Mayor General del Ejército Libertador.
El 12 de octubre de 1868, dos días después de comenzada la Guerra del 1868, salió de La Habana rumbo a Nassau, en las Bahamas, para venir de expedicionario en la goleta Galvanic, que desembarcó en la península de La Guanaja, en la costa norte de Camagüey, el 27 de diciembre de 1868, bajo las órdenes del General Manuel de Quesada. Posteriormente fue jefe de la escolta y ayudante de Quesada, entonces General en Jefe del Ejército Libertador.
El 20 de julio de 1869 participó en el ataque a Puerto Príncipe, bajo las órdenes del Mayor General Ignacio Agramonte, con grado de Comandante. Siendo Teniente Coronel fundó, con un pequeño grupo, la Caballería de Camagüey.
El 1 de enero de 1870 tomó parte en el combate de Minas de Juan Rodríguez (Tana), en Guáimaro, dirigido por el Mayor General Thomas Jordan.
El 4 de junio de 1870, en San Fernando de Pacheco, acompañado solamente por 15 jinetes atacó a una columna de unos 250 hombres de infantería y caballería. En ese encuentro le destrozaron el pie izquierdo con un disparo de fusil. A partir de ese momento, a causa de su invalidez, había que montarlo y desmontarlo del caballo en cada combate. Poco tiempo después el Mayor General Federico Fernández Cavada, jefe del Estado Mayor General, lo nombró Jefe de Operaciones del sur del distrito de Camagüey.
El 8 de octubre de ese año fue sorprendido por el enemigo cuando se encontraba acompañado tan sólo por dos ayudantes. Lo hicieron prisionero y, horas más tarde fue rescatado por un grupo de 35 jinetes bajo el mando de Agramonte. En esa épica acción resultó herido en la mano derecha. Con Gómez participó en los combates de La Sacra, Palo Seco, el segundo de Jimaguayú, Naranjo-Mojacasabe y Las Guásimas. Con el grado de Segundo Jefe de la columna invadió, en enero de 1875, a Las Villas, donde, entre otras acciones, participó en el combate de San Antonio del Jíbaro y el ataque a Sancti Spíritus.
El 28 de febrero de 1876 tuvo actuación relevante en el Combate de Loma del Jíbaro (Cafetal de González), donde resultó herido y, un mes más tarde, junto al General de Brigada Henry Reeve, libró el de La Crimea. Debido a las intrigas de los villareños que no lo aceptaron como jefe, renunció a sus cargos y regresó a Camagüey, el 3 de marzo de 1876. A finales de ese año, el gobierno lo comisionó para que saliera hacia Estados Unidos en unión de su hermano, el Coronel Manuel Sanguily, con el objetivo de que se rehabilitara de las secuelas de las heridas y colaborase en los preparativos de una expedición, en coordinación con la Delegación de Cuba en ese país. Salió en un bote conducido por el Coronel Juan Luis Pacheco, por un punto cercano a Santa Cruz del Sur, con rumbo a Jamaica, adonde llegaron el 23 de enero de 1877. Desde allí envió algunos pertrechos. En Nueva York organizó una expedición que debía salir a bordo del vapor Stelle. La denuncia hecha por el embajador de España motivó que las autoridades norteamericanas detuvieran a los involucrados en el hecho, incluido él. Cuando realizaban las reclamaciones correspondientes lo sorprendió la firma del Pacto del Zanjón. Concertada la paz, viajó a España; pero retornó poco después a Estados Unidos.
Por su actuación en el combate de Canalito, poco después del desembarco de la goleta Galvanic, fue ascendido al grado de Sargento; Comandante; Siendo Teniente Coronel. El 24 de febrero de 1870 fue ascendido a Coronel. El 1 de mayo de 1872, la Cámara de Representantes le confirió el grado de Mayor General, y el 3 de marzo de 1873 fue nombrado Segundo Jefe de la División Camagüey. El 11 de mayo de 1873, al caer Agramonte en Jimaguayú, quedó al frente de la División hasta el 9 de julio de ese año en que le entregó el mando al Mayor General Máximo Gómez, quien lo ratificó como Segundo Jefe. En diciembre de 1874, Gómez lo designó Segundo Jefe de la columna. Fue nombrado Jefe de la Primera División, Segundo Jefe del Tercer Cuerpo de Las Villas y Segundo Jefe del Departamento Occidental simultáneamente, bajo las órdenes de Gómez. Del 1 de junio de 1875 al 15 de julio de 1875 sustituyó a Gómez en la jefatura del Tercer Cuerpo.
Años más tarde regresó a Cuba, donde tuvo una destacada participación en la frustrada Conspiración Paz del Manganeso, en 1890. En esta etapa conspirativa, en que empleaba el seudónimo de Genef, se plantea que por la actitud singular y controvertida asumida por él, José Martí dispuso que fueran compartimentados, de manera que no llegaran a su conocimiento, los datos más confidenciales de la última fase de preparación del alzamiento y la llegada a Cuba de los jefes principales.
En la mañana del 24 de febrero de 1895 fue hecho prisionero por los españoles, en la Ciudad de La Habana, y remitido a los tribunales. El proceso judicial se realizó bajo presión del Cuerpo de Voluntarios que clamaba por la pena capital. No obstante, el 27 de noviembre de 1895 fue condenado a cadena perpetua. Por las múltiples gestiones realizadas, que incluyeron la intervención del gobierno de Estados Unidos, porque hacía años que se había hecho ciudadano de ese país, se logró la aprobación del indulto, el 25 de febrero de 1897. De inmediato fue puesto en libertad con el compromiso, firmado por él, de que no podía participar en la guerra. Dos días después partió hacia Estados Unidos en el vapor Mascotte. Al llegar a Nueva York se presentó a la Delegación cubana para ser alistado. El delegado Tomás Estrada Palma, después de consultar con el Consejo de Gobierno de Cuba, le denegó tal petición, porque la violación del compromiso contraído podía perjudicar la gestión diplomática con Estados Unidos, garante de dicho compromiso. Cuando aún reclamaba su envío a Cuba, Estados Unidos declaró la guerra a España (20 de febrero de 1898), lo que motivó la pérdida de vigencia del compromiso. Entonces se enroló en la expedición del vapor Florida, que bajo el mando del General de División José Lacret Morlot, desembarcó por Banes, Oriente, el 26 de mayo de 1898. Le fue reconocido el grado de Mayor General y terminó la guerra con categoría de jefe excedente. Durante la República no intervino en la política ni ocupó cargos públicos.
En la preparación de la Guerra del 1895 fue designado Jefe del Levantamiento de la provincia La Habana y estaba previsto que se pusiera al mando de las provincias occidentales (Pinar del Río, La Habana y Matanzas), en caso de que se lograra iniciar la lucha en toda la región.
Murió en la Ciudad de La Habana, el 23 de marzo de 1906.