Ciudadano cubano residente en los Estados Unidos, quien dedicó su vida a la defensa de la soberanía de su patria y al incremento de la solidaridad internacional con nuestro pueblo y su Revolución.
Tony Llansó fue miembro del cuerpo directivo de la Brigada Antonio Maceo en Estados Unidos y desde el 2008 ejerció la presidencia de la Alianza Martiana, una de las organizaciones de emigrados cubanos que integran la coalición del mismo nombre en Miami.
Los últimos diez años de su vida los consagró a la causa de la liberación de nuestros Cinco Héroes prisioneros del imperio y en apoyo a sus familiares.
Cuando se hable de Tony LLansó, hay que recordar irremediablemente al Maestro de todos los cubanos, José Martí, cuando afirmaba que “el verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber, y ese es el mismo hombre práctico cuyo sueño de hoy será la ley de mañana".
Por esa máxima vivió Tony, hasta que las fuerzas del cuerpo se impusieron a las del espíritu, y murió, como los verdaderos patriotas, hace exactamente tres años.
Antonio Luis LLansó Vázquez era el verdadero nombre de este habanero que nació el 20 de febrero de 1950, pero todos lo conocían simplemente como Tony, el incansable aglutinador de los emigrados cubanos en Miami, el dirigente de la Brigada Antonio Maceo, el hermano de brazo en alto de los Pastores por la Paz, el Presidente de la Alianza Martiana, el incondicional organizador de las campañas a favor de la libertad de los Cinco Héroes cubanos, prisioneros en cárceles norteamericanas por enfrentarse al terrorismo más despiadado contra Cuba que se genera desde territorio de Estados Unidos.
Pero quien mejor que los propios Héroes para hablar de Tony. En un intercambio epistolar, uno de los antiterroristas cubanos, Ramón Labañino, me decía: “Tuve el honor de
poder hablar con él por teléfono en varias ocasiones. Su afabilidad y cariño saltaban las líneas y nos abrazaban con la familiaridad del ser humano especial que era y siempre será. Era un cubano leal, por encima de todas las razones, siempre dispuesto a todo, en cualquier momento y cualquiera que fueran las circunstancias.
“Tenía una genialidad única –continúa diciendo Ramón Labañino- para encontrar soluciones a todo tipo de problema, y siempre daba la cara y el corazón en cada tarea. Jamás decía no, aún en su estado delicado de salud, siempre estaba presente y en la primera línea de pelea.”
“Para todos nuestros familiares era el padre, que con experiencia y espíritu jocoso,
juvenil, ayudaba y cuidaba de todos. Como buen patriota, amante de su tierra y su cultura, supo poner bien alto el decoro y honor de los hombres comprometidos con su tiempo y su Cuba eterna.”
“Lo recordaremos siempre –sigue diciendo Ramón Labañino- como un Ché de estos tiempos, como uno de esos hombres insustituibles que engrandecen y honran la tierra que los vio nacer. Su imagen y ejemplo nos acompañará por siempre como una estrella que guía y conmina en esta larga batalla por la vida y el bien de la humanidad”, concluyó Ramón.
También conversando con Fernando González, otro de los Héroes cubanos prisioneros en cárceles norteamericanas, me decía en una de sus cartas acerca de Tony Llansó: “la naturaleza y las circunstancias me impidieron conocerlo personalmente. Solo su voz me llegó en varias ocasiones a través de la línea telefónica.
“Esas oportunidades, y el testimonio de mis familiares que si tuvieron el privilegio de conocerle –continúa diciendo Fernando- y recibir sus esmeradas atenciones, así como la referencia de su labor como miembro de la Alianza Martiana, fueron suficientes para constatar la calidad de Tony como ser humano, su espíritu solidario y su cubanía a toda prueba”.
Tony Llansó saludando al líder histórico de la Revolución cubana Fidel Castro
“Tony llevaba a Cuba en el corazón. Fue un patriota cubano, allí, donde asumir a la Patria como él hizo, es más difícil, donde implica un costo personal y familiar, y donde es más arriesgado.”
“Siempre estaremos agradecidos de su esfuerzo en la lucha por nuestra liberación –continúa diciendo Fernando- y de la forma total e incondicional en que apoyó y atendió a nuestros familiares. Era una de sus maneras de expresar su patriotismo.”
El recuerdo de Tony LLansó nos acompañará eternamente. Su ejemplo de cubano digno y valiente, es un estímulo en la lucha por la justicia y por el bienestar de Cuba”, subrayó Fernando González.
Andrés Gómez, director de Areito Digital y uno de sus más cercanos colaboradores en Miami, lo recuerda como “un dirigente de ese sector de la emigración cubana en Estados Unidos que es heredera y continuadora de la magna obra de aquella otra emigración cubana que en Estados Unidos y bajo la magistral conducción de Martí fue factor principalísimo en hacer posible el inicio y sostenimiento de la última de nuestras guerras por la independencia del despotismo de España”.
“Al sentir su vida agotarse, Tony fue a morir en la Patria –decía Andrés Gómez. Murió en La Habana, atendido con cariño y esmero y hasta su último aliento rodeado por seres queridos, el 6 de diciembre tarde en la noche, a sólo cincuenta y cinco minutos del 7 de Diciembre. De haber estado consciente de ello una vez más se hubiera impuesto al intransigente requerimiento de la muerte para poder morir en fecha tan gloriosa”, refiriéndose a la caída en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo y su ayudante Panchito Gómez Toro.
El mensaje que enviaron Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, René González, Ramón Labañino y Fernando González, los Cinco Héroes cubanos, al momento de morir Tony, encierra el sentir de todos los cubanos que sueñan con una Cuba soberana: “Así te queremos, querido Tony, y así estarás por siempre en nuestros corazones y nuestra obra de cada día. Hoy la Patria orgullosa recoge en su seno a uno de sus más nobles hijos, al insustituible hermano de mil batallas, al compañero fiel de todos los cubanos dignos”.