Capablanca fue catalogado como el segundo niño prodigio del mundo, en su carrera acumuló un total de 302 victorias, 246 tablas y 35 derrotas, ha sido el único campeón mundial que ha tenido Cuba y su trayectoria fue reconocida por la Federación Internacional de Ajedrez.
Nació en la instalación militar del Castillo del Príncipe, en La Habana, era hijo del comandante del ejército español José María Capablanca y Doña María Graupera.
Desde temprana edad demostró su talento para el ajedrez, que aprendió mirando jugar al padre, al cual derrotó en 1892, a la edad de cuatro años, noticia que se difundió por el mundo, siendo catalogado como el segundo niño prodigio, pues el primero había sido el norteamericano Paul Charles Morphy.
Concluye el bachillerato en el Instituto de Bachillerato de Matanzas. Su familia no disponía de recursos económicos para sufragar sus estudios universitarios y permitirle estudiar en el extranjero, por sus buenos resultados académicos, Ramón San Pelayo se dispuso a financiar su formación. En el verano de 1904 fue a Nueva York para estudiar inglés y preparar su entrada a la Universidad de Columbia, donde ingresa en 1906 en la carrera de ingeniería Química. Sin embargo, permanentemente distraído por su pasión en el juego ciencia, sólo cursó los dos primeros años.
Le gustaba jugar ajedrez, pero no enseñarlo. En septiembre de 1913 consiguió un trabajo en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, como embajador, este sueldo le permitió seguir disfrutando de su pasión ajedrecística y realizar algunos viajes al exterior en busca de nuevos desafíos.
En 1921 contrajo matrimonio en Cuba pero en 1925 se casa con una princesa rusa.
La partida más antigua que se conserva de José Raúl data de la edad de cinco años y fue jugada en el Club de Ajedrez de La Habana el 17 de septiembre de 1893 frente a Ramón Iglesias, quien ofreció al chiquillo la dama de ventaja, en el movimiento 38 Iglesias reconoce su derrota.
A los siete años le ganó una partida al francés Tabernhaus, el cual estaba de visita en La Habana, quien años más tarde aseguraba que era el único maestro que se había atrevido a darle la dama de ventaja a Capablanca.
En 1900 derrotó al Maestro Juan Corzo y Príncipe y ganó el título de Campeón de Cuba. En 1902 participó en el primer Campeonato nacional cubano de ajedrez, clasificándose en cuarta posición. A partir de entonces tomó parte en diversas competiciones, que le llevaron a recorrer Europa y Estados Unidos. A los doce años ya era campeón de Cuba, y a los 23 Campeón Panamericano.
Viajó a los Estados Unidos para realizar estudios universitarios, allí comenzó a visitar el Manhattan Chess Club, en 1905 participó en un fuerte torneo donde tuvo la oportunidad de enfrentar por primera vez al gran Lasker, Campeón Mundial al cual logró derrotar.
En 1909 jugó con el gran maestro Frank J. Marshall, a quien ganó 8 partidas, entabló 14 y perdió solo una. Consiguió el tercer premio compartido con Oscar Chajes en el campeonato estadounidense de 1911, detrás de Frank Marshall. Allí mismo ganó el premio a la brillantez y el título de maestro. También en este mismo año participó en el gran torneo de San Sebastián. Allí ocupó el primer puesto, superando a Rubinstein, Nimzowitch, Spielmann, Marshall, Janovski, Schelechter, Vidmar, Tarrasch y Berstein.
Obtuvo el tercer lugar en el torneo de Nueva York 1913, al derrotar a David Janowsky y a Oscar Chajes; y empatar contra Frank Marshall. En el torneo de La Habana 1913 se produjo un confuso episodio en el que Capablanca denunció una supuesta maniobra fraudulenta para beneficiar a Marshall, en la cual Jaffé había estado involucrado. El cubano afirmó a la prensa que no volvería a jugar en las competencias que Jaffé participara.
Regresó a Cuba en 1912, publicando una revista de ajedrez en la Habana. En este mismo año visitó Buenos Aires y Montevideo; y a partir de 1913 desplegó una gran actividad ajedrecística en torneos internacionales. En 1915 compartió el primer lugar en el campeonato del estado de Nueva York. Su carrera cuenta además con victorias sobre Jacques Mieses, Enmanuel Lasker y otros grandes ajedrecistas de su tiempo.
Capablanca entre 1918 y 1922 ganó todas las partidas y torneos en los que participó. Incluso algunos críticos lo catalogaron como la casi completa ausencia de errores y de falsas interpretaciones de la posición.
Se convirtió en el ajedrecista más famoso de la época. Su apellido, se repetía en todas las lenguas y ya no hubo forma de olvidarlo jamás. Es el único cubano que ha obtenido el título de Campeón mundial de ajedrez hasta la fecha.
En 1919 ganó el tradicional torneo de Hastings, Inglaterra. En el año 1921 publicó la obra Fundamentos del ajedrez, así como obtuvo la condición de Campeón mundial de Ajedrez en La Habana ante el alemán Enmanuel Lasker, conservándolo hasta 1927, cuando pierde ante el ruso-francés Alexander Alekhine, el resultado cerró con seis partidas ganadas por Alekhine, tres por Capablanca y 25 tablas. Su vencedor dijo que le daría la revancha en menos de dos años, pero esto resultó incumplido, pues nunca aceptó volver a jugar con él, ya en esa época José Raúl sufría de hipertensión arterial.
El gran maestro ganó Medalla de oro entre los primeros tableros en la Olimpiada Mundial disputada en 1939 y participó en veintinueve torneos de gran nivel, de los cuales ganó quince y en otros nueve terminó segundo. En total, sumó 318 victorias, 249 empates y 34 derrotas. Por estos resultados fue elogiado por el yugoslavo Gligoric cuando expresó públicamente “Capablanca sabe, los demás ensayamos”.
La última comparecencia oficial del ídolo del juego ciencia fue en las Olimpiadas de Ajedrez de la FIDE, celebradas en Buenos Aires en 1939, donde ocupó el primer lugar del tablero del equipo Cuba, integrado además por los ajedrecistas Francisco Planas, Alberto López, Rafael Blanco, Miguel Alemán y María Teresa Mora, la cual años más tardes pasa a ser la primera maestra internacional cubana.
Desde 1962, se celebra anualmente en Cuba el clásico Torneo Internacional Capablanca In Memoriam, donde se han dado cita campeones mundiales y los principales Grandes maestros del mundo.
La Federación Internacional de Ajedrez conocida con las siglas FIDE estableció el 19 de noviembre, día del natalicio de Capablanca, como el Día mundial del ajedrecista en homenaje al campeón mundial cubano.