Deportista, practicó pelota y se considera uno de los mejores receptores de toda la historia del beisbol cubano tenía 187 cm de talla y 89 kilogramos de peso.
Se destacó por su defensa, detrás del home, calzó arreos para los equipos pinareños desde el final de la década del 1970, hasta las postrimerías del decenio de 1980.
Jugó con las grandes glorias del pitcheo vueltabajero de aquellos tiempos, desde Jesús Guerra y Rogelio García, hasta Julio Romero, Omar Ajete y Faustino Corrales.
No tuvo buenos resultados como bateador, en cambio, la destreza insuperable de cómo mascoteaba compensó esa debilidad de modo absoluto. Los 112 errores en más de 9 mil 400 entradas son números excelentes que demuestran su calidad como receptor.
Además de poseer el mejor promedio de menos pass ball cometidos en todos los tiempos, se encuentra entre los catchers de mejor porcentaje de cogido robando en las Series Nacionales de Béisbol.
Después de retirarse como jugador, Juan Castro se convirtió en manager y dirigió equipos en Cuba y en el extranjero.
En Cuba obtuvo dos títulos comandando Vegueros en la liga de desarrollo; y dirigió la novena de Sancti Spíritus durante las series 47 y 48 del clásico cubano. En noviembre de 2011 fue designado manager del equipo de Pinar del Río, campeón nacional, en sustitución de Alfonso Urquiola.
En el extranjero, Castro, dirigió varias selecciones de serie A en Italia por espacio de seis años, obteniendo varios títulos.