Reconocido y consagrado locutor de la radio cubana. Voz líder de Radio Rebelde. Considerado uno de los mejores conductores de la radio cubana. A pesar de su corta edad en la radio, se destaca por la simpatía que emana junto a las ondas radiales, por su riqueza en el léxico, su dominio de la técnica y dinamismo, siendo considerado como joven paradigma de la cultura idiomática.
Magdiel estudió Licenciatura en Información Científico-Técnica y Bibliotecología, en la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana. Ha participado en un amplio número de talleres y eventos de superación en la radio.
Siendo aún muy joven se vinculó al mundo de las noticias que reportaba para Órbita matinal como corresponsal pioneril de su Secundaria Básica en su ciudad natal Las Tunas. Grabar uno o dos minutos le provocaba una felicidad innombrable. El era de esos oyentes que llamaban sin cesar a las emisoras y participaban en los espacios. Así comenzó a vincularse con Radio Victoria. Trataba de aprovechar al máximo el tiempo allí: lo mismo preparaba una producción musical, que atendía los teléfonos; observaba atento el quehacer de los directores... Hasta que un buen día faltó un locutor y el director Eddy Crespo Vargas, ahora en Tunasvisión, le dio la oportunidad de sentarse en la cabina.
Esa experiencia, que empezó a ser cotidiana, se interrumpió cuando matriculó en el Preuniversitario en Holguín. Pero cuando regresaba a la casa el fin de semana, se llegaba a Radio Victoria para realizar a cuatro voces el programa juvenil Comando, que salía al aire los sábados, a las cuatro de la tarde.
Ya después se trasladó a La Habana para estudiar Información Científico-Técnica y Bibliotecología, en la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana. Se vuelve a vincular a la radio gracias otra vez a Eddy Crespo. Antes había tenido una experiencia efímera en Radio Metropolitana. Cuando cursaba el tercer año de la carrera en el año 1997, una noche encontrándose en una larga cola del Festival Internacional de Cine Latinoamericano conoció que en Radio Cadena Habana (RCH) buscaban a un locutor. El mismo Eddy Crespo le introdujo para que le hicieran las pruebas. Recuerda que se sentó al lado de Laritza Camacho. Le pidieron que improvisara, presentara un tema musical y después la entrevistara como si se tratara de Liuba María Hevia. El director quedó satisfecho y se integró al colectivo de Siete y treinta juventud, donde permanecíó por siete años. Hubo un momento en que llevaba cuatro programas diarios. Salía de la Universidad a la una de la tarde, y de cinco a nueve, se convertía en un hombre-radio: la revista Entérese, el Noticiero Provincial de Radio de Cadena Habana. Así continuó incluso cuando empezó a trabajar en la Academia de Ciencias de Cuba, en el Capitolio, como especialista en Información Científica, tarea que luego no continuó al recibir la posibilidad de hacer más programas en RCH.
Decidíó entonces dedicarse por entero a esta profesión de locutor. En el año 2005 llega a Radio Rebelde. Allí se inició en el popular espacio MB Caribe, que había sido conducido por figuras reconocidas como Joaquín Mulén, su fundador; Eduardo Ferrer. Estuvo a prueba desde noviembre hasta el 31 de diciembre, cuando Ramón Espígul, su director, le dijo: El programa es tuyo.
Entró a Haciendo Radio para sustituir en las noticias nacionales a Luis Rodolfo Serra durante 15 días, con Luis Morlote Rivas, Presidente entonces de la AHS, como director. Luego, en agosto del año 2006, Morlote le llamó para que asumiera las noticias culturales. Aceptó inmediatamente y se le propuso entonces la conducción, después de que Carlos Figueroa decidiera regresar a Sancti Spíritus.
Apareció en la televisión, en programas como Con signo de amor, del Canal Educativo, y la revista Hola, Habana, del Canal Habana.
