Carlos
de la Torre
Huerta

Carlos de la Torre Huerta
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Word Press
Nacimiento:  
15
/
5
/
1858
Fallecimiento:  
19
/
2
/
1950

Malacólogo y zoólogo cubano. Eminente investigador y profesor universitario. Su extensa obra comprende trabajos de geología, paleontología, arqueología e historia.

Nació en Matanzas, el 15 de mayo de 1858, y falleció en La Habana, el 19 de febrero de 1950. Cursó sus primeras letras en el colegio La Empresa, de Matanzas, hasta ser clausurada por las autoridades españolas, y sustituida más adelante por el colegio Los Normales, fundado por su progenitor, Bernabé de la Torre.

A los 10 años ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza de Matanzas, pero también fue clausurado con motivo del estallido de la Guerra de los Diez Años.
Continuó sus estudios en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde en 1874 obtuvo el título de bachiller en Artes. En ese mismo año ingresó en el curso preparatorio de medicina de la Real y Literaria Universidad de La Habana, concluido con notas de sobresaliente.

Entró en contacto con Felipe Poey Aloy, y realizó sus primeras incursiones en lo que sería su profesión definitiva: la malacología.

Durante 1876 se vio obligado a regresar a Matanzas, a causa de haber adquirido fiebres palúdicas en los pantanos de Atarés.

En 1880 obtuvo la plaza de ayudante preparador de física y química y conservador del Museo de Historia Natural en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y matriculó en la Universidad de La Habana. En 1881 alcanzó el título de licenciado en Ciencias y el premio extraordinario con matrícula de honor para realizar el doctorado en la Universidad Central de Madrid, donde recibió el título de doctor en Ciencias Naturales, en 1883. Ese año obtuvo la plaza de profesor de Historia Natural, Fisiología e Higiene, en el Instituto de Segunda Enseñanza de Puerto Rico; en 1885 asumió trabajos como profesor de Anatomía Comparada en la Universidad de La Habana.

En 1890, la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP) le encargó la realización de una expedición a Puerto Rico, Santo Domingo y la región oriental de Cuba. Como resultado de esta en 1891 pronunció una valiosa conferencia en la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana sobre «Cráneos deformados y objetos arqueológicos descubiertos en las cavernas de Maisí». En esta última zona estudió, además, la enfermedad de los cocoteros que asolaba el territorio, y descubrió sus causas.

De igual forma, colaboró con Fermín Valdés Domínguez y otros patriotas, quienes trabajaban en los preparativos del futuro estallido independentista.
Durante 1892 recorrió la parte central de la Isla. Sus observaciones le permitieron efectuar importantes consideraciones para determinar la edad geológica de Cuba.

Desde el punto de vista paleontológico obtuvo valiosos hallazgos, el de los restos fósiles del Megalocnus rodens, descubiertos en los baños de Ciego Montero, en la actual provincia de Cienfuegos, válidos para demostrar la naturaleza continental de la Isla en el pleistoceno, y el de Ammonites, en los baños de la Bija, en Cruces, Cienfuegos, evidenciales de la existencia del jurásico en Cuba.

Pronunció el discurso de apertura del curso universitario 1895-1896, con su intervención «Primeras noticias acerca de la fauna americana, suministradas por el Almirante Colón en el Diario de su Primer Viaje».

Poco después, tras el estallido de la Guerra de Independencia viajó a Inglaterra, donde asistió al Jubileo de la Reina Victoria, e intercambió con los destacados científicos Bendall, Pomsomby y Fulton.

Por otra parte, en Francia también entró en contacto con los científicos Hamy, Verneau, Milmez-Edward y Perrier. En 1897, un año antes de culminar la Guerra de Independencia, cumplió una misión especial cuando se trasladaba a Estados Unidos: entregar a Tomás Estrada Palma un mensaje de Marta Abreu.

Poco después viajó a México, donde mantuvo relaciones con los científicos Dujes, Herrera y Aguilera, y se desempeñó como profesor en el liceo francés de Chihuahua. Regresó a Cuba durante la Primera ocupación militar de Estados Unidos en Cuba y resultó electo concejal, teniente alcalde y alcalde de La Habana, en cuya función tuvo a su cargo los actos por la proclamación de la república, el 20 de mayo de 1902.

Participó junto al general Máximo Gómez en la fundación del Partido Nacional Cubano y se desempeñó como representante a la Cámara y presidente de ese cuerpo, en 1904.

Fue profesor de geología, paleontología y antropología de la Universidad de La Habana (1900), decano de la Facultad de Letras y Ciencias (1920) y rector del alto centro docente (1921).

Alcanzó los grados de doctor en Farmacia (1921) y de doctor en Medicina (1922). Publicó numerosos libros de texto y se ha considerado entre los fundadores de la ciencia pedagógica cubana.

Su actitud de enfrentamiento a la dictadura de Gerardo Machado, lo obligó a un nuevo exilio en Estados Unidos, donde desempeñó la presidencia de la Junta Revolucionaria. Tras la caída de la tiranía regresó a Cuba, ocupó el cargo de presidente del Consejo de Estado (1934), pero poco después renunció, y se reincorporó a la cátedra universitaria. Fue miembro técnico del Instituto Finlay y director del Departamento de Biología (1935).

Durante 1936, en Washington, trabajó en su obra Familia Annularidae, colaboró con el científico Paul Bartsch y fue curador de moluscos del Museo Nacional de Estados Unidos.

En 1948 sostuvo encuentros con el rey Leopoldo de Bélgica, quien visitó a Cuba y se interesó por la malacología.

Aunque ya tenía una edad avanzada, continuó sus exploraciones; trabajó en su obra sobre Polidontes cubanos y sobre los Helix, publicó monografías acerca de los moluscos, y prestó especial atención a la preparación de sus archivos y a la organización de sus colecciones de polymitas, una de las cuales dedicó al Museo de Washington.

Fue miembro de las prestigiosas instituciones científicas nacionales: la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba, la Real Sociedad Económica de Amigos del País, la {In:Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana}, la Sociedad Cubana de Historia Natural Felipe Poey y la Sociedad Geográfica de Cuba. De igual forma, participó en las labores de las relevantes sociedades científicas extranjeras: la Societé Zoologique de France, la Academia de Ciencias de Filadelfia, la Sociedad Española de Historia Natural, el American Museum of Natural History of New York, Estados Unidos, la Malacological Society of London, la Academia Leopoldina de Naturalistas de Halle, Alemania, la Academia Chilena de Ciencias Naturales, la Sociedad de Historia Natural de México y la American Malacological Union.

Fue acreedor a distinciones como Diplome D´Honeur del Institud du Midi, Francia (1901), Doctor of Sciences Honoris Causa de la Universidad de Harvard (1912), Gran Cruz de la Orden Nacional Carlos Manuel de Céspedes de la República de Cuba (1935), Chevalier de L´Orden Nacionale de la Legion d´Honeur, de la República de Francia (1936), Profesor Eméritus de la Universidad de La Habana (1938); Doctor Honoris Causa de la Universidad de Friedrich Schiller, de Jena, Alemania (1938); Honory Member of the Washington Academy of Sciences (1939).

Fuente: EnCaribe.org