Basquetbolista cubano que se desempeña como pívot y que también puede jugar de ala-pívot. Actualmente se desempeña en el San Pablo Burgos de la Liga Endesa.
Nació en el municipio Boyeros en Ciudad de La Habana. Jugó en los Capitalinos de La Habana en la temporada 2014-2015 disputó 25 partidos promediando 14,8 puntos y 4,9 rebotes por partido. Tiene una estatura de 2.04 , utiliza el número 14 en la camiseta.
A los 12 años comenzó la práctica del baloncesto en el municipio Boyeros, cuando estudiaba en la Escuela Primaria "Augusto Olivares".
Luego continuó sus estudios en la EIDE Mártires de Barbados, resaltando allí su interés y dedicación por el baloncesto y destacándose por su participación y premios en todos los juegos y eventos que se desarrollaron durante esta etapa. Continuó sus estudios formándose con el título de técnico medio en Licenciatura Física del Deporte.
En [2013]] - 2014 en una cuadrangular celebrada en Panamá fue el máximo anotador estando en el quinteto ideal y resultó ser mejor anotador de 3 puntos.
En la liga de Cuba 2014-2015 resultó ser campeón con el equipo Capitalinos, lo que le sirvió para integrar la selección nacional y dar el salto a otras ligas de mayor nivel.
Participó en el año 2014 en el Centrobasket en Tepic, México, el cual fue escenario que todos pusieron el ojo en ese joven que saltaba como pocos, tenía una potencia incontrolable y buenos recursos técnicos.
En 2015 la Federación de Cuba llegó a un acuerdo para permitirle a sus jugadores competir como profesionales fuera de su país. Ese año Rivero partió hacia Uruguay para jugar en Tabaré. Allí era el máximo anotador y rebotero de la Liga, hasta que se fracturó el quinto metatarsiano del pie derecho, aún lesionado tras terapias y tratamientos, en febrero del año 2016 viajó a Argentina para su siguiente destino, Estudiantes de Concordia.
Allí resintió de la lesión por lo que regresó a Cuba para operarse en el Hospital Ortopédico Frank País de La Habana el 15 de abril de 2016; sólo para volver a lesionarse, esta vez en la muñeca, lo que lo mantuvo alejado un año de las canchas.
Pero Rivero volvió y luego de su recuperación se incorporó a la selección cubana para continuar su entrenamiento y luego firmó contrato con el Club Atlético Boca Juniors de Argentina.
Argentina sería la próxima parada del capitalino. Allí se desempeñó dos temporadas con el Estudiantes de Concordia y una con el Boca Juniors. Con el club xeneize “rompió” la liga, disputó 47 partidos, promediando 30.8 minutos por encuentro, 5.2 rebotes, 1.4 asistencias y 18.1 cartones.
Sobre su estancia en el país rioplatense rememora: “A Argentina llegué con la misma mentalidad, siempre tratando de lograr metas grandes y con los deseos y ganas de trabajar en las deficiencias que tenía mi juego. Quería convertirme en alguien, dar mi mejor versión y colarme entre los principales en los aspectos más positivos de la liga, dígase anotación, rebotes, asistencias. Las cosas me salieron bien, siempre salí a la cancha enfocado, buscando desplegar un buen juego, y siempre trabajando duro pues mientras más trabajas más mejoras”
Esa última temporada en suelo sudamericano “le compró” boleto hacia España y el San Pablo Burgos de la Liga Endesa sería su casa para la nueva temporada.
El caribeño se convirtió en apenas el tercer cubano en disputar la Liga Española, el segundo bajo el amparo de la Federación Cubana de Baloncesto, luego del debut del santiaguero Javier Justiz.
“Se me da la posibilidad de venir a España y conocer una de las mejores ligas del mundo, súper contento y entusiasmado estoy, estaba ´loco´ por tener unos minutos en cancha y mostrarme en este básquet, se me dio la oportunidad y siempre que se me ha dado la he aprovechado al máximo. Esta competición es durísima y diferente a lo vivido en Argentina, los rivales son más intensos y de mayor calidad”.
El ala-pívot de 2.06 metros es el segundo jugador más valorado del club de Miraflores en la Champions League con 12.6 puntos de media, además, comanda a su team en rebotes con 5.9 por encuentro y es tercero en rayitas con 10.4.
Rivero asegura que poder jugar en el extranjero ha sido una bendición y le ha permitido crecer como jugador: “He aprendido mucho de estas experiencias en el exterior. Aquí se hace un scouting más fuerte sobre los jugadores, el rival te conoce y trata de anularte trabajando sobre tus puntos débiles, también he aprendido a jugar a un baloncesto de mayor contacto, siempre hay que tener algún as debajo de la manga para tratar de sorprender al rival, el talento es muy importante aquí para salirte de los moldes y lograr tus objetivos”.
El capitalino está cerca de la cima en el deporte de los aros, solo la National Basketball Association (NBA) quedaría como asunto pendiente para el cubano, al indagar sobre futuros objetivos expresa: “Mis metas siempre son las más grandes, llegar a dar lo mejor de mí en cada partido y en todos los equipos a los que vaya. Ahora mismo el principal objetivo es hacerme con un puesto en el quinteto titular y ser líder en algún aspecto de la liga, es bien difícil, pero estoy trabajando fuerte para lograrlo y mejorar cada día. Siempre pienso en grande, porque así me obligo a perfeccionar mi juego”.
La selección cubana es una obsesión para él, quisiera participar en unos Juegos Olímpicos, piensa que las contrataciones de los jugadores cubanos en ligas extranjeras acercarán ese obejetivo: “Ahora con la posibilidad de que los cubanos vayan a jugar a ligas extranjeras y a convertirse en profesionales el nivel de nuestra selección debe aumentar mucho, como se ha visto en los recientes torneos que hemos participado como el centroamericano. Este contexto nos da la posibilidad de llevar el conocimiento y las formas del baloncesto profesional hacia nuestra Isla y así seguir mejorando, es una situación muy favorable”.
Jasiel Rivero está empezando a tomar algo más de protagonismo en San Pablo Burgos conforme avanza la temporada. De sólo estar destinado a jugar en la Basketball Champions League a compatibilizarlo con muchos encuentros de la Liga Endesa. El técnico de los castellanos, Joan Peñarroya, ha visto sus progresos y ya confía en él.