Es el director y fundador de la legendaria Charanga Rubalcaba. Está considerado como uno de los mejores pianistas de Cuba.
Guillermo es también miembro de una dinastía musical de renombre que incluye a su hijos Jesús (piano) y Guillermo (bajo), que tocan en su banda, y el prodigio del jazz Gonzalo Rubalcaba.
El pianista veterano continúa preservando las mejores tradiciones de la música popular cubana. Guillermo en este momento es pianista invitado en la mayoría de los conciertos en vivo del Buena Vista Social Club y también ha trabajado con Afro Cuban All Stars y Soneros De Verdad.
Ha dedicado más de 50 años de su vida a la creación y realización de la mejor música cubana. Mientras vivía en su natal provincia de Pinar del Río, realizó una gira con su hermano a Monte Carlo con la banda de jazz, Ases del Ritmo.
En 1962, Guillermo Rubalcaba fundó La Charanga Rubalcaba. La banda actual no sólo ha conservado el formato original de las charangas como lo fueron en la década de los años 1930, sino que también ha mantenido el estilo de representación y el repertorio de las charangas. Cuando se habla de los charangueros más notables, uno inmediatamente recuerda el nombre de Guillermo Rubalcaba, uno de los mayores charangueros de los últimos cien años.
Guillermo Rubalcaba, pianista de talento excepcional, combina una expresión melódica elegante con un sentido del ritmo que tiene sabor cubano puro. El Maestro Rubalcaba posee una impresionante habilidad en la improvisación musical que lo ha hecho famoso, hasta el punto en que ha influido en la mayoría de los pianistas contemporáneos que trabajan en bandas de baile.
Desde el Danzón al cha cha chá, pasando por el bolero, Rubalcaba, con sus propias creaciones como con las versiones de otros compositores, mantiene intacta y pura el alma de la Charanga.
La Charanga Rubalcaba tiene un excelente trabajo en equipo; el balance de sonido basado en una grabación excelente, y los músicos imprimen un ambiente sereno, clásico, a cada una de sus interpretaciones o ejecuciones.
Su padre (Jacobo Rubalcaba) fue compositor, arreglista, director de orquesta, tocaba varios instrumentos. Casi toda la familia fue músico, su hermano, la hermana. Sus primeros pasos se los enseñó el propio padre, compositor de danzones como El cadete constitucional, Linda Mercedes y Los pinareños, entre otros.
Con su hermana, que era profesora, recibió clases de piano, para luego incorporarse al Conservatorio de María Teresa Alea. El padre tenía una orquesta típica, y un amigo de él, violinista, le impartió clases también. A él le gustaba toda la música e incluso tenía una maña: cuando su hermano dejaba el saxofón, lo cogía y empezaba a soplar. Tanto dio que logró tocar el instrumento de afición.
Se unió a una orquesta de quinceañeros en Pinar del Río. Allí había una emisora por la que pasaban todos los aficionados, y en ella acompañó a artistas como Pedrito Junco. Vino para La Habana y en el año 60 más o menos empezó a tocar con Enrique Jorrín. Con él trabajó durante un año en África, después fue a Canadá.
Cuando Jorrín paró la orquesta, el musicólogo Odilio Urfé le ofreció tocar con la Charanga Típica de Concierto. Empezó como pianista y en 1973, le otorgaron la dirección de la orquesta, que se llamó La Charanga Típica de Rubalcaba.
En 1987 trabajó con Barbarito Diez en Veracruz, México, y con él también viajó a Venezuela. Estuvo en Colombia y en Sevilla, España, en Estados Unidos junto a Compay Segundo y a Chucho Valdés con Irakere.
Luego ha llevado la música cubana a muchos rincones del mundo, en especial el danzón lo ha cultivado insistentemente, como compositor e intérprete.
A todos sus hijos desde muy pequeños les enseñó la música, a Gonzalito; Jesús, que ya falleció; William, el mayor, que toca el bajo. Gonzalito fue siempre muy precoz, y hoy es uno de los grandes pianistas del mundo.
Guillermo Rubalcaba como en el ayer, como mañana mismo
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