Al músico, compositor e intelectual Guillermo Manuel Tomás, corresponde el mérito de haber nacido en una gloriosa fecha de los anales históricos de la República de Cuba, exactamente el 10 de octubre de 1868, en Cienfuegos. El hecho no pasaría desapercibido para él, pues hizo honor al mismo incorporándose más tarde a la lucha por la emancipación de la Patria.

Su padre, fundador, instructor y director de la primera orquesta cienfueguera, le inició en los senderos de la música.

Posteriormente, otros destacados músicos le impartieron diversas especialidades, como Sebastián Wuell (solfeo), Lasquetti (Flauta) y Jiménez (armonía).

Solo contaba con 16 años cuando se presentó en público haciendo un dúo de flauta con otro destacado músico, Ramón Solís, quienes eran acompañados al piano por el eminente trinitario José Manuel Jiménez.

A la muerte del padre se traslada a Nueva York, donde contrae matrimonio con la diva cienfueguera, Anita Aguado. En la gran urbe estadounidense hizo infinidad de relaciones con algunos notables cubanos y extranjeros, lo que le posibilitó ser nombrado en 1886 director de la sociedad Clionian, de Brooklyn.

Tanto en Nueva York como en Brooklyn su esposa organizaba funciones para beneficio de los fondos de los clubes separatistas. En 1895 José Martí, en vísperas de partir hacia Cuba para reiniciar la guerra necesaria, le escribiría a Anita una interesante carta, en la cual le expresaba: “para morir es necesario oír antes la voz de una mujer…”. El 19 de mayo de ese año el apóstol de la independencia cubana caía en combate en Dos Ríos.

Concluida la guerra Guillermo Tomás regresó a Cuba, donde, a petición del primer alcalde cubano que tuvo la capital, Perfecto Lacoste, organizó la banda de policía, que años después fue Banda Municipal de La Habana, cuya dirección ejerció por varios años.

A este célebre cubano lo prestigiaron además haber sido miembro de la Real Academia Gallega y Presidente de la Sección de Música de la Academia Nacional de Artes y Letras, así como haber alcanzado el doctorado del Grand Conservatory of Musyc, incorporado a la Universidad del Estado de New York.

De la pluma de Guillermo Tomás salieron también varias importantes obras literarias, algunas de las cuales fueron traducidas y encomiadas por autoridades europeas y estadounidenses, entre estas Las Grandes Etapas de Arte Tonal, Los Grandes Poetas Tonales, Orientaciones del Arte Tonal Moderno, Ricardo Wagner, Mujer y Arte, La Francia Heroica” en francés y español, y La América Invencible” en ingles y español.

Murió este prestigioso intelectual en la capital cubana en 1937.