Nació en Pedro Betancourt provincia de Matanzas, hijo de personas humildes, su papá se nombraba Francisco Aldama Sotomayor, hombre trabajador y enérgico, su mamá Laura Arguelles mujer bondadosa, dulce y noble.

Su educación siempre fue basada en la honradez, disciplina, el respeto hacia los demás y el patriotismo por Cuba

Cursó su primera enseñanza en su pueblo natal adquiriendo sus dos primeros empleos organizando competencias de boxeo.

Acciones revolucionarias
Un 20 de mayo, Rubén con solo 13 años, exhortaba en el parque de la localidad en arenga pública, a sus compañeros a combatir al tirano Machado y sus secuaces

En el año 1934 se traslada a vivir a La Habana en el reparto Alturas de la Víbora en la calle Damují entre Sagua y Peralejo, ganando la amistad del revolucionario Antonio Guiteras quien da forma al idealismo revolucionario de Rubén y quien le enseña el sagrado deber de vivir por la Patria y para la libertad

Participó por afición en el torneo Guantes de Oro de 1940 e iba en varias ocasiones representando a Cuba, se alejó del boxeo por no estar de acuerdo con el control que sobre este deporte ejercían las pandillas norteamericanas

Después del asesinato de Antonio Guiteras en el morrillo de Matanzas, sin dejar de trabajar en los tranvías, se inicia en la tarea redentora de luchar por la libertad. Conjuntamente con otros jóvenes de esa época pertenecía a organizaciones revolucionarias y fue comprendiendo que estas eran organizaciones de gangsters por lo que al darse cuenta se alejó de ellas.

El 10 de marzo cuando se produce el golpe de Estado de Fulgencio Batista Rubén subió a la escalinata de la patria

Testimonio
Se cuenta que en una ocasión los bandidos dirigentes obreros del mujalismo trataron de comprarlo para que abandonara las justas demandas que planteaban a favor de sus compañeros, rechazando con gestos colérico y encendido expresó: Los hombres que se venden, merecen la muerte.

Su rechazo le costó una zurra de las manos de los sicarios de Mujal. Comenzó a movilizar a las masas sindicales y, al fundarse el directorio revolucionario marchó del brazo del revolucionario José Antonio Echeverría siendo el primer mártir de la organización. La policía batistiana sospechó de él y comenzaron las detenciones, las golpeaduras, pero nada lo hizo desistir de su firme propósito de luchar por la libertad de Cuba de los pobres y para los pobres.

Cuentan sus compañeros que una vez que fue detenido por Ventura lo amenazó con matarlo y {el con su firmeza expresó:

"Si, yo se que a la larga me matarás y que matarás a centenares más, pero de algo puedes estar seguro ganaremos la batalla".

Esta no fue la única vez que fue encarcelado, además lo acusaron de participar en un plan para atentar contra Fugencio Batista siendo sometido a juicio junto con Armando, Enrique, Faustino Pérez y otros jóvenes en esta ocasión el fiscal se vio obligado hacer una alusión jocosa al recordar a Rubén durante la pruebas de confección había manifestado que se incluía en la causa porque la policía necesitaba que había un negrito implicado, esto ocurrió en el año 1955.

Finalmente un día Por su incesante actividad guardó prisión en más de una oportunidad. En la última, ocurrida un día como hoy irrumpieron en su casa Ventura y Carratala, fue sacado violentamente del hogar junto a su hermano Guido y se le hizo desaparecer físicamente sin que pudieran arrancarle una palabra comprometedora.

Muerte

Se cuenta que su cadáver lo tiraron al mar otras versiones dicen que fue enterrado vivo pero en si no se ha determinado su muerte hasta estos momentos.

Sus padres fueron combatientes de playa Girón y presidente de la Asociación de Combatientes Revolucionarios de Cuba. En el año 1997 Faure Chomón quien conociera a Rubén Aldama Arguelles visitó la casa donde vivía y le entregaron los guantes que usaba en el torneo Guantes de Oro y hoy se exhiben en la sala Giraldo Córdova Cardín.