De muy diversas maneras se tiene la confirmación de la imprescindible brújula referencial de la obra de Leo Brouwer en el repertorio de los guitarristas a lo largo y ancho del planeta, la más reciente, cuando la 56 temporada de conciertos en línea del Instituto de Música de la Universidad Católica de Chile dedicó un programa a resaltar la importancia de las partituras del compositor cubano para los dúos de ese instrumento.

Los maestros Luis Castro Donoso y Diego Castro Magas protagonizaron la pasada semana el concierto, comentado y difundido por la radioemisora Beethoven FM, Las facetas de Leo Brouwer en dos guitarras, con piezas escritas por el músico a lo largo de 50 años.

Castro Donoso calificó como «emblemático el Tríptico de su primera etapa». Luego abordaron Sonata de los viajeros, «una obra preciosa, hermosísima, antes de terminar con los arreglos que hizo de cinco canciones de Los Beatles, en los cuales se nota mucho su escritura». También incluyeron Per suonare a due, reveladora de la impronta vanguardista de Leo.

Entretanto, el conservatorio de Dourdan, comuna de la región Isla de Francia, preparó una audición con obras del catálogo del maestro para la guitarra.

En su presentación destacaron: «Curioso de temperamento, apasionado, participó activamente en el movimiento de vanguardia mientras estudiaba el repertorio clásico europeo. Ni Bartok, ni Stravinsky, ni Messiaen habían escrito una gran composición para guitarra, Leo Brouwer quería llenar este vacío. Por eso partió del lenguaje clásico hacia la cultura popular latinoamericana y no al revés.

Ciertas figuras rítmicas de origen africano constituyen el aporte de los esclavos negros al lenguaje musical cubano. Es este compositor el que los estudiantes y profesores quieren que descubras».

Con motivo del deceso, el pasado mes, de Julian Bream, uno de los más destacados intérpretes de la guitarra en el siglo XX, medios internacionales pusieron en primer plano el vínculo del cubano con el músico inglés. Leo dedicó a Bream tres obras suyas encargadas y estrenadas por este: la Sonata no. 1, la Sonata no. 5 Ars Combinatoria y el extraordinario Concierto no. 3 Elegíaco, cuya premier dirigió el propio Brouwer al frente de la RCA Chamber Orchestra.