Enrique Collazo. Hombre de acción y de pensamiento, fue el primero en Cuba que apeló, de manera sistemática a la historia para denunciar y luchar de manera intransigente contra el imperialismo norteamericano.
Hermano del general de brigada Tomás Collazo. Fue llevado a España, con apenas nueve años, por su tío y padrino. En julio de 1862 ingresó en la escuela de artillería de Segovia, España, donde se graduó el 22 de agosto de 1866 con el grado de alférez. En septiembre de 1868 fue ascendido a teniente. Fue escritor, entre sus obras se destacan “Desde Yara hasta el Zanjón”, “Cuba independiente”, “Cuba heroica”, “La guerra en Cuba” y “Los americanos en Cuba”.
Al producirse el movimiento que derrotó a la reina Isabel II, escapó a Madrid y el 20 de marzo de 1869 salió hacia Nueva York, vía Francia, con la decisión de participar en la guerra de independencia de su país. Se enroló como soldado en la expedición del vapor “Perrit”, que desembarcó el 11 de mayo de 1869 por la península de “El Ramón”, en la “Bahía de Nipe”, provincia de Oriente, bajo el mando del general norteamericano Thomas Jordan.
Integraba la compañía de rifleros de la libertad. En el mismo lugar del desembarco tuvo su bautismo de fuego al resultar herido en una pierna. Cuatro días después participó en el combate de “Canalito”. Fue nombrado jefe de la compañía de “Bijarú”, en Holguín. Después del ataque a “La Cuaba” marchó a Báguanos para curarse de la herida, la cual se le había infectado. Sintiéndose mejorado, se le confió el mando de la compañía de “Bijarú”, en la división de Holguín.
Poco después se unió al mayor general Máximo Gómez, quien lo hizo su ayudante. A fines de 1870 pasó al estado mayor de la brigada de cambute (Segunda Brigada de la división Cuba). Su salud se fue deteriorando cada vez más, hasta que se decidió enviarlo al extranjero. Bajo una severa anemia salió hacia Kingston, Jamaica, el 7 de diciembre de 1872. Después de haber estado en Panamá, Colombia y Estados Unidos, regresó a Cuba en la expedición del vapor “Octavia” de Uruguay, siendo uno de los ocho expedicionarios que logró desembarcar en un punto próximo a la Sierra Maestra, en Oriente, el 24 de septiembre de 1875.
Marchó a Camagüey para que el gobierno dispusiera de sus servicios y fue destinado como ayudante del general de brigada Gregorio Benítez, jefe de la división que operaba en esa provincia. El 3 de abril de 1877 fue ascendido a comandante y una semana después se destacó en el combate de Imías. Integró el comité del centro, creado el 8 de febrero de 1878 para concertar la paz con España, y fue comisionado para dar a conocer las bases de lo que sería el Pacto del Zanjón, en la jurisdicción de Santiago de Cuba.
Concluida la guerra partió hacia Jamaica el 5 de marzo de 1878, acompañando al mayor general Máximo Gómez. Regresó a Cuba en 1887 y fue uno de los organizadores de la guerra del 95. En Nueva York firmó, junto a José Martí y al mayor general Mayía Rodríguez, el plan de alzamiento en Cuba, así como la orden del alzamiento. Algunas fuentes dicen que en ambas ocasiones representaba a los patriotas que se encontraban en la Isla, fundamentalmente en occidente.
El 10 de marzo del propio año, en Montecristi, República Dominicana, Gómez le ordenó partir hacia Nueva York para organizar una expedición armada con destino al occidente. Los obstáculos y dificultades que encontró en esa ciudad le impidieron cumplir la misión en corto plazo; no obstante se mantuvo trabajando bajo las órdenes del delegado del Partido Revolucionario Cubano, Tomás Estrada Palma.
En Marzo de 1896 salió desde los cayos de la Florida, Estados Unidos, al frente de la expedición que, en su primer viaje, trasladó el vapor “Three Friends”. Desembarcó con 54 expedicionarios por la playa de Varadero, Matanzas, el 19 de marzo. Dos días más tarde participó en el ataque a una columna en el ingenio “La Andrea”, junto al general de brigada “José Lacret”, jefe de la primera división del quinto cuerpo, en cuyo cuartel general permaneció durante dos meses.
Monumento a Enrique Collazo y Tejeda, parque Línea y N, La HabanaCombatió junto al general de brigada Juan Bruno Zayas hasta el mes de Junio, en que se trasladó a la provincia oriental. El 13 de agosto de 1896 fue nombrado jefe de la brigada de Las Tunas y ascendido a general de brigada. En Enero de 1897 fue trasladado para la brigada occidental de Holguín. Después de participar como delegado en la asamblea constituyente de “La Yaya”, en Noviembre de 1897, lo nombraron jefe de la brigada oriental de Holguín.
Participó en el combate de Guisa, bajo el mando del mayor general Calixto García, jefe del departamento oriental, el 28 de noviembre de 1897. En Enero de 1898 recibió nuevamente el mando de la brigada de Las Tunas. Al iniciarse el mes de Mayo, Calixto lo designó al frente de una pequeña comisión para que acompañara hacia Estados Unidos al teniente del ejército norteamericano Andrew S. Rowan, quien había sido portador de un mensaje del presidente de esa nación.
Su misión consistía en coordinar, por la parte cubana, lo concerniente al desembarco de tropas norteamericanas en Oriente. El 11 de ese mes, llegaron a Cayo Hueso, Florida, en un bote. En Julio retornó a Cuba y permaneció en el cuartel general del departamento oriental hasta su licenciamiento del Ejército Libertador, el 12 de noviembre de 1898. En la república se desempeñó como jefe de la armería nacional, cargo del que fue suspendido por discrepancias con el presidente Tomás Estrada Palma.
Integró la junta patriótica de La Habana, fundada el 10 de octubre de 1907 para oponerse a la corriente anexionista que durante la segunda intervención militar norteamericana abogaba porque Cuba se convirtiera en un protectorado de Estados Unidos. De 1909 a 1911 fue representante a la Cámara por la provincia de La Habana, en la que resultó elegido presidente de la comisión de hacienda y presupuestos. Ocupó el cargo de intendente general de la república hasta Mayo de 1913, en que fue cambiado por el nuevo presidente, Mario García Menocal.
Poco después aceptó integrar la “Junta de Protestas”. Fue miembro fundador de la Academia de Historia de Cuba y un prolífero narrador de las guerras de independencia.
En la manigua publicó, junto con el entonces teniente coronel Federico Pérez Carbó, el periódico “Patria y Libertad” y durante la primera intervención militar norteamericana fue redactor y director del periódico “El Cubano”. Publicó en La Habana su primer libro, “Desde Yara hasta el Zanjón” en el año 1893, uno de cuyos méritos fue el de contribuir a elevar la moral revolucionaria de la juventud cubana en momentos en que se preparaba la reanudación de la lucha armada por la independencia.
Concluida la guerra, Collazo retomó la pluma y se convirtió en el primer historiador cubano que criticó en sus obras a "nuestros paternales vecinos norteños". Justo en 1900, publicó el libro “Cuba Independiente” y, prosiguiendo esa línea de lucha, continuó con “Los Americanos en Cuba” en el año 1905 y “Cuba Intervenida” en 1910, en el que expuso los antecedentes de la segunda intervención norteamericana.
Su libro “Cuba Heroica”, publicado en 1912, contribuyó a elevar la conciencia patriótica del pueblo cubano. “La Guerra en Cuba”, fue publicada en 1926, póstumamente. En los últimos años de su vida ocupó el cargo de director del periódico “La Nación”.