Rolando
Desde 1955 trabajó como mensajero y oficinista en los ferrocarriles occidentales de Cuba y comenzó su actividad literaria con la publicación de poemas sueltos en el periódico Excelsior (1957-58).
A partir del triunfo de la rebelión ha desempeñado distintos cargos políticos y administrativos. Fue presidente de la Cámara Nacional Ajefista (Juventud masónica).