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Cuban History

La cubana María Teresa Mestre, duquesa de Luxemburgo, investigada por sus actitudes autoritarias

La inminente publicación de un informe sobre el funcionamiento de la monarquía luxemburguesa ha hecho sonar las alarmas en la casa real. Este informe lo encargó, el pasado verano, el primer ministro, Xavier Bettel, a Jeannot Waringo exdirector de la Inspección General de Finanzas, que ahora está jubilado.

Luego de medio año de investigación se especula que Waringo ha realizado una completa radiografía del modo en que los grandes duques de Luxemburgo, Enrique y María Teresa, gastan su asignación de 11 millones de euros anuales y se relacionan con el personal a su cargo. Y todo indica que no saldrán bien parados.

Un periódico ha adelantado que el documento sumirá a la Casa Real en una grave crisis con potencial para culminar incluso en la abdicación del gran duque Enrique. En el epicentro del terremoto que parece avecinarse están las formas autoritarias de la gran duquesa María Teresa Mestre, a la que nadie en su entorno se atreve a contradecir.

El incontrolable temperamento de Mestre, nacida en Cuba y parte de una familia rica exiliada, ha provocado la renuncia de 30 empleados en el último lustro, un tercio del personal. Hartos de los malos modos de la gran duquesa, han proliferado las amenazas de antiguos trabajadores de hacer público el caótico funcionamiento de la institución, siempre pendientes de las ocurrencias de Mestre, y donde lo público y lo privado confluyen sin saber bien donde termina cada uno. Hasta ahora, como sucedió en el caso de la criada que amenazó en 2015 con publicar un libro sobre su experiencia en la Corte, un cheque ha bastado para comprar el silencio.

La mayor parte de su contenido es todavía un misterio, pero la inminente publicación de un informe sobre el funcionamiento de la monarquía luxemburguesa ha situado a la institución en el ojo del huracán. El texto fue encargado este verano por el primer ministro, Xavier Bettel, a Jeannot Waringo exdirector de la Inspección General de Finanzas, ahora jubilado. Desde el despacho que le han habilitado en Palacio, al que acude a diario, el antaño alto funcionario lleva más de medio año redactando una completa radiografía del modo en que los grandes duques, Enrique y María Teresa, gastan su asignación de 11 millones de euros anuales y se relacionan con el personal a su cargo. Y todo indica que no saldrán bien parados.
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El semanario luxemburgués The Lëtzebuerger Land ha adelantado que el documento sumirá a la Casa Real en una grave crisis con potencial para culminar incluso en la abdicación del gran duque Enrique. El autor del artículo, Pol Schock, señala a este diario que en el epicentro del terremoto que parece avecinarse están las formas autoritarias de la gran duquesa María Teresa Mestre, a la que nadie en su entorno se atreve a contradecir. "Ella toma las decisiones y Enrique dice que sí a todo", explica Schock.

Pero la cuestión va más allá de quién ostenta el poder real en la Corte. El incontrolable temperamento de Mestre, nacida en Cuba y parte de una familia rica exiliada del régimen castrista, ha provocado la renuncia de 30 empleados en el último lustro, un tercio del personal. Su salida ha obligado a rascarse el bolsillo a la monarquía. Hartos de los malos modos de la gran duquesa, han proliferado las amenazas de antiguos trabajadores de hacer público el caótico funcionamiento de la institución, siempre pendientes de las ocurrencias de Mestre, y donde lo público y lo privado confluyen sin saber bien donde termina cada uno. Hasta ahora, como sucedió en el caso de la criada que amenazó en 2015 con publicar un libro sobre su experiencia en la Corte, un cheque ha bastado para comprar el silencio.

Con Waringo esa táctica no parece que vaya a dar resultado. El primer ministro luxemburgués, alertado de la amplia rotación del personal de la Corte, ha decidido dotar al inspector de tiempo y autonomía para realizar una completa auditoría. La idea era que estuviera finalizada antes de terminar el año, pero ha requerido de más tiempo y ahora todo apunta a que será en febrero cuando el informe esté listo. Según explica el periodista Schock, el anterior jefe de Gobierno, Jean-Claude Juncker, permitía a la gran duquesa llamarle a diario para influir en asuntos de estado. Con Bettel trató de replicar el mismo comportamiento, pero este no lo consintió. "María Teresa quiere ser política, y no ha aceptado ese rechazo, lo que ha provocado un gran conflicto", relata Schock por vía telefónica.

"Mestre hace una gran labor caritativa, pero utiliza prerrogativas que no le pertenecen", coincide el historiador Henri Wehenkel, autor de varios libros sobre la familia.

El primer ministro Bettel se ha atrevido a indagar en el funcionamiento de una institución que hasta hace no mucho se beneficiaba de un trato de favor por parte de los medios de comunicación luxemburgueses, que eludían informar sobre cuestiones espinosas que pudieran afectar a la monarquía. La crisis que puede desencadenar las revelaciones del informe Waringo abre la puerta incluso a una rápida sucesión en el trono.

La Casa Real ha evitado pronunciarse por ahora sobre el asunto, pero es de suponer que reaccionará una vez el trabajo del antiguo inspector de finanzas, y con él muchos de sus secretos, esté sobre la mesa del primer ministro.

El País

María Teresa Mestre Batista


sociedad, licenciada en ciencias políticas

Nació en Marianao, La Habana, Cuba, el 22 de marzo de 1956, hija de José Antonio Mestre Álvarez y María Teresa Batista Falla. Proviene de una familia perteneciente a la alta sociedad cubana, antes de la revolución. En 1959, a la edad de 3 años, y a consecuencia de la Revolución, sale de Cuba con su familia que se establece en New York. A partir de 1961 estudia en una escuela privada francesa, donde conoció, siendo niños los dos, al Gran Duque Henri.