Vicente
García
González

Vicente García González
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Latin American Studies
Nacimiento:  
23
/
1
/
1833
Fallecimiento:  
4
/
3
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1886

Militar cubano. Participó en la Guerra de los Diez Años contra el colonialismo español al mando de las fuerzas de Las Tunas, contienda en la cual obtuvo el grado de mayor general.

Nació en Las Tunas, hijo de un rico comerciante español y de una hacendada tunera. En 1856, en su tierra natal organizó un movimiento conspirativo contra el colonialismo español, el cual no fructificó por falta de preparación.

Una década después retomó los preparativos revolucionarios junto con un pequeño grupo de hombres. En 1867 fue designado presidente de una junta revolucionaria, en la cual fungió como vicepresidente el santiaguero Francisco Muñoz Rubalcava. Este mismo año viajó a Bayamo y se entrevistó con Francisco Maceo Osorio, Donato Mármol, Esteban Estrada, entre otros conspiradores de la región oriental, y acordaron imprimirle mayor actividad al movimiento.

A inicios de 1868 ingresó en la logia Estrella Tropical, de Bayamo, perteneciente al Gran Oriente de Cuba y las Antillas (GOCA). Su trabajo inicial consistía en captar adeptos para la causa independentista.

El 4 de agosto de 1868 asistió a la reunión en la finca tunera de San Miguel del Rompe, presidida por el conspirador de mayor edad, Carlos Manuel de Céspedes y del Castillo, y en la cual no se llegó a un acuerdo entre orientales y camagüeyanos acerca de la fecha del alzamiento. Al mes siguiente acudió a la finca Muñoz, de Las Tunas, donde se aceptó la idea de posponer el levantamiento armado para después de la zafra. El 4 de octubre convocó y presidió la reunión de El Mijial, estableciéndose el día 14 de ese mes como fecha de inicio de la revolución.

Tan pronto recibió la noticia del alzamiento de Céspedes, el 10 de octubre, cursó aviso a los complotados para reunirse en su potrero El Hormiguero, lugar donde tuvo su primer encuentro armado con fuerzas españolas. El 13 de octubre asaltó su ciudad natal, acción que marcó el inicio de la guerra en territorio tunero. En los días siguientes pudo rechazar el ataque de efectivos enemigos, dirigidos a auxiliar a los sitiados españoles.

Entre finales de 1868 y los primeros meses de 1869 dirigió acciones importantes en Las Tunas, como la de Arroyo La Palma, Becerra, La Horqueta, Parada, El Salvial, entre muchas otras. Razón por la cual en julio de 1869 fue ascendido a mayor general del Ejército Libertador.

Al mes siguiente participó en el asalto a Las Tunas, bajo las órdenes del general Manuel de Quesada, designado general en jefe en la Asamblea de Guáimaro. Después de una fuerte ofensiva mambisa, Quesada dio la orden de retirada; desde entonces, los españoles nombraron el territorio como Victoria de las Tunas.

El 6 de octubre de 1870 rechazó a un emisario del enemigo que se presentó en su campamento con proposiciones de paz sin independencia.

Entre 1871 y 1873 continuó sus tradicionales ataques a convoyes, tomas de fuertes, emboscadas con cargas al machete. El 19 de agosto, el general español Federico Esponda lo bautizó como el «León de Santa Rita», al fracasar el ataque combinado de tres fuertes columnas españoles contra su campamento en esa zona.

El 15 de marzo apoyó al general Antonio Maceo en la Protesta de Baraguá. Ese día permaneció custodiando los alrededores del lugar de la entrevista de las fuerzas cubanas con el general español Martínez Campos. Al día siguiente se constituyó el Gobierno Provisional que lo eligió general en jefe de los ejércitos de la república.

El 28 de mayo combatió en Pozo del Ñame, el primero después de la protesta contra la paz del Zanjón. Pero el 6 de junio de 1878, mientras se encontraba acampado en las cercanías de Manatí, recibió la noticia de la deposición de las armas por las fuerzas de Las Tunas.

Al día siguiente salió en el vapor Guadalkivir hasta San Thomas, y el 19 se embarcó rumbo a Venezuela, desde donde mantuvo comunicaciones frecuentes con los generales Calixto García, Carlos Roloff y Leoncio Prado, entre otros.

En 1879 fracasó en su intento por llegar a Cuba como parte de las acciones en la contienda de la Guerra Chiquita.

En 1884, Maceo y otros emigrados cubanos solicitaron su presencia en los preparativos del Plan Gómez-Maceo. Ese año, el Club Hijas de la Libertad de Nueva York lo declaró miembro de honor.

Permaneció dedicado a los trabajos en una colonia agrícola de cacao que había fundado en Río Chico, Venezuela. El 4 de marzo de 1886 murió como consecuencia de una peritonitis, causada por la ingestión de vidrio molido, colocado días antes por un español en su almuerzo.