Dolores
Soldevilla
Nieto

Dolores Soldevilla Nieto
Loló Soldevilla
Nacimiento:  
1901
Fallecimiento:  
1971

Es una de las más importantes representantes de la corriente abstracta geométrica y del cinetismo. Existen muchas palabras para definir la personalidad de Loló, así como otras tantas razones para acreditar su importancia dentro del arte cubano. Entre las primeras sobresalen audacia y energía, intelecto e imaginación, perseverancia, dedicación, galáctica y terrenal. Su capacidad constante de experimentación, de violentar cánones o transgredir tiempos, son motivos suficientes para revelar su trascendencia.

Loló descendía por línea materna del mariscal Lannes, algo que explica su filiación francesa. Graduada de canto en el Conservatorio Falcón, su nombre se hizo famoso cuando los conjuntos femeninos amenizaban las noches de los Aires Libres de Prado. La Orquesta de Loló competía con Anacaona y otras que sonaban en el lugar.

Loló Soldevilla comenzó a pintar en 1948 y al año siguiente se instaló en la capital francesa, donde cursó estudios de escultura en la academia Grande Chaumière.

Tras su presentación en varias exposiciones colectivas auspiciadas por la Ciudad Universitaria de París, regresó a Cuba en 1950 y exhibió en los salones del Lyceum de La Habana su primera muestra personal: Loló. Esculturas. Posteriormente, lo hizo en la Escuela de Derecho de la Universidad de La Habana bajo el título 20 óleos de Loló.

Volvió a Francia y a mediados de 1951 ingresó en el taller de los pintores abstractos Dewasne y Pillet, con quienes trabajó durante dos años. Paralelamente, asistió a un curso de los profesores Hayter y Cochet sobre técnicas de grabado. Los intercambios que sostuvo con representantes de la Escuela de París definieron, en gran medida, el sentido de su obra, hasta el punto de provocar un cambio significativo en su proceso creativo. Se incorporó a la llamada Vanguardia Parisina y participó en sus exposiciones.

En 1953, la Galería Arnaud acogió la muestra conjunta Loló/Varela, que tuvo buena recepción por parte de la crítica especializada. En 1955 expuso relieves luminosos en la galería Realités Nouvelles, en franca sintonía con su constante avidez de experimentación. La ejecución de esos objetos plásticos, a los que incorporó luz artificial, constituyó en buena medida el fruto de las relaciones profesionales que había entablado con el artista cinético español Eusebio Sempere, con quien expuso en 1954 en el Círculo de la Universidad de Valencia, España.

Hacia 1956 y tras frecuentes viajes a la isla, regresó definitivamente a Cuba. Ese año organizó, a partir de los numerosos originales y reproducciones que trajo consigo, la importante exposición Pintura de hoy. Vanguardia de la Escuela de París, que se exhibió en el Palacio de Bellas Artes de La Habana.

A inicios de 1957 y con el auspicio del Instituto Nacional de Cultura (INC), presentó en el Palacio de Bellas Artes su exposición personal Loló. Óleos, collages, relieves luminosos 1953-56. Ese año viajó a Venezuela, invitada por la revista Integral, y realizó una exitosa muestra en la Sala del Centro Profesional del Este, en Villa Flor, Caracas. Su nexo con ese país se remontaba a las relaciones que sostuviera en París con algunos de los miembros del grupo Los disidentes, formado por venezolanos radicados allí. A su regreso, en el mes de octubre, fundó, junto a Pedro de Oraá, la Galería Color-Luz y, a finales de la década de los cincuenta, integró el grupo Diez Pintores Concretos.

A partir del triunfo revolucionario desempeñó otras tareas, como las de profesora de artes plásticas en la Escuela de Arquitectura (1960-61), diseñadora de juguetes en el Instituto Nacional de la Industria Turística (INIT, 1962) y redactora del periódico Granma (1965-71).

En 1965 fundó el grupo plástico Espacio y, en 1966, la Galería Habana presentó su muestra Op art, pop art, la luna y yo.

Incursionó en la literatura y ejerció además, con notables aciertos, la crítica de arte. Entre sus títulos se encuentran Ir, venir, volver a ir (crónicas), El farol y Bombardeo. Autora del ballet en dos actos Filo diez mil.

Tras su fallecimiento, se organizó una gran retrospectiva de su obra en la galería del edificio del Ministerio de Salud Pública. El Museo Nacional de Bellas Artes (Cuba) de La Habana exhibió en el año 2006 una muestra antológica de su obra con el título Loló: un mundo imaginario.

Obras suyas han sido incluidas en dos importantes proyectos expositivos internacionales organizados en el presente siglo: Arte de Cuba, muestra itinerante por varias ciudades brasileñas (2006), y Cuba: Arte e Historia. De 1868 hasta nuestros días, en el Museo de Bellas Artes de Montreal, Canadá (2008) y en el Museo Groninger, de Holanda (de mayo a septiembre de 2009).
Loló Soldevilla se destacó, además, por sus loables acciones como promotora del arte cubano, tanto dentro como fuera del país.