus entrevistados.
Todos aquellos que alcanzaron conocerlo afirman que era un lector empedernido, el mejor regalo que se le podía hacer era un libro; dominaba todos los temas, poseía vasta cultura a pesar de solo haber obtenido el bachillerato y un título de locución de la época.
De 1971 a 1986 transmitió por Radio Habana Cuba el programa Formalmente informal, de entrevistas a destacadas personalidades, una selección de las cuales recogió en un libro. Fue director de Radio Taino.
Su esposa, Virgen Gutiérrez, ha dedicado los últimos diez años a recapitular y hacer realidad los sueños de Castellanos: “El Orlando que yo conocí no es ajeno al que conocieron sus amigos, era una persona muy abierta, con un amor increíble a la vida, apasionado en su trabajo, un ser humano, sobre todo, muy fraternal.
Entrevistador por excelencia, el mejor del siglo XX en Latinoamérica, fue un maestro del periodismo y de periodistas. “En la radio he hecho de todo, yo hasta he barrido la planta, he sacudido los controles, he pulido los micrófonos, he sido operador-locutor simultáneamente (…)”, explicó Castellanos en una entrevista concedida a Rafael Alcides.
Creó y realizó Formalmente Informal, espacio que le dio renombre internacional, pues conquistó más de 20 millones de radioescuchas por todo el mundo, según encuesta realizada esos momentos por la emisora. El título se aceptó de tal manera que fue uno de los programas más difundidos que ha tenido la radio cubana.
En entrevista realizada por Rodolfo Mignini, puntualizó: “Formalmente Informal fue un sueño de muchos años que venía arrastrando desde Ciego de Ávila y que solo pude realizarlo exactamente en 1971, en Radio Habana Cuba (…), presenté el proyecto que sintetizaba ese viejo sueño de algo que fuera diferente cada día, que no se pareciera a nada, (…) que fuera totalmente informal pero con cierta formalidad, yo no quería amarrarme a un cartabón, que no me aburriera hacer siempre lo mismo (…)”.
El programa tenía que ver mucho con la personalidad de Orlando, era un hombre inquieto, odiaba la rutina, le gustaba variar, crear, y Formalmente Informal le daba esa posibilidad.
Periodista de nombre y éxito, atesoró más de 5 mil entrevistas, realizadas a casi todas las personalidades más importantes de la literatura y las artes de estos tiempos, así como a los humildes e interesantes personajes que encontró en su andar por la vida, que supo disfrutar hasta el último minuto.
Entrevistó a figuras de la talla de García Márquez, Carpentier, Dulce María Loynaz, Julio Cortázar, Nicolás Guillén, Bola de Nieve, René Portocarrero, Carilda Oliver Labra, Alicia Alonso, Roberto Fernández Retamar y muchos más, que han llegado para inscribirse junto a él en la historia de la cultura latinoamericana.
No obstante, durante su carrera periodística y después de reunir tantas vivencias, confesó que su mayor anhelo era una conversación con el poeta Lezama Lima y la catalogó su entrevista perdida.
Castellanos, en el empeño porque su obra no quedara en las palabras, publicó varios libros, para extender su inmenso caudal de ideas y pensamientos a las generaciones venideras, el extenso material publicado atesora una fragua de vivencias y anécdotas de los entrevistados. Constituyen obra imperecedera.
Es génesis de uno de los grandes ejemplos de cómo hacer radio de verdad. “Que la gente piense que soy como yo creo que soy”, así decía este hombre que vivía para su profesión y satisfecho siempre del trabajo realizado.
Numerosos premios en concursos periodísticos. Distinción por la Cultura Nacional.