Confesiones de Magdiel Pérez Labrada
Trabajo de madrugada: A pesar de que es duro y muy exigente el rigor de las madrugadas, me siento muy a gusto, porque contamos con un director que aglutina, une, refuerza las potencialidades de cada cual e intenta minimizar los malos ratos. Es un equipo muy bien llevado en sentido general y donde cada cual sabe la función que le corresponde. Comenzamos a llegar aquí a las tres de la madrugada, el programa termina a las 9:00 a.m. pero el del día siguiente comienza cuando termina el de hoy, y para estar preparado no puedes alejarte mucho del mundo y de las noticias. El programa es un tren demoledor de hombres y mujeres. Por los horarios y el ritmo, por la responsabilidad que tenemos con la audiencia y con la propia emisora.
Locución actual en la radio y el trabajo para los jóvenes : Lo que más me preocupa es que hubo un momento en el que no se preparó a estos profesionales del medio, cuando había consagrados, voces muy experimentadas, que mucho hubieran aportado en ese sentido. Hoy un curso de locución, que puede durar tres meses o un año, te da un certificado que te habilita para trabajar en cualquier espacio, cuando en verdad la preparación no es del todo sólida. Es cierto que se deben ofrecer más espacios a los jóvenes, pero estos tienen que superarse y no creerse que eres porque llegaste. Debe irse paso a paso, leer incansablemente, cultivarse, informarte, escuchar mucha radio. A veces me horrorizo con las cosas que escucho: programas muy banales, personas diciendo palabras y frases incoherentes, disparates... Y uno se pregunta cómo es posible que esté ahí, lo cual tiene que ver no solo con el que se atrevió, sino con quién lo preparó. Si no se hace más rigurosa esa labor de formación integral, estamos poniendo en peligro un medio que además de entretener, educa. No olvidemos que los jóvenes disponen de canales alternativos y nos apagan. Hay que buscar el modo de ser más atractivos sin perder el rigor.
Alegrías y sinsabores : Más allá de uno no querer equivocarse, cancanear, cometer errores en el decir, el mayor sinsabor es no poder resolver los problemas que la gente deposita en ti con entera confianza. Te ilusionas si te llaman porque creen en el programa. Pero es triste cuando llega las nueve de la mañana y no puedes darles solución. No obstante, en la balanza de emociones pesan más las alegrías. Gracias a Radio Rebelde y a Haciendo Radio he conocido mi país. Llena de satisfacción cuando estás en un lugar y la gente va hasta la cabina para saludarte, te identifica, y se refiere a cosas que dices cotidianamente. Es un premio grandísimo.
Magdiel Pérez en el programa Hola Habana
La televisión : En verdad, al final, ella llegó a mí. Antes había tocado su puerta, pero no se abrió. Quizá el tamaño, mi rostro, la falta de carisma... No sé... Entonces desistí. Cuando pensé que ya no tenía posibilidades, Marino Luzardo me propuso para que ocupara su lugar en Con signo de amor. Por este espacio apareció la revista Hola, Habana, a partir de marzo del año 2010. Sin duda, la televisión te brinda el beneplácito de la imagen que es muy fuerte. Indiscutiblemente, una hora de TV equivale a diez años de la radio, en cuanto a reconocimiento social. Pero en la radio me siento como en mi casa. Por suerte, el equipo del Canal Habana es muy profesional y con él se trabaja en un ambiente muy agradable. Recibo constantemente no solo el apoyo de la magnífica presentadora Sandra Hernández, sino de todos.
Su entrada a Haciendo Radio : Confieso que el día en que debía hacerlo, estuve sudando frío hasta las 4:59 a.m. Hasta ese instante me decía: No puedo, el reto es demasiado grande para mí... Nunca me imaginé en aquella silla, frente aquel micrófono, en un programa de tanta magnitud, de tanto rigor. El 12 de marzo de 2007 me convertí en el titular del programa.
Amor por la radio : Oyéndola todo el tiempo se me inoculó ese bichito que creo nunca morirá.
A finales del 2022 Magdiel emigra hacia Estados Unidos vía República Dominicana.